Bajo Tus Estrellas [#1]

[★Capítulo 1★]

Nota de la autora: Todos observan que hay una muy buena cantidad de partes (la mayoría) que no tiene comentarios o votos.

Mi anterior cuenta, en la que originalmente esta historia fue publicada, se eliminó. No porque yo quise, fue por problemas técnicos de Wattpad.

Por eso, la tuve que iniciar desde 0 en esta nueva cuenta. Sin embargo, si eres nuevo aquí espero que te quedes disfrutando de 'Bajo Tus Estrellas' porque...

¡Lo mejor está por venir! Por favor, comenten y voten. Esos pequeños detalles son de gran apoyo.

Ligia M.

 Bajo tus estrellas ★

 Capítulo 1

CHARLOTTE

Los rayos del sol entrando a través de mi ventana, las cortinas al parecer no hacen su función. Quiero levantarme pero si uno no quiere no puede. Y de poder, sí, pero de querer, ni siquiera me molesto en cuestionarlo.

No seas haragana, hoy es tu gran día, ¿Acaso lo olvidaste? No sé por qué te pregunto si ya sé la respuesta que es tan obvia.

Ignoro a mi subconsciente, solo un momento. Luego pienso y pienso y rayos, es cierto tengo que levantarme... hoy es mi gran día después de todo. Hoy es la fiesta de San Valentín.

Me levanto de un golpe y caminé hacia mi ventana, la abrí y pensando que estoy sola, que nadie puede verme u oírme grité:

—¡Buenos Días mi querido cielo! —digo viendo a lo alto, es tan azul y aún se logra observar los rayos solares traspasando las nubes. Me dispongo a volver a la realidad pero antes una voz me saca de mi trance en el que estaba anonada del cielo. Esa voz, Dios.

Oh, Dios vaya manera de empezar el día: Haciendo el total ridículo, con tu vecino.

—Buenos días, a ti también —busqué de dónde haya venido esa voz, y no tardé en encontrarme con esos hermosos ojos cafés, tan claros a la luz del sol; su cabello desordenado y oscuro. Su camisa, supongo que es la que usa para dormir, está ligeramente desabotonada dejando ver parte de su pecho.

Pero de nuevo su voz me saca de mi trance, mi mirada se encuentra de nuevo con la suya y puedo ver su torpe, sexy, arrogante y perfecta sonrisa...

—Hey ¿Estás bien? Sé que soy guapo pero no es necesario que estés babeando por mí.

¿Babeando por él? Ajá, ¿Cómo será que lo supo mi querida Charlotte?

Por tercera vez ignoro a mi subconsciente. Me llevo la mano a mis labios y noto que no, no estoy babeando, como él dijo.

—Oh, mierda —me susurré a mí misma. E inmediatamente empieza a reírse, de mi estupidez, decido ignorarlo porque siento levemente mis mejillas enrojecer, y sé que se me nota a simple vista cuando lo hago.

Me doy media vuelta para salir de mi ventana, pero vuelvo a mi ventana y sin pensarlo le sacó el tercer dedo y las cierro luego de esto.

Vaya chica, ¿Dónde quedo la niña dulce e inocente?

Reprocha mi subconsciente, sin embargo lo ignoro y decido tirarme en la cama a pensar, no a dormir. ¿En qué momento pasó que me fije de esta manera en él? Déjenme ponerlos al día.

Hace 8 años.

Yo no nací exactamente aquí, nací en Los Ángeles pero nos mudamos acá en San Diego, California cuando tenía 9 años.

Empezamos a acomodar todas nuestras cosas en nuestra nueva casa, la cual es de dos plantas y amplia. El jardín de la entrada era muy hermoso, tenía muchos rosales y cuando hacía viento soltaban las rosas algunos pétalos, mientras que el jardín trasero tenía un árbol grande el cual sigue ahí cerca de una cerca que divide nuestro patio del de nuestros vecinos.

Era una niña, así que solo me fui al patio y andaba corriendo por todos lados como una loca, lo cual creo que aún lo soy. Estaba en el patio trasero cuando mama me llamo, aún lo recuerdo a la perfección:

—Cariño, tenemos vecinos nuevos lo sabes ¿no? —dijo mamá con una sonrisa.

—Si mamá, lo sé. —Le digo, devolviéndole la sonrisa.

—Bien, esa es mi niña. Ven vinieron a saludarnos, salúdalos y se-

—Bien portada, educada y amable. Si mamá, lo sé. —Le dije interrumpiendo su discurso.

—Bien vamos. —Me tomó de la mano guiándome al cuarto de estar, veo a dos personas sentadas hablando con papá y las dos personas tienen los brazos entrelazados. La señora me ve de la mano con mi mamá, mi padre lo notó y posteriormente el otro señor también.

—Buenas Tardes. —Dije tímida viéndolos a los ojos, primero a la señora luego al señor y viceversa—. Nuevos vecinos —logré decir después de unos segundos de silencio, tal vez un poco más calmada.

—Buenas Tardes, pequeña, nosotros somos los señores García. Dicen mientras me acerco y me siento junto a mi papá, luego se acerca mi mamá quedando en medio de ambos.

—Yo soy la señora Josephine de García, pero tú puedes decirme Joseph. Y él es —dice dirigiéndose a su esposo—, el señor Tom García, pero para ti Tom.

Se presentaron de una manera muy amable, lo cual me agrado. Creí que ya habían finalizado, pero estaba ahí, escondido detrás del sofá en el que los señores vecinos estaban sentados. Ahí, sale un niño el cual se ve un poco más grande que yo, en estatura. Con una sonrisa muy linda la cual le correspondí cuando noté su mirada fija sobre la mía.

Esa mirada. Pienso.

No podía salir ninguna palabra de mi boca, intente tragar saliva para hacerle señas que estaba viva y no en shock profundo. Pero no encuentro saliva que tragar, comienzo a ponerme nerviosa, sin quitar mi mirada sobre la suya la cual es tan linda.

Justo en estos momentos no sé lo que a mí alrededor sucede, pero su voz, su cálida voz hace que desaparezca mis ¿Nervios? ¿Por qué? ¿Cómo?, y habla:




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