Bajo La Luz Del Sol

LA ABUNDANCIA DEL PECADO EN SU MÁXIMA EXPRESIÓN

Asombrado Con la imagen que vio de su familia, Jan abre sus ojos, y dice:

— ¿Qué significa eso?

Jan se levanta y sale del estudio, y sale de la casa. Para luego subirse a su camioneta, y dice:

— ¿Sera posible que mi familia este en el cielo?... y si es así… oh Dios, ayúdame.

En ese instante, Jan se siente muy cansado nuevamente y se baja de la camioneta, y entra a la casa…

Jan sube a su habitación, y se acuesta a dormir por más de tres horas…

Después de todo ese tiempo, Jan comienza a escuchar mucha bulla, lo cual comienza a molestarle, y se despierta.

En seguida, Jan se levanta y ve por la ventana del segundo piso, y ve que el gran ruido proviene de la nueva Iglesia. Y baja rápidamente del segundo piso y sale de la casa, y corre hacia ese lugar…

Jan ve a mucha gente en la calle. Y se pone al frente de la Iglesia nueva. Cuando ve salir a dos hombres recién casados de la Iglesia. Haciendo que esto le cause una gran conmoción e impacto, y pone sus dos manos en su cabeza, y luego mira a unos metros de él, y ve a una mujer bailando reguetón sin pudor y casi desnuda en plena calle, mientras varios jóvenes la alientan para que siga en lo que está haciendo y se mueva aún más rápido…

Aturdido, Jan camina unos metros, y ve una pelea de una hija con su madre, y ve como la hija le pega una bofetada a su madre…

Jan mira también a unos policías golpeando a un afroamericano solo por su piel, y lo sacuden a cada instante…

Jan cae de rodillas al suelo. Cuando un hombre le roza su espalda, y este hombre le ladra como si fuera un perro…

De inmediato, Jan pone sus dos manos en su rostro, y cierra sus ojos, diciendo:

— ¿Qué le está pasando a este pueblo? ¿Esta es la realidad?

En ese instante, Jan quita sus dos manos de su rostro y ve cuando los dos hombres que se casaron, pasan en el carro matrimonial, y luego ve al hombre que le sigue ladrando…

La policía se lleva al hombre que estaba golpeando. Cuando Jan se levanta, y le dice al hombre que se cree perro:

— ¿Por qué actúa como si fuera un perro?

— Es que yo soy un perro, y este es mi territorio.

Jan queda bastante perturbado, y mira al frente de el a la señora que recibió la bofetada de p, y luego mira al hombre que se cree perro, y le expresa:

— Busca de Dios, tú no eres un animal, tú eres un hombre.

— ¿Quién te crees tu para decirme esas cosas? Yo soy un perro, ahora quítate de mí vista o te morderé tan fuerte que ni siquiera llegaras al hospital.

— Eres el primer perro que habla y camina en dos piernas.

El hombre el gruñe bastante a Jan. Cuando este se pasa la calle, y llega a donde está la señora llorando…

En ese instante, Jan se sienta al lado de la señora, y le dice:

— Acabo de ver lo que paso, y fue muy lamentable, pero por favor, deje de llorar.

— ¿Cómo me pides eso? Tengo que llorar, porque lo que me hizo mi hija… fue, fue muy grave… nunca pensé que mi propia hija me pegara.

Jan se pone más triste al ver el llanto de la mujer, y toca su hombro izquierdo, y le expresa a la señora:

— ¿Por qué su hija le pego? ¿cuál fue el detonante?

— Solo porque le dije que respetara a su novio.

— ¿Solo por eso?

— Y también se enojó, porque le dije que dejara de andar con uno y con otro, ¡tiene más de tres hombres!… fue en ese momento que me insulto y se me tiro encima.

Jan echa un vistazo a la Iglesia y a varias personas que se están yendo de ese lugar. Cuando mira a la señora, y le dice:

— No se sienta mal, usted le dijo la verdad a su hija, y cuando le dices la verdad a la gente, pues pueden reaccionar mal… ¿cómo es su nombre?

— Mi nombre es Luciana.

— Bueno Luciana, la invito a que se levante de este lugar, y necesito que no llore más y que reponga fuerzas, usted ha aconsejado bien a su hija, así que no desfallezca, ahora pídale fortalezas a Dios.

De inmediato, Luciana mira a Jan. Abriendo sus ojos bastante, y le pregunta:

— ¿Cuál Dios?

— Jehová.

En seguida, Luciana se desaparta violentamente de las manos de Jan, diciéndole:

— No me toques, no me toques, eres uno de esos cristianos que odian a mi alcalde.

Estupefacto, Jan se aleja un poco de la señora, y le expresa:

— ¿Qué le pasa? Hace unos momentos estaba llorando.

— Yo no necesito de tu ayuda muchacho.

— Señora, busque de Jesucristo y vera que todas las cosas, todas las cosas, las veras de otra manera, todos ustedes están como hipnotizados por ese hombre que está en la alcaldía.

— No le permito que hable mal de Marchal.

Dos jóvenes que estaban con la mujer que estaba bailando, escuchan lo dicho por Luciana, y se acercan, diciendo:

— ¿Quién está hablando mal del señor Marchal?

Jan siente una presencia muy mala, y se inquieta bastante. Cuando Luciana lo señala, diciendo:

— ¡Él lo está haciendo!

De inmediato, los dos jóvenes sacan navajas. Cuando Jan sale corriendo de ese lugar y es perseguido por los dos jóvenes…

Jan no corre hacia su casa para que no sepan a donde vive, y coge por otra calle. Y entra rápidamente a un restaurante. Haciendo que los dos jóvenes se detengan y se pregunten uno al otro por el paradero de Jan…

Los jóvenes se van de ese lugar. Cuando el mesero del restaurante se acerca por la espalda de Jan, y le dice:

— Joven, ¿necesita algo?

Jan queda mirando al mesero, y luego mira a varias personas comiendo, y le da mucha hambre, y le responde al mesero:

— Si, voy a comer algo.

— Entonces venga conmigo, yo lo voy a llevar a una mesa desocupada.

El mesero hace sentar a Jan cerca de dos veteranas, las cuales hablan y hablan de sus novios que tienen fuera de su matrimonio…

Jan escucha esas conversaciones. Cuando el mesero le entrega el menú…

Condominio Riverside, Marchal esta apunto de salir de su casa. Cuando recibe una llamada de la policía diciéndole que el joven que lo había atacado, se escapó.



#4610 en Otros

En el texto hay: espiritual, salvacion, concejos y otros

Editado: 09.02.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.