Bajo La Luz Del Sol

NO ESTAMOS SOLOS

De inmediato, Jan mira el vecino, quien tiene una sonrisa burlona, pero no le presta atención y sigue organizando la camioneta...

Oscar se acerca un poco más, y le dice:

— Es mi impresión, o veo que tu padre y tu madre te han abandonado.

Jan vuelve a mirar a Oscar, y esta vez le responde:

— No, ellos no me han abandonado, y aunque lo hicieran, yo no estaría solo. Jehová Dios está conmigo. ¿Y tú con quien estas?

— Pues, pues, yo tengo a mi familia... tengo a mi mujer y a mi hijo, tengo mi trabajo, tengo todo para ser feliz, ¿de qué me hablas muchacho?

— Te hablo, de que estas con el enemigo.

— ¿Qué?

— Si no estas con Jesús, estas con el Diablo.

— ¿No hay ningún momento en que no dejes de hablar de tus cosas cristianas?

— No, yo amare a Dios en cada segundo, en cada minuto, a cada hora, todos los días, todos los meses, los trecientos sesenta y cinco días del año, y toda la eternidad...

Oscar queda sin palabras, y no tiene nada que decir ante eso, y pasa la calle, y entre de nuevo a su casa.

En seguida, Jan mira el cielo y decide meter la camioneta al garaje, y entrar de nuevo a la casa...

El día siguiente, Jan se está duchando. Cuando escucha un ruido en la cocina, y coge su toalla rápidamente y baja hasta la cocina...

En ese momento, Jan ve el gato de los vecinos del lado derecho, y dice:

— Ah, ¡eres tú! ¡Me asustaste!

Jan coge el gato blanco con naranja del mesón de la cocina y lo carga, diciendo:

— Pensé que era mi familia... no tengo comida para gatos, pero de pronto encuentre algo que te guste en la nevera...

Minutos después, Jan le da comida al gato y luego se cambia y desayuna, para después ir se en la camioneta a casa de doña Francis...

Condominio River Watch, Jan llega a casa de doña Francis, y se baja de su camioneta. Cuando un señor queda viendo los plásticos que tiene la camioneta, y dice:

— Es un milagro que ande así, sin que la policía lo detenga.

Jan mira su vehículo y no le presta atención al señor, y luego se dirige a la casa de doña Francis...

En seguida, Jan toca el timbre, pero repentinamente ve que la puerta está abierta. Y decide entrar, diciendo:

— ¡Doña Francis! Buenos días.

En ese momento, una joven coge una porcelana de flores con intenciones de golpear a Jan, diciéndole:

— ¿Quién es usted?

Jan alza sus manos, respondiéndole:

— Yo soy el que está trabajando aquí, doña Francis contrato a mi padre y a mi... baje ese florero por favor.

Una mujer entra a la casa, y le dice a Jan:

— ¿Quién es usted?

La joven baja el florero y le dice a la mujer:

— Él dice que es trabajador de mi tía.

Jan mira a la mujer, y le expresa:

— Así es, yo soy el que está diseñando todo esto, vine a pedirle disculpas a doña Francis por haberle dejado todo este desorden. Y no haber trabajado estos días.

La joven le dice a Jan:

— No va a poder disculparse.

— ¿Por qué?

— Mi tía no está, ella no aparece al igual que mi hijo de dos meses de nacido.

De inmediato, la joven se pone a llorar. Cuando la mamá la abraza, y le expresa a Jan:

— Como le dijo mi hija, mi hermana no está, así que déjenos solas.

— ¿Cómo es su nombre señora?

— Echel Thomas, y ella es mi hija Samantha.

— Yo soy Jan, y no me puedo ir sin antes decirles de la esperanza y el amor eterno de nuestro señor Jesucristo.

Samantha sigue llorando. Cuando Echel le pregunta a Jan:

— ¿No me diga que usted es cristiano?

— ¿Está usted en contra de hablar de Dios?

— Por esa razón tenía mis diferencias con mi hermana Francis, pero adelante, aunque le anticipo que diga lo que diga, usted no le va a quitar el dolor que tiene mi hija ahora.

— Se equivoca rotundamente, yo también tengo familia desaparecida, y estoy tranquilo, y lo estoy porque sé que donde quiera que estén, ellos van a estar con Dios, lo mismo con el hijo de su hija.

Samantha mira a Jan, y le expresa:

— ¿Usted quiere decir que mi hijo está muerto?

— Yo no dije que este muerto, dije que debe de estar en un mejor lugar que este...

Jan comienza a darse cuenta de algo y camina hacia un lado. Cuando le duele un poco la cabeza.

Echel le dice a Jan:

— ¿Qué le sucede?

— Solo tuve un dolor de cabeza.

Luego de pasarle el dolor, Jan le expresa a Samantha y a su madre:

— Jesucristo es su amigo, es su médico, es su consejero, es su maestro, Jesucristo es su psicólogo, Jesucristo es su defensor, es su escudo, es fortaleza, Jesucristo es puro amor. Ustedes no están solas.

Samantha le dice a Jan:

— Tú me inspiras bastante confianza, ayúdame a buscar a mi hijo.

De inmediato, Echel le expresa a su hija:

— ¿Qué te pasa Samantha?

— ¿Qué?

— Recién conoces a este joven y ya le estas diciendo que te ayude a buscar el niño.

— ¿Qué de malo tiene eso? La policía no ha salido con nada, ahora mi tía también esta desaparecida.

— Has lo que tú quieras.

Jan se acuerda del mensaje que leyó de la prioridad y del hombre de la gasolineria, y le expresa a Samantha:

— Creo que no voy a poder ayudarte.

— ¿Por qué?

— En estos momentos, mi prioridad es buscar almas para Cristo.

— Tú mismo dijiste que Jesús es amor, ayúdame por favor.

Jan queda mirando a Echel y a Samantha, y luego dice:

— ¿A dónde perdiste el niño?...

Bachman Village Home, totalmente confundidos, Oscar y Sara sirven los cereales favoritos de su hijo e intentan darle de comer, pero el muñeco se cae del comedor...

Oscar se pone histérico por lo sucedido, y le grita a Sara:

— ¡MIRA LO QUE HICISTES! ¿ACASO QUIERES MATAR AL NIÑO?

— La culpa fue tuya.

— Siempre me echas la culpa de todo.



#7158 en Otros

En el texto hay: espiritual, salvacion, concejos y otros

Editado: 09.02.2024

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