Mar Tempestuoso

Cada paso que doy en su mundo incierto,
es un baile en la noche, un encuentro encubierto.
Los límites se desdibujan, se tornan etéreos,
mientras sigo la senda donde todo es deliciosamente voraz.

El dulce peligro que lleva su nombre,
es un mar tempestuoso, es viento en su hombre.
Y aunque sepa que el final puede ser trágico,
en su abrazo letal, encuentro lo mágico.

Dejo que su maldad me envuelva por dentro,
como un poema eterno, cual verso sin tiempo.
Por cada latido, por cada suspiro,
su oscuridad me llama, y yo soy su suspiro.

Así me entrego a su fuerza implacable,
desnudando mi alma, volviéndola inquebrantable.
Soy la polilla que danza en su flama divina,
y en la brasa ardiente, mi amor se aproxima.

Resumen: el poema trata sobre la dicotomía entre el deseo y el riesgo, la belleza y la destrucción, encapsulando una lucha interna entre la atracción por lo prohibido y la vulnerabilidad que eso conlleva.