Bajo Tus Estrellas [#1]

Capítulo 18

★ Bajo tus estrellas ★

★ Capítulo 18 ★

Alex

Probablemente no sepa muy bien que decir al momento de invitarla, pero una vez que lo hice... felicidad me invadió.

El plan no era una "salida de amigos" pero quiero conocerla, es decir, conocer sus pensamientos, su manera de actuar quiero conocerla y saber qué tipo de chica que es.

- Alex. -Por un momento creí que era Charlotte, pero no tardé en reconocer esa voz. Ella venía donde Charlotte se había ido.

A simple vista veo que ha corre demasiado rápido, pero debe estar acostumbrada a eso después de todo ella está en el equipo de fútbol y hacen ejercicio 3 veces a la semana.

- Qué onda, Elizabeth. -Dije al natural, dándome la vuelta.

Ella tomó un segundo para recuperar el aliento y dijo:

- Ayer, no me contestaste. -Dijo cruzándose de brazos.

- ¿Disculpa? - ¿Enserio me llamó por esto?

- Te pregunté qué era lo que sabías sobre Charlotte y Joshua. -Por supuesto, ni siquiera me tomé el tiempo de contestar algo que no me incumbe.

- ¿No te incumbe?

- Exacto, si eres tú quien lo quiere saber pregúntaselo a tu noviecito o a ella misma. -Dije esto último refiriéndome a Charlotte.

- Joshua está frío y distante conmigo por la pelea de anoche contigo, y Charlotte -hace una pausa mientras se ríe.

- ¿Qué pasa con Charlotte?

- La muy tonta, dijo que no había nada. Que no hay historia.

- Ahí esta, que más quieres.

- ¿No entiendes? Ella cree que soy estúpida para no darme cuenta que entre ellos hay algo.

- No hay nada, Elizabeth compréndelo.

- Espera, no me digas. -Dijo, de nuevo entre risas.

- ¿Qué cosa?

- Estas ciego, el amor te cegó. - ¿Es broma?

- Eso es ridículo, Elizabeth. -Estoy a punto de perder la paciencia.

- Te estas enamorando de ella. Por eso no quieres aceptar que ellos tienen algo.

- Esto no tiene sentido, ella no me gusta.

- Ni siquiera tú te lo crees, no creas que no te vi en la fiesta con ella. Tú la quieres, o peor... la amas.

- Yo me largo de aquí, solamente espero que tu noviecito no te deje por tus celos enfermizos. O no, se le agote la paciencia contigo.

Por supuesto a ella no le gusto que le dijera eso.

Y con eso, comencé a caminar lejos de ella, para mi suerte no había muchas personas en esta avenida, lo que me evitó una vergüenza por estar discutiendo con ella, acá.

Pero por supuesto, ella no se quedaría jamás con los brazos cruzados ni con la boca cerrada.

- Solo espero, que ella no solamente te vea como un amigo porque si es así-

¿porque me detengo a escucharla? Ella se está acercando a mí, quedando frente a mí.

- Entonces te romperán de nuevo el corazón.

- Basta. -Dije en un susurro.

- Porque aquí entre tu y yo, tú eres muy sensible e ingenuo como para no darte cuenta que ella solamente te verá como un amigo o como nada.

- ¿Realmente disfrutas esto, no? -Ella sabe a lo que me refiero, realmente ella disfruta hacerme recordar todo esto, de restregarme el sufrimiento.

- No sabes cuánto, pero antes que te vayas dejando rencor hacia a mi solamente por decirte tu realidad-

- ¿Qué? –Digo furioso.

- Espero que en tu cita de hoy, te vaya bien.

- ¿Cómo supiste? –Bruja. Es todo lo que viene a mi mente, y ni siquiera es Halloween.

- Tengo mis métodos, y recuerda que yo siempre estaré dos pasos antes que tú. –Ella es desafiante.

- Bueno, gracias por desearlo yo también espero que tu teatro de "ser la novia de Joshua" te dure un poco más.

Se ríe. Pasa una mano por su cabello y camina un poco quedando su cabeza a la altura de mi hombro derecho. Ella no me está mirando a los ojos ni yo a ella, y antes de volver a caminar dirigiéndose quién sabe dónde dice...

- Tu ilusión de pensar que ella te puede amar es un teatro, Joshua es exactamente igual que tú de ingenuo. El y tú solamente es un juguete a mi disposición y muy pronto lo será Charlotte. Solamente es cuestión de tiempo.

- Ni se te ocurra, hacerla parte de esto.

- Muy tarde, hermanito.

Se va sonriendo victoriosa, no sé lo que esté pasando por su cabeza y creo que no quiero averiguarlo... pero intentaré alejarla de Charlotte.

- Adiós, hermanita. –Le dije a la distancia.

Y un dato curioso acerca de mí:

Elizabeth, es mi hermana... menor.

Y a veces me pregunto ¿Cómo ella obtuvo tanta maldad? Ella no solía ser así, la pequeña niña feliz, que toda oscuridad con ella era luz, que en los días peores ella veía lo bueno de cada cosa por más insignificante que fuera... ella lo hacía.

Cuando somos niños, todo es felicidad y nuevo.

Y se supone que a medida vas creciendo vas descubriendo el "lado rudo" de la vida... pero si tu madre muere en un accidente automovilístico es complicado continuar con la vida. Elizabeth tenía 5 años cuando eso ocurrió, y yo 7 años.

Siempre nos hemos llevado 1 año y meses, pero siempre será menor que yo.

Mi papa, es otra historia...

Cuando ocurrió lo de mama, se deprimió mucho teniendo como desenlace el alcohol. Se sumergió tanto en eso, hasta tener como desenlace un centro de rehabilitación. Después de eso, hemos estado todo este tiempo con la hermanastra de mi mama:

Nuestra tía Marcela.

¿Como puedes parar de pensar en el pasado? Ahora ustedes saben que mi asado no todo fue felicidad, y mi estrategia ha sido todo el tiempo mantenerme ocupado.

Desde que cumplí los 14 años de edad, decidí sumergirme en otras cosas excepto en mi:

- Decidí ingresar al equipo de fútbol Sub-14, y ahora estoy en la Sub-18 (último), adentrarme más en mis notas académicas lo cual tuvo un efecto positivo en mí ya que ahora tengo excelentes promedios.




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