Bajo la lluvia

rayos y más rayos

 

Leah

Todo había pasado muy rápido, desde que había visto la flecha de balia mi corazón estaba al borde de un paro cardiaco, no estaba lista para morir, para dejar este mundo, a mi madre sola, a mi gente desprotegida, aún tenía sueños, había imaginado muchas veces mi muerte, sabía que iba a llegar en algún momento, pero esperaba haber conocido lugares, haberme enamorado, estar con mi madre tranquilas por fin, esperaba muchas cosas, pero la vida nunca es como esperamos,  estaba llena de rabia, podía haber competido con el mismo diablo si me lo presentaba y aun así estaba limitada en ese momento.

Lo que menos me esperaba era que el príncipe aceptara ir con ellos, mucho menos que pidiera tiempo para estar conmigo y me consolará de esa forma, que secara mis lágrimas con pequeños picos, nadie se había preocupado de esa forma por mí y tampoco esperaba ese trato de un monarca, él estaba poniendo su vida en riesgo por mí y no voy a mentir ser consciente de ello me hizo sentir segura, me hizo pensar que yo valía la pena.

Había cometido una locura, la mezcla de emociones, la situación, todo se había prestado para que yo hiciera una estupidez de la que no estaba segura si arrepentirme o no, lo había besado, había besado a el hombre que debía matar y lo peor de todo me había gustado, su intento por seguir el ritmo y aprender, el sabor a fresa, los suaves y cálidos que eran sus labios, Alan era el tipo de hombre que cualquier mujer desearía y aun así ese beso jamás debió pasar, pero de ello me preocuparía después ahora mi único estrés era saber cómo rescatar a el príncipe.

Todavía recordaba la sonrisa de Alan al salir y el miedo que se veía en medio del azul profundo de sus ojos, una parte mía sabía que lo más cuerdo era llamar a el rey para que desplegaran tropas, pero a mi yo rebelde no le apetecía ni un poquito tener que mediar palabra con don perfección, no podía evitar compararlo con su hijo, eran demasiado diferentes, mientras Alan era ingenuo, amable, tímido, curioso, el rey era un narcisista que no saludaba a nadie que no tuviera un rango alto, era egocéntrico y ambicioso y tenía una fuerte sospecha de que era el culpable de los golpes en el brazo de Alan,  nada y la información  que tenia de esos  latigazos era los mismo, pero no podían ser obra de su madre, la reina adoraba a su hijo y no la creía capaz de tal cosa, el tal Jed era un cobarde para llegar a eso y no creía que alguien más se atreviera a cometer tal atrocidad.

Seguí caminando de un lado a otro buscando una solución, los caballos estaban tirados en el suelo en medio de un charco de sangre, el chofer estaba en la misma situación, lo peor de todo este bosque parecía un laberinto, estaba diseñado para confundir las mentes solo el que lo hubiesen diseñado o el que tuvieran un mapa podían salir y por si fuera poco habían levantado un muro anti-magia para evitar por total a los distintos, este secuestro cada vez pintaba más raro

De que te preocupas, no estabas obsesionada con matarlo pues ya te van a hacer el favor

Lagrimeé un poco, ahora que lo pensaba era verdad, ese era mi deber, era mi maldita misión, pero también era verdad que me ponía triste el hecho de pensar en que su vida debía terminar y es que aquí perdida en medio de tantos árboles, me di cuenta de otra verdad, de que lo quería a mi lado, el mismo lo había dicho nosotros podíamos ser buenos amigos 

Nada en este viaje estaba saliendo como lo planeado, había besado a el peor enemigo de los distintos, nos habían emboscado, mi mente estaba más confundida que nunca, Alan estaba por ser asesinado, y yo terminaría muriendo y seria descompuesta por la tierra como esos caballos y el chofer

El chofer, eso es leah, si él iba conduciendo debía tener un mapa o algo que le evitase perder

Corrí rápido hacia el cuerpo del hombre, mi cara era un lienzo de nervios y terror al tocar el cuerpo de un hombre muerto y encima lleno de sangre, pero la situación ameritaba ser valiente y superar ese miedo de una vez, así que me hice lo más lejos posible y estire mi mano por la chaqueta, pero nada, dado que está era mi última oportunidad me arriesgue a mirar en los pantalones, al parecer todavía tenía algo de suerte porque allí entre el pantalón oscuro había un papel doblado ya estaba con algunos rotos y con tantos dobleces que parecía que terminaría por convertirse en migajas, lo abrí cuidadosamente para encontrar una indicación clara: cada diez a la derecha

Corrí y corrí, bajé el paso al tiempo que me cansaba y en cuanto volvía a recomponerme recuperaba el trote, no sé cuánto tiempo estuve contando árboles y girando, sentía que podía caer en cualquiera momento, Pero cada que estaba por rendirme recordaba la cara del príncipe saliendo del carruaje y me decía a mí misma que yo podía, que era mi deber salvarlo

Lo rescatas para matarlo tú, que cambió en el destino

Conmigo tiene más tiempo, tiene hasta que encuentre las 3 piedras, de aquí allá mi mamá puede cambiar de opinión

Eso no te lo crees ni tú

Era verdad no lo creía pero lo soñaba y soñar era gratis

Crack, crujió una rama y otra y otra, alguien se estaba acercando, intente moverme pero mis pies seguían en la misma posición la razón me había abandonado ahora solo estaba el miedo, las lágrimas iniciaron a salir, mi pecho se puso rojo por el intento fallido de evitar sollozar, tu puedes Leah tu eres una cazadora piensa en algo bonito, pensé en el mar, en las noches estrelladas, en el beso del príncipe y las tardes en las que habíamos charlado sobre Disney, en el día en que nos conocimos, pensé en el primer hechizo que logré hacer y lo orgullosa que estaba de mí, en mariposas moradas y poco a poco la tranquilidad empezó a volver a mí, sin embargo fue muy tarde cuando abrí los ojos tenía a dos hombres enfrente, esto iba a ser duro, tirando a milagro pero no imposible, mis cinco sentidos ya habían vuelto y no había peor derrota que aquella contra la cual no se luchaba, era hora de actuar como la guerrera y la reina que era, ambos sonrieron egocéntricamente, ya me daban por atrapada y allí estaba su primer error subestimar a el oponente



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En el texto hay: romance, magia, novela adolescente

Editado: 14.03.2024

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