E4: Códigos en la oscuridad

Clara camina con pasos rápidos por las calles desiertas, con el USB apretado en su mano como si fuera un salvavidas. Las luces parpadeantes de un café abierto toda la noche le ofrecen un respiro temporal. Sabe que está siendo seguida; lo siente en la nuca, en el eco de sus pasos. Pero no tiene otra opción. Necesita un lugar donde sentarse y descubrir qué contiene ese pequeño dispositivo.

Una vez dentro del café, el bullicio de los pocos clientes la envuelve. Se sienta en una esquina apartada, lejos de miradas curiosas, y conecta el USB en su portátil. Mientras espera a que se cargue, su corazón late con fuerza.

El dispositivo contiene una carpeta principal titulada “EvoGene: Nivel 6”. Al abrirla, encuentra videos, fotografías, y una serie de documentos con códigos y nombres que le resultan familiares. Entre ellos, el suyo.

Uno de los archivos es un video de seguridad que muestra una reunión entre Alexandre Bellier y un grupo de personas enmascaradas. Al fondo, reconoce un logotipo: un círculo con tres líneas entrelazadas. EvoGene. Clara intenta recordar dónde lo había visto antes, pero su mente está en caos.

De pronto, una ventana emergente aparece en la pantalla. “Archivo cifrado. Requiere clave de acceso.”

—¡Maldición! —susurra entre dientes.

La camarera pasa junto a su mesa y deja un café humeante, pero Clara apenas lo nota. Se concentra en el teclado, intentando todas las contraseñas posibles que Iván podría haber usado. Después de varios intentos fallidos, se detiene al ver que un temporizador de seguridad comienza a contar regresivamente: cinco minutos para bloquear el archivo definitivamente.

En ese momento, recibe un mensaje anónimo en su móvil. Es un número que no reconoce, pero el contenido le hiela la sangre: “La clave está en tu memoria, Clara. Recuerda el símbolo.”

—¿Quién eres? —teclea rápidamente, pero no hay respuesta.

Con el reloj avanzando, cierra los ojos e intenta concentrarse. El logotipo de EvoGene regresa a su mente: las tres líneas entrelazadas. De pronto, recuerda algo. Durante su tiempo en EvoGene, Bellier repetía una frase constantemente: “La verdad está en el ciclo.”

Teclea la palabra “Ciclo” y presiona enter.

El archivo se desbloquea. Dentro, encuentra una lista detallada de experimentos realizados por EvoGene. Modificación genética, manipulación de identidades, y algo aún más perturbador: un proyecto llamado “Himera”, en el cual su propio nombre aparece como participante principal.

Antes de que pueda leer más, siente una presencia detrás de ella. Se voltea rápidamente, pero no ve a nadie. La paranoia comienza a apoderarse de ella.

Decide salir del café y buscar un lugar más seguro, pero mientras camina, nota un auto negro estacionado al otro lado de la calle. Los faros se encienden, iluminándola como un objetivo.

Sin pensarlo dos veces, comienza a correr. Puede escuchar los pasos apresurados detrás de ella y el rugido del motor acercándose. Mientras dobla por un callejón estrecho, una mano la jala bruscamente hacia las sombras.

Clara está a punto de gritar, pero se encuentra cara a cara con un hombre que le tapa la boca. Su mirada intensa la silencia.

—Si quieres vivir, no vuelvas a conectarte a esa red. Ellos te están observando.

Antes de que pueda preguntar quién es, el extraño suelta su agarre y desaparece en la oscuridad, dejándola sola, temblando, y con más preguntas que respuestas.

Clara observa la pantalla de su portátil todavía encendida, con el nombre del proyecto “Himera” brillando como un eco de todo lo que aún no comprende.