Dimitri bajo a la cocina y allí estaba Giorgio y Nadia en una conversación, cuando voltearon miran a Dimitri en la puerta mirándolo a los dos.
— ¿Qué tiene algo que decirme?
— No, solo que de donde salió la joven, de donde es Dimitri. Tiene familia, o un esposo.
— Ella dijo que no tenía a nadie, que tomo malas decisiones, eso es todo.
— Por favor jefe, sé que debe de tener a alguien. De seguro la están buscando.
— Ya está bueno, ella se quedará aquí, y otra cosa que quería decirme me casaré con ella, será mi esposa y para su hija seré su padre.
Los dos empleados se quedaron callados y Dimitri dio la vuelta y se fue a su habitación. No estaba dispuesto a escuchar a nadie. Mientras, Nadia y Georgio seguían en su conversación.
— ¿Qué le ocurre a Dimitri Georgio?, ¿Por qué está haciendo estas cosas? —le dijo Nadia.
— Sabes que Dimitri es una persona testaruda, y cuando quiere algo lo obtiene en especial a esa joven.
— Sí, pero no entiendo por qué el casamiento.
— Tendrá sus razones para hacerlo.
— La verdad que desde que se separó de Anna, Dimitri ha vivido una vida, de soledad y bueno, decidió que con la chica cambiaría si vida.
Al día siguiente, Dimitri va al cuarto de Anya y no la consigue allí. Y piensa que la joven no deseaba el trato que había firmado. Luego bajo a la cocina y escucho muchas risas y allí estaba Anya con su pequeña pequitas. Cuando los empleados vieron a su jefe, todo comenzaron a retirarse de la cocina, dejando un silencio total entre ellos.
— Disculpe, señor, pero la joven llegó a la cocina de sorpresa la pequeña y comenzamos hablar.
— Está bien, pero Anya necesita descanso, así que debe estar en su habitación.
Anya frunció el ceño y miro a Dimitri, lo llamó aparte y le dijo.
— Ellos no tienen la culpa de nada, fui yo quien bajo a la cocina porque quería comer algo, así que la próxima vez sé más educado.
Dimitri iba a decir algo y Anya lo silencio poniéndome a la bebé en brazos. Luego se dirigió a los empleados y dice.
— El señor cargará a la bebé un rato, mientras yo los ayudo en la concina.
En ese momento Nadia dice muy divertida.
— Está bien, señora, lo que usted diga. —y no aguantaba las risas.
Georgio, que estaba allí, se dio la vuelta y salió de allí, no aguantaba las risas. Después de unas horas interminables, Anya se fue a dormir con la bebé. Mientras que Dimitri salió de la casa a su trabajo e iba hablando con Giorgio.
— Te saliste de la cocina porque no aguantabas las ganas de reír.
— Disculpe, señor, pero era la primera vez que lo veía sin poder hacer nada, esa jovencita lo silencio de una sola vez.
— Lo sé, pero que todo el personal se riera de mí.
— Bueno, señor, es que en verdad, dio risa de la manera que entró y hablo con la joven.
— No quiero que se rían de mí, ya sabes la próxima los despido.
— Está bien, señor, hablaré con el personal.
— Eso está mejor.
Lo que no sabía Dimitri que los secretos corrían como pólvoras. Al llegar a su trabajo, allí no estaba un cliente que estaba pendiente por hablar con él, sobre algunos negocios importantes.
Cuando llega a su oficina allí está Zakary Novach, esperándolo sentado en su elegante oficina al verlo le dice.
— Dimitri, un placer verte de nuevo. He oído que los pozos de Siberia están superando las expectativas este trimestre.
— Así es, los números no mienten. Pero dime, ¿a qué se debe tu visita? No creo que solo sea para hablar de petróleo. Además, tenías tiempo sin venir a la empresa. —el hombre le sonríe
— Tienes razón. También quería felicitarte personalmente. Los rumores dicen que te casas pronto, y que tienes una hija. Debe ser un momento emocionante para ti.
— Vaya que los chismes vuelan y son como pólvoras. Si me casare, pero no estás aquí para hablar de esas cosas, sino para hablar de negocios primero. ¿Qué propuesta traes a la mesa?
— Claro, al grano. Estoy interesado en expandir nuestras operaciones conjuntas en el Mar Caspio. Creo que hay un potencial sin explotar y…
— Sí, he revisado los informes. El Mar Caspio es prometedor, pero es un terreno complicado, políticamente hablando. ¿Estás preparado para navegar esas aguas?
— Con tu experiencia y mi equipo, no hay mar que no podamos cruzar. Además, con tu boda en el horizonte, una alianza sólida sería beneficiosa para ambos. Un nuevo capítulo para ti, un nuevo comienzo para nuestros negocios.
— Interesante punto.
— Entonces, ¿qué dices? ¿Brindamos por el petróleo, tu boda y las nuevas alianzas? —se sonrió.
— Por el petróleo que fluye y las historias que se cuentan. A la prosperidad y a los lazos que nos unen.
Dimitri había firmado un contrato con Zakary de una plataforma de petróleo, y también de su boda con Anya. Todo aquello revuelo de la boda de Anya con Dimitri alcanzó revuelo.