Bajo Tus Estrellas [#1]

Capítulo 86

Nota de la autora: ¡Buenos días! Este capítulo viene ligeramente largo, triste, con fuertes e importantes flashbacks...tanto del pasado de uno de los personajes como de todo lo que ha venido pasando entre Joshua y Charlotte.

(Referencias a lo que ellos han venido pasando, hechos que se han conocido desde el PRIMER CAPÍTULO).

Recuerden, que ‘Bajo Tus Estrellas’ es la primera historia de la saga: ‘Bajo Estrellas’...la segunda parte: ‘Bajo Mis Estrellas’ será publicada el 14.12.21

Al final del capítulo les dejaré el significado de las palabras que están marcadas con un *...es posible que no comprendan el significado de algunas.

Los amo mucho,

Ligia M.

PD. Estamos cerca de Navidad. Y también de otra sorpresa. Entre ellas, una tiene el título de: "Mis Redes Sociales". 

 

Capítulo 86

Charlotte

Marrón. Amarillo. Rojo. Anaranjado. Verde.

Es el conjunto de colores perfectos que me permiten describir (superficialmente) a la vista del paisaje detrás del vidrio de la ventana.

El sol está débil, aún está recobrando fuerza en el cielo, pero eso no parece afectar a Joshua. Aún mantiene su mirada fija al frente.

—¿No sientes que huele raro? —pregunté. Porque no huele mal, pero tampoco estaba en el aire del auto algún olor que me sea familiar—. No reconozco ese olor. Es nuevo.

Él no me observa. —No sé. —Dijo.

Tal vez sea algún olor externo. Pensé.

Seguí observando, la ciudad se veía mejor desde una lejana vista. Eso es un hecho.

Las zonas verdes parecen tan grandes e interminables...pero también está la parte de que nuestro planeta carece de estas.

—Puedes quedarte, Joshua. —Dije sin quitar la mirada de la ventana.

—No, no quiero incomodar a tus abuelos. Es la primera vez que los veré y—

—Sé que ellos no pensarán que eres un aprovechado que quiere vivir la vida de hacienda —dije repitiendo sus palabras, las mismas que él dijo antes de iniciar el viaje—, ellos te ofrecerán quedarte. Amarás estar allá, sé que sí.

—Según tú, ¿por qué?

Separé mi vista de la ventana y volteé a verlo. Ahora, aparte de estar concentrado también estaba sonriendo. Lo que hizo que yo también sonriera.

—¿Por qué? —repetí su pregunta riendo—, Carlota es la cocinera y ella prepara la mejor comida que probarás, y su especialidad son los postres. Una vez los pruebes, olvidarás que quieres irte de la hacienda de mis abuelos.

Él ríe, —¿Quieres que me quedé en la hacienda de tus abuelos, solo por la comida de la señora Carlota?

Asentí. —Las habitaciones son el sinónimo y definición de comodidad. Créeme, preferirás dormir allá que en el auto o en algún hotel como piensas hacer.

—Charlotte, no me quedaré. Aunque intentes convencerme —él me voltea y una sonrisa genuina está en su rostro—, tus abuelos no piensan como tú lo estás haciendo.

 

***

 

—Es un hermoso viñedo —dice con la mirada en la carretera—, ¿ya probaste el vino, verdad?

Asentí, —Pidieron mi opinión, debía saber que decir.

Los ojos de Joshua se abren en grande cuando observa la entrada principal a la hacienda. —Una hermosa hacienda —dice, mientras mira al frente.

Sin embargo, lo mejor de la hacienda es el establo. Ahí es donde pasaba horas con Sugar. Mi caballo favorito para montar.

—¿Tiene permiso para entrar? —preguntó Ric en un tono serio cuando observó a Joshua, luego notó mi presencia, pasaron un poco más de 2 segundos cuando se dio cuenta de quién soy.

Ric comenzó a trabajar a partir del último verano que estuve aquí, hace 3 años. Pero un par de meses fue suficiente para dejar asegurado a un amigo aquí.

—¿Charlotte? —pregunta cuando me observa.

—La misma —dije con una pequeña risa al ver su rostro en sorpresa.

Ric rodeó el auto y cuando estaba cerca de mi puerta, la del copiloto, dijo: —¡Oh, por dios! —exclamó y yo abrí la puerta para corresponder a las obvias ganas que tenía de un abrazo.

Él me abrazó, comenzó siendo suave pero luego se volvió fuerte lo que no me molesto en absoluto. —Te extrañé tanto —dijo.

—Yo también —dije después de que me soltó. Ric comienza a acercarse a la cajuela del auto, diciendo:

—Te llevaré tus maletas pa—

—¡No! —exclamó repentinamente Joshua, su expresión mostró ligeros nervios y luego estos fueron reemplazados por una risa nerviosa.

Ric se quedó paralizado, observando mientras esperaba a que yo dijera algo. Y yo esperaba a que Joshua me indicará el porqué de su repentina y nueva actitud.

—Las llevaré yo, no te preocupes. De hecho —dejó de vernos y dirigió su mirada al frente—, me estacionaré frente a lo que parece ser la entrada principal. No tendrás que cargar las maletas de aquí hasta allá —finalizó con una sonrisa.

Una a la que no se le va lo nervioso.

—Bueno, gracias. Supongo. —Dijo el pobre Ric apenado. Yo apenas podía analizar qué Joshua estaba nervioso.

—¿Mis abuelos están? —pregunté tratando de calmarme antes que el nerviosismo de Joshua se me contagiara.

—No. Fueron a realizar algunas diligencias —dijo con una incontenible felicidad—, ¿quieres que te muestre lo nuevo de la propiedad?

Su entusiasmo era demasiado, así que acepté. —Antes que se me olvide —dije cuando recordé olvidar lo que tuve que hacer desde un principio—, Ric él es Joshua. Él es mi—

—Amigo. La he acompañado hasta aquí, mucho gusto Ric —dijo ofreciéndole desde el asiento de piloto la mano, Ric amablemente la estrechó.

¿Joshua es mi amigo?

Yo iba a decir: “Él es mi novio. Mi pareja”.

Pero, Joshua me interrumpió diciendo que es mi amigo. Y que solo me ha acompañado hasta aquí.




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