Bajo las luces de nueva Orleans

Capitulo veintidos:nuevas emociones

⭐Eliana ⭐

Nueve meses después

Nueva Orleans siempre huele a regreso.

A pan caliente, a café fuerte, a humedad vieja mezclada con esperanza.
Cuando el autobús cruzó el puente y vi aparecer las calles conocidas, sentí cómo algo dentro de mí volvía a acomodarse en su lugar… aunque ya no era la misma.

Nueve meses.

Nueve meses de silencio.
De miedo.
De amor contenido.
De noches en las que dormía con una mano sobre mi vientre y la otra apretando un recuerdo que no me atrevía a soltar.

Ángel bajó primero, sosteniendo una de las maletas. Yo lo seguí despacio, con el cuerpo cansado y el corazón alerta. El bebé dormía en mis brazos, envuelto en una manta color crema.

—Ya llegamos, Eli —dijo él en voz baja, como si el mundo pudiera romperse si hablábamos muy fuerte.

Asentí.

Nueva Orleans nos recibió sin preguntar nada.La puerta se abrió antes de que tocáramos.—¡Mi niña…! —gritó mi tía Ángela, con los ojos llenos de lágrimas.

Me abrazó con cuidado, como si yo fuera de cristal… y luego miró al bebé.—Ay, Dios mío… —susurró—. Es perfecto.Antes de que pudiera responder, Keria, su gata gris de ojos verdes, se acercó con paso elegante, olfateando curiosa. Detrás de ella apareció Cars, el perro lobo enorme, serio, protector… que se sentó frente a mí como si entendiera exactamente quién acababa de llegar.

—Ellos son mis bebés —dijo mi tía, sonriendo entre lágrimas—. Pero creo que hoy… van a aceptar a uno más.Cars se acercó despacio y apoyó el hocico cerca del pie del bebé. Keria saltó al sillón y se acomodó como guardiana.—Te van a cuidar —murmuré—. Igual que tú nos vas a cuidar a nosotros, tía.

Ella me besó la frente.—Aquí nadie te va a tocar, Eliana. Nadie.Y por primera vez… lo creí.Los días pasaron tranquilos.La panadería seguía oliendo a hogar.Las mañanas eran lentas.Las noches silenciosas.Ángel se quedó con nosotros. Ayudaba en lo que podía, dormía en el cuarto del fondo y nunca preguntaba más de lo que yo estaba lista para decir.

Hasta que un día…

Salí con el cochecito.
Solo una vuelta corta.
Solo aire.

Y entonces la vi.

Evangs.

Vestida impecable. Tacones firmes. Mirada afilada.

El mundo se detuvo.

Ángel iba un paso adelante y no la vio a tiempo. Chocaron de frente.

—Fíjate por dónde caminas —dijo ella, molesta… hasta que levantó la mirada.

Y me vio.

Todo cambió.

Sus ojos se clavaron en mí como cuchillas.
Luego… bajaron.
Al cochecito.

Al bebé.

El silencio fue brutal.

Ángel giró, sintiendo la tensión.

—¿Eli…? —susurró.

Yo no me moví.
No corrí.
No bajé la cabeza.

Evangs sonrió.

Una sonrisa lenta.
Peligrosa.

—Así que volviste —dijo—. Pensé que habías aprendido a desaparecer.

Me acerqué un paso.

—No vine por ti —respondí—. Vine por mí.

Sus ojos ardieron.

—¿Y eso? —miró al bebé—. ¿Qué es?

Sentí el pecho cerrarse… pero no retrocedí.

—Mi vida.

Ella soltó una risa suave.

—Interesante —murmuró—. Kelian nunca me habló de esto.

Ángel dio un paso adelante, firme.

—No tienes derecho a hablarle así.

Evangs lo miró por primera vez.

Y algo en su expresión cambió.

Lo observó de arriba abajo.
La forma en que se paraba frente a mí.
La manera en que me protegía sin tocarme.

—Tú… —dijo despacio—. Tú no me dejas de sonar.

Ángel no respondió.

Ella lo miró… demasiado.
Como si intentara grabárselo en la memoria.

—Cuida bien lo que no es tuyo —le dijo finalmente, volviendo a mirarme—. Nueva Orleans es pequeña. Muy pequeña.

Y se fue.

Yo no respiré hasta que dobló la esquina.Esa noche no dormí.Me senté en la cama, con el bebé dormido sobre mi pecho, mientras Cars se acostaba frente a la puerta y Keria vigilaba desde la ventana.Ángel tocó suavemente.—No tienes que enfrentarla sola —dijo—. Nunca más.Lo miré.

—No quiero guerra —susurré—. Ya he perdido demasiado.

Él negó.

—No estás sola, Eli. Y ya no eres la misma mujer que se fue.

Miré a mi hijo.

—No —respondí—. Ahora soy madre.

Y eso… lo cambia todo.

Nueva Orleans seguía siendo peligrosa.
El pasado seguía respirando cerca.
Evangs seguía ahí.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.