∞ Capítulo 4

𝐂𝐎𝐌𝐏𝐑𝐎𝐌𝐈𝐒𝐎𝐒 𝐘 𝐂𝐎𝐍𝐅𝐋𝐈𝐂𝐓𝐎𝐒

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Los días pasaron rápidamente, y la presión sobre Emma y Javier aumentaba con cada momento que compartían. Aunque su amor crecía más fuerte, también lo hacía la tensión con sus familias. Las tradiciones y expectativas seguían siendo un obstáculo enorme que debían superar.

Una mañana, mientras Emma tomaba un café en la cocina, Alejandro entró con una expresión seria en el rostro.

—Emma, tenemos que hablar —dijo, sentándose frente a ella.

Emma sabía que este momento llegaría, pero no esperaba que fuera tan pronto. Dejó su taza y miró a su hermano con determinación.

—Alejandro, sé que tienes preocupaciones, pero debes entender que Javier y yo estamos comprometidos. Nuestro amor es real, y queremos estar juntos.—

Alejandro suspiró, pasándose una mano por el cabello.

—Emma, no es que no quiera que seas feliz, pero las expectativas de nuestras familias son claras. Javier tiene un compromiso con Alma, y tú… tú también tienes un compromiso.—

Emma lo miró, sorprendida y confundida, lo que había dicho hace unos días no lo podía creer aún, que sus padres se atrevieran a hacerle eso. —¿De qué estás hablando?

Alejandro dudó por un momento antes de continuar. —Nuestros padres han arreglado un matrimonio para ti. No mentía cuando lo dije.

El corazón de Emma se hundió al escuchar las palabras de su hermano. La idea de un matrimonio arreglado era una tradición antigua que ella nunca había imaginado que le afectaría. Pensando que su hermano había utilizado aquello para separarla de Javier decidió no cree en esas palabras, pero ahora podía ver la honestidad en Alejandro.

—No puedo creerlo… Pensé que era una jugada tuya.—susurró Emma, tratando de procesar la información—. Pero eso no cambia lo que siento por Javier.— afirmó, mientras Alejandro asintió.

—Lo sé, Emma. Pero debemos ser realistas. Hablaré con nuestros padres y veré si hay alguna manera de resolver esto.— dijo su hermano, Emma agradeció el apoyo de su hermano, aunque sabía que la situación era complicada. Mientras tanto, decidió hablar con Javier y compartir la impactante noticia.

Más tarde esa noche, Emma y Javier se encontraron en el jardín. La nieve caía suavemente, creando un ambiente sereno y mágico.

—Javier, hay algo que necesito decirte —comenzó Emma, su voz temblorosa.

Javier la miró con preocupación. —¿Qué sucede, Emma?— le preguntó con preocupación.

—Alejandro me contó que mis padres han arreglado un matrimonio para mí. No sé con quién, pero… —Emma tragó saliva, luchando contra las lágrimas—. Esto es un golpe inesperado.—

Javier la abrazó, tratando de consolarla.

—Emma, no importa lo que digan nuestras familias. Lucharemos por nuestro amor. Encontraremos una manera de estar juntos.— el joven decidió ocultar que ya sabía sobre aquel compromiso. Logrando que las palabras de Javier le dieran a Emma un rayo de esperanza. Sabían que sería una batalla difícil, pero estaban dispuestos a enfrentarla juntos.

(•••)

Al día siguiente, Emma y Javier decidieron hablar con sus padres. La conversación fue tensa y emotiva. Los señores De la Vega y Ramírez estaban sorprendidos y preocupados por la noticia de la relación entre Emma y Javier.

—Padre, madre, entiendan que nuestro amor es sincero —dijo Emma, tratando de mantener la calma—. No queremos desafiar las tradiciones, pero tampoco podemos ignorar lo que sentimos.

La señora Esme De la Vega suspiró. —Emma, esto es complicado. Hay muchas cosas en juego, y no podemos ignorar las expectativas de nuestras familias y la sociedad.— El señor Ramírez asintió.

—Javier, sabes lo que se espera de ti. Tienes un compromiso con Alma, y romper ese compromiso no será fácil.— recordó el hombre intentando hacer entrar en razón a su hijo.

—Lo sé, padre —dijo Javier. —Pero mi amor por Emma es verdadero, y estoy dispuesto a enfrentar las consecuencias.—

La conversación continuó durante horas, con lágrimas y palabras sinceras. Al final, las familias acordaron darle tiempo a Emma y Javier para pensar en su futuro y tratar de encontrar una solución que funcionara para todos, logrando así que quizás ellos se retractaran de aquella decisión.

En los días siguientes, Emma y Javier trataron de mantener la esperanza viva. Se encontraban en secreto y planeaban formas de resolver su situación. Sabían que necesitarían el apoyo de sus amigos y seres queridos para enfrentar los desafíos que se avecinaban.

Una tarde, mientras paseaban por la ciudad, encontraron a Alma en una cafetería. Javier sabía que debía hablar con ella y explicarle la situación.

—Alma, necesito hablar contigo —dijo Javier, acercándose a su amiga de la infancia.

Alma lo miró con tristeza y resignación.

—Javier, sé lo que vas a decirme. He notado cómo miras a Emma, y no puedo competir con eso.— las palabras de la joven no eran sinceras, pero Javier no pudo percibir aquello

—Alma, nunca quise lastimarte. Eres una persona maravillosa, pero mi corazón pertenece a Emma —dijo Javier, con sinceridad en su voz.

Alma asintió, sus ojos llenos de lágrimas.

—Lo entiendo, Javier. Solo espero que puedas ser feliz, y que todo esto no cause más problemas de los que ya hay.— la última oración la había pronunciado con doble intención, pero siguió sin comprender.

Javier la abrazó, agradecido por su comprensión. Sabía que la situación era dolorosa para todos, pero también sabía que debía seguir su corazón.

De vuelta en la mansión, Emma y Javier discutieron sus próximos pasos. Sabían que el camino sería difícil, pero estaban decididos a luchar por su amor.

—Emma, encontraremos una solución. No dejaremos que nada nos separen —dijo Javier, tomando la mano de Emma.

—Lo sé, Javier. Juntos podemos enfrentar cualquier cosa —respondió Emma, sintiendo una renovada esperanza en sus palabras.