Bajo La Luz Del Sol

LA SANTIDAD

En medio de los dos jóvenes que discutían, Jan le responde al joven alto con mucha seguridad y firmeza:

— Yo no tengo candidato, porque ninguno llama mi atención, ninguno menciona a Dios, y si no están con Dios están con el enemigo.

El joven alto mira al otro, y luego le dice a Jan:

— ¿Qué locura estas diciendo? Yo solo te pregunte si ibas a votar por alguien.

— ¿Por qué te enojas? Solo te hable de Dios.

De inmediato, los dos jóvenes se apartan del lado de Jan y se van del supermercado...

En seguida, Jan no pierde tiempo y mira la lista que le dio su mamá, y compra todo...

Después de entregarle todo el mercado a su madre, Jan llega a la casa donde están trabajando. Cuando en la puerta lo recibe Gladis, quien le dice:

— Tal parece que todos los días se te pegan las cobijas.

— Buenas señora Gladis, tuve contratiempos.

— Eso dicen todos, ve, tu padre necesita ayuda, él no puede solo con todo.

— Si señora.

Jan entra a la casa, y ve a su padre haciendo una mezcla de sementó, y le dice:

— Ya estoy aquí.

— Qué bueno, ayúdame con esto, mientras voy al baño.

— Bueno....

Blick deja que su hija siga mezclando el sementó, mientras el al baño.

En medio del trabajo, Jan se confunde un poco, y al ver la mezcla dice:

— Bueno, y esto tan bastante... ¿esto para qué es?

Blick regresa del baño. Cuando su hijo le pregunta:

— ¿Qué es lo que vamos hacer con toda esta mezcla.

— ¿Cómo así? ¿Está bien hijo?

— Si.

— Esto es para fundir el piso del baño.

— Ah.

— ¿En qué estás pensando?

— No sé, estaba pensando en cosas que pasaron.

— ¿Cosas como qué?

— Las medias nuevas que tenía. Se rompieron a penas me la puse.

— Hace cuando compraste esas medias.

— No me acuerdo, pero sé que están nuevas.

— Hijo, necesitas vitaminas para recordar las cosas. Que no se te vaya a olvidar que el domingo hay culto.

— Claro, y voy hablar con el pastor para que ampliemos la Iglesia.

En ese instante, Stem se acerca a Jan y a Blick, y les dice:

— ¿Cómo va ese trabajo?

Blick le responde a Stem:

— Bien, va todo bien.

Stem pone sus dos manos en su cintura, y mira minuciosamente lo que está haciendo Blick y Jan, y luego les dice:

— Ustedes trabajan muy bien, sigan así.

Jan se sonríe. Cuando Blick le dice a Stem:

— Gracias.

En ese instante, Stem se va hablar con su esposa. Cuando Blick le dice a su hijo:

— Con ayuda de Dios, espero no llegar el domingo con este dolor de espalda.

— Eres muy necio padre, te dije que me dejaras lo más pesado, pero no haces caso.

— Hay que seguir adelantando.

— Si, hay que trabajar, pero no podemos dañar el templo de Dios...

Días después, Jan y su familia llegan a la Iglesia y saludan a varios hermanos de fe, y también al pastor Alberto, y se sientan casi al frente de donde está el pulpito...

Después de alabar y de adorar a Dios con canticos y danzas, Alberto separa en el pulpito, y saluda a todos los de la congregación. Cuando Jan lo queda mirando fijamente...

En ese instante, Alberto les dice a todos:

— El tema de hoy, es sobre la santidad... yo sé que a muchas personas no les gusta que se toque este tema, ni el tema de que hay un cielo y un infierno, y para no caer en el infierno hay que estar en Cristo, hay que obedecer a Dios... déjenme decirles, que si ninguno de nosotros buscamos la santidad, no veremos el reino de los cielos... tenemos la mejor herramienta al alcance de nuestras manos, y es la biblia, la palabra de Dios... estar bien con nuestro señor Jesucristo ese es y debe ser nuestro anhelo. Y por eso es que hay que buscar la santidad, ¿y ustedes mediaran cómo?... y yo les responderé. Amar a Dios sobre todas las cosas, amar a tu prójimo como a ti mismo, honrar a padre y a madre, no tendrás Dioses ajenos delante de Jehová, no tomaras el nombre de Jehová tu Dios en vano, acuérdate del día de reposo para santificarlo, no mataras, no cometerás adulterio, no hurtaras, no codiciaras la casa de tu prójimo, no codiciaras la mujer de tu prójimo... ¿estoy siendo entendido?

De inmediato, todos los hermanos le dicen que sí. Cuando el pastor les dice:

— Para ser un hombre o una mujer santos, tienen que dejar a un lado la ira, el enojo... ese enojo que mantenemos, por nada nos ponemos bravos... recuerden que nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Efesios 6:12... ahora les digo esto... no podemos idolatrar imágenes o estatuas, porque eso no le agrada a Dios, nuestro Dios es un Dios invisible... Dios creo al hombre y a la mujer... el hombre y después a la mujer... para que procrearan... si queremos santidad tenemos que dejar también lo celos... el hombre debe de respetar a su esposa, y la mujer debe de respetar a su marido... si queremos santidad tenemos que dejar, la glotonería...

De inmediato, Isabella le dice a su esposo:

— ¿Te acuerdas cuando yo estaba en esos tiempos que no podía parar de comer?

— Claro que me acuerdo, no sé cómo le hacías para comer tanto.

— Pero gracias a Dios logre vencer eso hace tiempo.

El pastor se acerca un poco a las personas, y les dice:

— En su forma de vestir pueden hacer caer en pecado a alguien... hay que dejar la inmoralidad sexual, la lujuria, la lascivia, la envidia, la hechicería, tiene que dejar la mentira... hay mucha gente que miente a cada instante, y no se cansa de mentir...

Una hora después, el culto termina y Jan se va abrazar al pastor, y le dice:

— Lo felicito pastor.

— Gracias hijo.

— La predica estuvo espectacular.

— Esperemos que a las personas se les haya quedado en la mente esta predica y examinen en que están fallando. Para que oren y ayunen. Y salgan adelante. Para que se puedan salvar.



#7158 en Otros

En el texto hay: espiritual, salvacion, concejos y otros

Editado: 09.02.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.