Bajo La Luz Del Sol

UN PUEBLO DIFERENTE

En ese instante, Jan y su padre se bajan de la camioneta y van a donde esta Isabella y las demás, y las saludan.

Luz y Dayana saludan con gran agrado a sus hermanas de la fe. Cuando Isabella le dice a su esposo:

— Vamos al parque a evangelizar, así que hoy, el padre e hijo les toca defenderse en la cocina.

— No hay problema esposa mía.

— Ah, y apúrenle preparando algo, Theo no demora en salir de la escuela.

— Entendido, ¿no quieren que las lleve?

— Nos vamos en el vehículo de Luz.

— Bueno.

De inmediato, Luz y Dayana se despiden de Jan y de Blick, y se suben al vehículo y se van de ese lugar.

Jan se sonríe, y le expresa a su padre:

— ¿Pensabas dejarme solo en la cocina?

Blick se sonríe también, y le pone su mano derecha en el hombro izquierdo de su hijo, diciéndole:

— Entremos a la casa a ver que hacemos.

Minutos después, Isabella y sus hermanas de la Iglesia, llegan al parque y de inmediato se acercan a una pareja de novios, y comienzan a evangelizarlos, pero estos reaccionan mal y les tiran un jugo que estaban tomando...

La pareja de jóvenes se van, mientras Luz e Isabella se limpian los vestidos.

Dayana dice:

— Que actitud tan mala la de esos jóvenes, se les ve por encima la maldad.

En seguida, Isabella les expresa a Luz y a Dayana:

— Ni siquiera habíamos empezado en forma.

Luz le dice a Isabella:

— Ya habrán personas que quieran escuchar de nuestro señor Jesucristo, no te desanimes.

— No lo estoy.

Dayana mira a un grupo de personas a veinte metros de ellas, y le expresa a las dos:

— Vamos hacia ese lugar, hay bastante personas allá.

Isabella dice:

— Oremos antes de ir allá.

De inmediato, las tres se ponen a orar antes de presentarse ante el grupo de personas.

En ese momento, las tres caminan hacia ese lugar. Cuando Isabella toma la vocería y saluda de primera a todo el grupo que está acampando en ese lugar.

Isabella presenta a sus hermanas de la Iglesia y después se presenta ella. Para luego preguntarles a todos los del grupo:

— Muchachos, ¿les gustaría hablar de Dios el día de hoy?

Varios de ellos se miran las caras. Cuando un joven, quien bebe una cerveza, le dice a Isabella:

— Pues hablen de una vez, así nos dejaran en paz.

Luz y Dayana se ven las caras. Cuando Isabella les comienza hablar del principio de la creación...

Condominio Bachman Village Home, con ayuda de su padre, Jan termina de hacer el almuerzo, y le expresa a Blick:

— Se ve buena esta comida, te toca probar esto.

Blick se acerca a la hoya, y mira las lentejas, y le dice a su hijo:

— Si, se ven buenas.

— Vamos papá, pruébalas.

— ¿Tú ya las probastes?

— Algo así.

— ¿Si o no?

— Si.

— ¿Y cómo están?

— Pues, necesito que las pruebes tu.

— Bueno.

En ese instante, Blick coge una cuchara y saca un poco de lenteja, y las prueba. Cuando le dice a su hijo:

— Definitivamente me quedo con las lentejas que hace tu madre, pero estas pasan un poco.

— Bueno, al menos comeremos algo, espero que a mi madre le esté yendo bien...

En el parque, Dayana y Luz quedan aterradas al ver que el gran número de personas se fueron. Y solo quedo una joven escuchando a Isabella hasta el final.

En seguida, la joven se levanta, y le dice a Isabella:

— Gracias por espantar a todos.

— No es espantar, les hablo de la vida eterna.

La Joven se va de ese lugar, y desde lejos queda mirando a todas muy feo...

Luz le expresa a sus hermanas:

— Estos jóvenes están muy agresivos.

En seguida, Dayana le dice a Isabella:

— ¡Sigamos!

— Si, sigamos...

Una hora después, Isabella entra a la casa, y ve a Theo comiendo en el comedor, y le expresa:

— Hola hijo, ¿cómo te fue en la escuela?

— Bien.

— ¿Y los demás?

— Están en el baño.

— ¿Los dos?

— Si, al parecer comieron esas lentejas que están allí, y eso les cayo muy mal.

— Oh, deja de comer esas lentejas entonces.

— Yo estoy comiendo huevo frito, aunque yo comí un poquito de lentejas y no me hizo daño.

— Yo te voy a preparar otra cosa.

Jan sale del baño, y le dice a Isabella:

— Qué bueno que llegaste mamá.

— ¿Estas bien?

— Si, creo que sí, con un pequeño dolor de estómago.

— ¿Y tu papá?

— Esta en el baño de arriba.

— Fue una locura haberlos dejado que cocinen.

— Me voy un rato a fuera.

— Bueno, yo voy a ver que hago aquí.

Jan saca su teléfono y pone alabanzas, y sale de la casa. Para luego ponerse en la cerca...

Jan pasa su dolor de estómago en medio de alabanzas y cantando en voz baja, y no se da de cuenta que Oscar lo está observando muy enojado desde el frente.

Varias personas que pasan con su vehículo cerca de la casa de Jan, lo quedan mirando feo.

En ese instante, Jan siente algo extraño y levanta su cabeza hacia el frente, y ve que varias personas lo están mirando de una forma a normal.

De inmediato, Jan mira la ventana de la casa del frente, y ve a Oscar, quien también lo está mirando mal.

Jan detiene la alabanza de su celular, y abre la reja de su cerca y pasa la calle corriendo. Y llega a la casa de Oscar. Cuando este abre la puerta, diciendo:

— ¿Qué quieres?

Sintiendo una fuerte y mal energía de parte de Oscar, Jan le dice a su vecino:

— Es que vine, porque creí que usted me estaba necesitando.

— Yo en ningún momento te he llamado, así que vete de mi casa. No eres bienvenido aquí.

— Bueno señor, de todas maneras, me disculpa y me saluda a Sara de mi parte.

De inmediato, Oscar le tira la puerta en la cara a Jan, pero este se queda mirando la puerta y luego la casa entera, y dice:



#7158 en Otros

En el texto hay: espiritual, salvacion, concejos y otros

Editado: 09.02.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.