Bajo la sombra del rey

CAPÍTULO 04.

Hermes.

Estaba en mi cabaña apunto de ir a dormir cuando sonó la campana que normalmente no sonaba hasta el amanecer, cuando salí de mi cabaña me informaron que habían cuatro chicos afuera del santuario que estaban siendo atacados por una umbra.

Con rapidez tome mi escudo y mi espada listo para salir a ayudar a los chicos pero cuando alcance llegar a la entrada del santuario me sorprendí al ver que los cuatro chicos malheridos cruzaban la puerta. Después de unos segundos después de haber atravesado la barrera, como si se tratase de bolos uno por uno cayeron desmayados hasta que solo una joven quedó de pie tratando de alcanzar a sus compañeros pero esa chica solo logró estirar su brazo para alcanzar a su compañera pero ella igual cayó desmayada, como por instinto corrí y logré sostener su cabeza antes que se golpeara con el suelo. Quirón se acercó al alboroto y al analizar la situación finalmente habló.

— Hermes, Artemisa, Ares y Anteros lleven a los chicos a la enfermería de inmediato — con voz serena como siempre.

— Sí señor — contestamos los cuatro ante la orden.

Yo cargue a la chica que le sostenía la cabeza era extraña nunca había visto a una chica como ella su piel demasiado pálida que parecía estar muerta, su cabello era blanco como la nieve al igual que sus pestañas y cejas, Atenea llevó a la otra chica mientras que Ares llevaba a un chico con buen cuerpo a mi parecer pero igual era alto de cabello rojizo y Anteros llevó al otro chico que era mucho más estético y un poco más bajo que su compañero.

Los cuatro fuimos a la enfermería y dejamos a cada uno en una camilla, le informamos a las curanderas sobre su estado y fueron a atenderlos de urgencia, nosotros nos quedamos a ver que todo saliera bien por una extraña razón sentía una sensación de que no teníamos que dejarlos morir.

*

— ¿Cómo están? — me dirigí a Primula que es una de las que está a cargo del cuidado de los jóvenes.

— Están bien, solo necesitan reposo y sanar las heridas más profundas — me informo con amabilidad.

— Pero esa chica está muy mal, tiene una herida en el abdomen que es muy profunda, no esperamos que sobreviva pero haremos lo posible por salvarla — admitió mientras volteaba a ver a la chica de cabello blanco y luego de terminar de hablar puso su mano en mi hombro para luego retirarse.

De camino con Quirón pensaba en dónde había visto a una chica así, pues claro era igualita a la hija de aquel hombre que fui a advertir hace 20 años después de unir los hilos corrí lo más rápido que pude para informarle a Quirón que los elegidos ya están con nosotros.

Llegué y toqué su puerta esperando su señal para entrar, él contestó con su voz serena de siempre un “adelante”.

Al escuchar esa palabra abrí la puerta y entré, antes de hablar hice una pequeña reverencia con la cabeza y comencé a hablar.

— Señor Quirón los recién llegados por ahora esta bien Primula me dijo que ahora solo necesitan reposo, pero hay una en especial que está muy grave los curanderos no creen que sobreviva pero harán lo posible — le informe frente de él con una postura firme.

— Está bien pero para mi parecer no es todo o si Hermes — me volvió a ver sabiendo que no le estoy diciendo algo.

— Bueno… si hay algo más, mientras venía a verlo señor estaba pensando donde había visto a esa chica de cabello blanco, después de un rato recorte que es igual a aquella hija del hombre que fui a advertir hace años y eso me lleva a pensar que esos chicos podrían ser ellos — baje la cabeza mientras juego con mis manos.

— Entiendo, si eso piensas tendremos que confirmarlo, ve al oráculo pregunta y si resultan ser ellos serán entrenados por los mejores del santuario — su voz está llena de esperanza por saber que pueden ser ellos.

— Entendido señor, iré de inmediato y le informaré de lo que dijeron — asentí con la cabeza ante su orden y con mucho respeto pase a retirarme.

Fui hacia el oráculo a paso lento perdido en mis pensamientos, al escuchar pasos a mi lado me hizo reaccionar, jóvenes pasaban corriendo y otros caminando claramente era su hora de entrenamiento todos en este lugar lo hacían sabían que llegaría el día donde tendremos que luchar.

El oráculo estaba oculto en una cueva, yo ya estaba entrando con extremo cuidado porque casi no se veía nada y había muchas piedras con las que podía tropezar, iba concentrado en no caerme pero una voz me sobresaltó.

— Que te trae hasta aquí muchacho — se escuchó una voz casi angelical, se que el oráculo me está hablando.

— Me ha enviado Quirón, he venido a hacerle una pregunta de suma importancia — mi voz es firme.

— Habla muchacho — esa voz que parece de ángel es neutra que si la llegas a escuchar en un humano pensarías que no tiene emociones.

— Queremos saber si esos muchachos que llegaron en la noche de ayer son los de la profecía — mi voz sigue siendo firme pero por dentro estoy nervioso.

— Así es, ellos llegaron a nosotros y con un buen entrenamiento y dominio de su poder pronto tendrán la suficiente fuerza para vencer a la oscuridad pero cuidado porque uno de ellos sera tratado de llevar por la oscuridad — con esto confirmo lo que sospechaba — ahora ve muchacho avisa a Quirón y que los jóvenes sobrevivan sin ellos caeremos en la oscuridad eterna.




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