Bajo La Piel De Lobo

EL PLAN

CAPÍTULO V

El plan

 

 

            Definitivamente el tiempo es inexorable e indolente en su andar, no se para, no se inmuta, no da tregua en su continuo avance hacia quién sabe dónde, porque al final de cuentas parece no llegar a ningún lado. La sensación de vacío que estaba experimentando Thomas le había sumido en una especie de amargura y mal humor, que cada día se hacía más notable y acentuado, no solo para sí mismo, sino también para las pocas personas que interactuaban con él.

            Por un tiempo había vivido una aventura fantástica que siendo franco consigo mismo, no creyó que le fuera a generar aquella sensación de emoción, de aventura, de fantasía, de alegría, de sentirse vivo. Había sido un emprendimiento arriesgado como nunca antes había tenido otro igual y… eso sí, tampoco nunca más debería tener.

            Luego de la nunca bien descrita decepción que experimentó con la puta de Jasmine, todo su mundo se vino abajo. La muy perra solo había llegado a su vida para burlarse de sus sentimientos y destruir su centro de gravedad. Al menos ese era el razonamiento que le dictaba su corazón. Espera, espera ¿y desde cuándo el razonamiento lo dicta el corazón? No importa, como quiera que sea, Jasmine no tenía ni la menor idea de las fuerzas oscuras que había desatado en él.

            Lógicamente la chica fue expulsada de la universidad después del enorme escándalo de proporciones épicas. Por otra parte, el protagonista masculino de aquel video pornográfico que estaba a disposición de cualquiera que tuviera acceso a la red, fue severamente amonestado y… y… bueno coño, a fin de cuentas era el capitán del equipo de futbol americano. Lo cierto es que aquel video no hizo más que incrementar su popularidad entre las chicas y hacerlo más envidiado entre muchos de los varones.

            En el caso de Thomas, seguramente habría querido dar un ojo de su cara con tal de obtener venganza de ambos sujetos. Pensó en enviarle cartas anónimas de burlas, o amenazas con dirección a la casa de Jasmine, como para sacar de adentro un poco del dolor que llevaba, pero luego de meditarlo un tiempo, entendió que aquello sería un delito y si era pescado estaría en serios problemas: “lo que te faltaba, terminar yendo a la cárcel por esa zorra que ya bastante te destruyó la vida”,  se dijo a sí mismo.

            En virtud de sus calificaciones obtuvo la oportunidad de comenzar pasantías en una importante empresa electrónica, que posteriormente terminaría por extenderle un contrato permanente al brillante estudiante. Increíblemente le dieron la oportunidad de participar en el equipo de desarrollo de nuevos productos, que por entonces intentaba diseñar la nueva generación de teléfonos celulares de la compañía.

            Rápidamente Thomas estaba camino de poner la bandera en la cima del mundo en señal de conquista. Culminó su pre-grado y logró colarse en el equipo soñado de las grandes ligas del mundo electrónico. La imagen corporativa de la compañía era una manzana y él, se había vuelto el afortunado gusano que se la comería toda. Estaba convencido de ello y de que solo sería cuestión de tiempo, el inexorable tiempo.

            El único problema en todo esto seguía siendo Jasmine. Ni siquiera los años habían logrado sacar de su cabeza la rabia y el rencor hacia ella; necesitaba vengarse de alguna manera, hacerle daño, que pagara por el sufrimiento irremediable que ella le había ocasionado. Hasta ese momento había luchado con el deseo de indagar sobre la vida de la chica; ella por su parte había roto todo lazo con las personas que alguna vez fueron su círculo  social en la universidad, ya fuera por vergüenza, o por simplemente querer hacer un borrón y cuenta nueva. Pero en la época actual, no hace falta más que escribir el nombre de una persona en un buscador en línea, para saber cuando menos los aspectos generales de la vida de esa persona. Y si fuera el caso, posiblemente hasta obtener detalles muy íntimos de la susodicha.

            Un día cualquiera ya no se aguantó, terminó por indagar sobre la vida de Jasmine y accedió a sus redes sociales; habría querido ver una vida miserable reflejada en fotos tristes, experiencias mediocres  y desoladas, pero en su lugar la chica compartía con sus muchos seguidores y amistades virtuales, un sin número de fotos y experiencias fantásticas. Finalmente se había graduado en otra universidad menos prestigiosa, pero igualmente respetada. Estaba trabajando en una compañía que proveía ciertos servicios para empresas tecnológicas del llamado “silicone valley”, incluyendo la empresa donde el propio Thomas trabajaba.

            Había incontables fotos vacacionales a diferentes destinos paradisíacos como Cancún, Bahamas, el centro de ski Vail en Colorado y  la lista seguía. Pero si todo aquello era absolutamente lo contrario a lo que Thomas habría querido ver, la guinda en el pastel eran las cientos y cientos de fotos de ella con varios tipejos que por lo visto, habían sido sus parejas durante los últimos años – muy propio de ella – pensó lleno de rabia y consternación – ni siquiera tener la decencia de ocultar las fotos de anteriores amores. Exhibir a sus muchos maridos sin respeto hacia ellos mismos, es muy característico de una zorra como ella – la verdad es que en la mayoría de los casos, los personajes masculinos que la acompañaban en foto, no estaban en otra postura que no fuera de acompañamiento; bien podían haber sido amigos, familiares o parejas, era imposible afirmarlo solo con ver aquellas imágenes; pero en la cabeza de Thomas, Jasmine no era más que la misma puta que vio con horror, en el fragmento de aquel video obsceno que observó por primera vez en una habitación de residencia en la universidad.




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