★ Bajo tus estrellas ★
★ Capítulo 8 ★
CHARLOTTE
Después de no recibir respuesta por parte de Robert, decido bajarme. No sin antes decirle:
—Espero que me puedas ayudar —hago una pausa, encontrando las mejores palabras y decido continuar—: Ambos le tenemos mucho cariño a Alejandra. Sí—
—Estaré vigilando, y si le llega a hacer algo yo —se pone un poco impulsivo así que tomo su mano para tranquilizarlo y le digo con una sonrisa:
—Estaremos para ella ¿está bien? Somos sus amigos, después de todo.
—Sí...amigos —dice.
Me despido de Robert con la mano, mientras su camioneta gira una cuadra delante de mi casa y así vi desaparecer a su camioneta de mi vista. Entré a mi casa a avanzar un poco en la tarea de Bioquímica, para luego irme a casa de Alejandra a prepararnos para la fiesta en casa de Emily.
***
Saqué las cosas de mi mochila para acomodar los libros y cuadernos en el estante de estos. Es viernes, tengo que ordenar un poco mi cuarto ¿no? Mientras ordeno puse a reproducir mi Playlist de Spotify: "Mis favoritas".
Suena "Getaway car" de Taylor Swift. Coloqué las pilas de libros y cuadernos sobre el estante y me doy cuenta de que hay un sobre en el suelo.
Es un sobre blanco, sencillo y no tiene nada especial en el exterior, excepto mi nombre escrito con una caligrafía impresionante: "Charlotte Miller".
Soy yo.
Lo sabemos, cariño. Me reprocha mi subconsciente. Abrí el sobre y sacó una hoja de papel doblada, la despliego me siento sobre el borde de mi cama y leo:
"No tengo problemas en escribir lo que siento por ti. Todo lo que siento por ti. El gran problema es que las palabras no han sido suficientes a lo largo de todo este tiempo, para expresarte mis sentimientos. Cada día te voy queriendo más, cada día te voy admirando más, cada día me voy acercando más a ti y espero que a tu corazón también.
Durante estos 4 años transcurridos, que he estado frente a ti como tu admirador secreto, pude aprender muchas cosas de ti por ejemplo, no eres una chica muy abierta a los demás pero quién de verdad presta atención puede ver en ti y en tus acciones muchas cualidades que no todos conocen.
En clases, solamente escuchas porque tu fuerte para la memoria es escuchar. Lo tuyo no es dibujar ni el arte, pero para diseñar digitalmente eres excelente, antes ya he visto muchas veces tus diseños, son excelentes. Y no te sigo alabando porque tú ya sabes tus dones y yo también :)
Estoy más cerca de ti, y en este día no quiero decirte que te amo, porque eso ya lo sabes... quiero que sepas que mi corazón también te pertenece, y te llevarás una sorpresa cuando sepas mi verdadera identidad.
Sueño contigo, te veo sonreír, ser enojada también, eres tan bella por físico y tener una excelente y linda personalidad como tú, te hacer ser la chica de mis sueños, la chica ideal...la perfecta.
Gracias.
Anónimo, te ama mucho."
Terminando de leer, me dejé caer de espaldas sobre mi cama. Dejó a un lado la carta y llevo mis manos a mi cabeza, y la verdad es que no necesito una nerd superdotada para darme cuenta de ciertas cosas:
Uno, no me puedo sentir alabada, más bien me siento acosada. Mr. Gato, o sea mi admirador secreto, sabe más de lo que yo creí. Más de lo que yo misma sé.
Dos, el asiste a mis clases, se da cuenta de mis gestos durante clases. Lo que significa que está más cerca de lo que he estado pensando todo este tiempo atrás.
Tres, no me puedo sentir feliz respecto a todas las lindas cosas que ha dicho sobre mí, no solo en esta carta si no a lo largo de estos 4 años, porque yo no siento lo mismo por esa persona.
No importa si algún día sabré sobre su identidad real, porque mi corazoncito lamentablemente le pertenece al engreído de Joshua, mi ex-mejor amigo y vecino a la vez.
Mi celular suena, lo tomo y veo una llamada de: "Alejandra", reflejado en la pantalla. Acepto:
—Hola.
—¿Hablo con la Miss Responsabilidad? Estoy aquí, afuera de tu casa.
—Salgo ahorita. —Cuelgo y coloqué mi celular en el bolso trasero de mis jeans, guardo un par de cosas en una cartera color plateada, y salgo de mi habitación. Como mis padres están trabajando, Georgina la chica que nos ayuda con el aseo, fue al supermercado porque hoy es viernes... la casa está sola y en silencio, excepto por el ruido de mis pies corriendo por la casa.
Salgo de mi casa, y me encuentro con el auto de Alejandra, estacionado frente a la casa. Camino hacia el auto y abrí la puerta del copiloto.
—Hey. —Dice con una sonrisa genuina a la que me cuesta corresponder de manera sincera, y aún así lo intenté.
—Hey —dije como si eso fuera un saludo—, gracias por pasar por mí.
Su ropa es casual y su maquillaje está a punto medio de simple y extravagante, su cabello rubio-castaño atado en una coleta alta.
—Perdón, por no irme contigo en la salida. Un maestro se acercó a decirme un par de cosas y el tiempo pasó rápido. —Dice sin quitar la mirada del frente, le doy una mirada rápida.
Por supuesto que no tiene lo suficiente para mentirme a la cara.
—No importa, me fui con Robert. –Le digo y notó como la mención de ese nombre provocó ciertos agarres adicionales al volante, así que decidí ver si ciertas sospechas podrían ser reales.
—Él te envía saludos —dije y ella tomó una respiración profunda.
—Oh. Bueno...se los devuelves de mi parte.
Eso fue raro. Extraño. Sospechoso.
Pero sí algo me ha enseñado ser amiga de Alejandra y de Robert es no incomodarlos con mis preguntas.
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Editado: 27.03.2022