Un paso a París

UN PASO A PARÍS

Escuchando a Brandom quejarse de lo que estaba pasando en París, me tomé la libertad de pensar porque él era el más capacitado. Brandom Mculler estudio conmigo en la universidad. Él saco cursos de cine y fotografía en Barcelona. Desde el primer día me hice amiga de más de la mitad de la clase, tenía problemas con ser una que habla hasta por los codos. Él era más… diva desde el inicio, nunca oculto quien era y eso le dio puntos extras en nuestra relación.

Me gustaban las personas directas, que eran auténticos a ellos. Siempre opine que las personas son poco sinceras, siempre mienten y engañan. Por eso es que me gustaba ser tan directa en muchos aspectos de mi vida.

─Malditos permisos ─dijo Brandon por cuarta vez ─. Son tan complicados en esta maldita parte del mundo.

Brandon estaba estudiando una maestría en Barcelona y decidió hacer conexiones en París de paso para futuras campañas que involucren Europa. Esto me resulta tan conveniente en estos momentos, de no haber estado Bran ahí, quizá hubiera pasado de París.

─Ya van a salir, aun tenemos una semana ─dije intentando calmarlo, pero la verdad es que yo también estaba desesperada.

─¿Crees? ¡Los cabrones son unos complicados!

Solté una risa bastante escandalosa porque no quedaba de otra. Me encantaba como podía simplemente calmar todo con un comentario. Mi estrés seguiría estando pero al mismo tiempo me calmaba saber que estaba del otro lado.

─Bueno, que te diré ─sople el aire de mis pulmones ─. Así es la vida, no solo los franceses.

─Dame buenas noticias ─dijo él al cabo de unos segundos.

─Ya tenemos los modelos y están para chuparse los dedos ─y no mentía. Los dos eran demasiado atractivos, de ser lesbiana ella sería mi tipo y él, ni digamos─. Muy estilo francés elegante. Alto, con barba corta, cabello oscuro, ojos profundos azules y un cuerpo delgado pero marcado.

─Necesito ver fotografía ¿De donde los sacaste?

─Los dos son franceses. Pensé en contratar a una chica inglesa pero me salía más cara de lo que pensé, los boletos están por los cielos.

El equipo que estaríamos usando para la filmación eran de Barcelona, amigos de Brandon de la maestría. Eran buenos y me gustaba su trabajo. Tenía amenazado a Bran que si fallaban, le cortaría la cabeza a él y a todo el equipo.

─Madre mía ─dijo Bran cuando le mande la foto de él, sabía que ella no le importaba en lo mínimo, aun así le mande la fotografía de ella ─. Lo quiero poner en un…

─¡Woooooo! No quiero saberlo ─interrumpí antes de tener que lavarme los oídos con alcohol.

Nos quedamos hablando un par de minutos más acerca del tema del anuncio y como manejaríamos la campaña. Ya le había mandado a Bran los bocetos y el guion. Le encantaba la idea de como manejaríamos todo.

¿El único problema? Aun no había nieve.

─Ya tengo listo el alquiler de las maquinas de nieve ─Bran suspiro ─, eso va elevar un poco el presupuesto pero todo se arregla con retoques en computadora.

─Pídele a Zeus que haga nieve.

─Zeus tira rayos, no nieve ─Bran estaba riendo al tiempo que lo decía.

─Como sea. Necesito nieve.

─¿En que paro tu chino? ─Bran sabía todo lo que estaba pasando y lo apoyaba. Se lo dije en plan de decirme loca, pero no funciono. El chico tenía una creencia al mil en este tema que nunca supe.

─¡Coreano! Y no, todo bien. No hay novedades ni nada. Mañana iré con Stef a que revisemos los registros Akashicos. Quiero saber si en verdad este chico es mi alma gemela. Quiero saber porque yo recuerdo y él no. Quiero saberlo todo, esto me esta volviendo más loca de lo que ya estoy ─me queje.

─Así puedo ver cariño. A todo esto ¿registros akamonchis? ¿Qué es eso?

─Akashicos ─le volví a decir como si fueran lógicos. Le di la explicación del archivo del universo y de todo el maldito planeta. Le explique todo a detalle y luego me quede explicándole el procedimiento.

─Vaya suena demasiado interesante ─Bran soltó una risita antes de despedirse porque debía ir a dormir.

Era verdad lo que sentía y eso era la cosa más loca. Normalmente nos acomodamos a una persona, nos enamoramos de ella, sentimos cosas increíbles por el tiempo que se pasa con esa persona. Somos felices y damos todo por esas personas porque ellas están ahí. Yong no estaba presente en ningún momento. ¿Por qué debía sentir algo?

¡Es lo más estúpido que se! Él no debería de estar presente nunca, solo como un artista que me gusta y al contrario de eso lo extraño como si lo conociera. Duermo y sueño con él, me  baño y pienso en él,  como y pienso en mantenerme en forma por si lo conozco alguna vez. De verdad que es una locura.