Mariana, años después, escribió sobre su historia. No era un relato de un amor convencional ni fácil, sino una reflexión sobre lo que significa encontrar algo raro en un mundo que parece estar lleno de lo común. Ella había aprendido a amar sin expectativas, sin prisa, aceptando las imperfecciones tanto en ella como en Andrés.
Y aunque la vida siguió su curso, y sus caminos tomaron rumbos diferentes, siempre llevarían con ellos esa historia. Un amor que, aunque raro, los marcó para siempre, recordándoles que lo verdadero no siempre es lo más fácil de encontrar.