Capítulo 1:
Baekhyun despertó de golpe entre jadeos y sudor frío.
Aunque había pasado más de un mes desde que "renació" en su yo de dieciocho años, los recuerdos de su tormentoso pasado persistían en su cabeza en forma de pesadillas que se repetían día tras día.
Estaba agradecido de que por lo menos esta vez todo se hubiera detenido antes de llegar a su dolorosa y agonizante muerte. Algunas noches las imágenes eran tan reales que casi podía sentir el sabor de la sangre brotando por la comisura de sus labios y el frío recorriendo su cuerpo.
"Morir de una forma tan patética..." pensó con amargura.
Claro que, considerándolo todo, fue aún más patético que, incluso mientras agonizaba, sus últimas palabras estuvieron dirigidas al esposo que había ignorado su existencia por casi una década. Con lo único que le quedaba de aliento había rogado su perdón por ser tan egoísta y le había deseado que fuera feliz con alguien que sí amara.
Baekhyun pensaba que tal vez fue por eso que, en lugar de desaparecer en la nada, había despertado en la casa principal de su antiguo clan y en un tiempo en el que aún no había conocido al heredero de la casa Park.
Con el paso de los días, estaba más seguro de que los dioses le habían concedido la oportunidad de volver a la vida para reparar el daño causado por su impulsiva juventud. Un ciclo lunar fue más que tiempo suficiente para que lograra adaptarse y decidiera lo que tenía que hacer de ahora en adelante.
Su principal objetivo era mantenerse lejos de cualquier miembro de la familia Park y, dadas las circunstancias, solamente se le ocurría una forma de hacerlo.
Una vez al año la familia real ofrecía un baile para presentar en sociedad a los omegas de la nobleza que hubieran cumplido la mayoría de edad. Cuando Baekhyun era más joven no hacía otra cosa más que soñar con el momento en el que le tocara asistir.
La realidad terminó superando sus expectativas.
Como si se tratara de una novela de romance épico, había conocido a su esposo durante el desarrollo de esa velada e incluso, en un giro casi mágico de los acontecimientos, ese misterioso y cordial alfa se había encargado de llevarlo en brazos cuando se torció un tobillo.
La visita efectuada al día siguiente y los regalos que envió como cortesía una semana después habían hecho que Baekhyun ilusamente pensara que todo era por el creciente interés de Park Chanyeol hacia él.
Muchos años después descubriría que no podía haber estado más equivocado.
Baekhyun sonrió con desprecio dirigido a sí mismo.
"...y ese es un error que no estoy dispuesto a repetir" se dijo con desbordante determinación mientras su mirada iba a parar a la cómoda en la que había guardado el elixir que lo haría caer enfermo y, en consecuencia, evitaría que tuviera su primera presentación en el palacio real.
XOXOXOXOXOXO
- Jo-joven amo, sus excelencias...lo-lo esperan en la entrada –informó con voz entrecortada uno de los sirvientes beta asignados al cuidado del hijo menor de la casa; luego de varios segundos de aguardar en silencio por una respuesta, se vio obligado a volver a insistir.
- Joven amo, el carruaje ya está listo...para partir.
Otra vez no hubo respuesta desde el interior de la habitación principal.
- Joven amo, voy...a entrar –anunció con temor antes de atreverse a abrir la puerta de los aposentos de su joven señor –me disculpo...por ser impertinente, pero me temo que lord Byun...solicitó que lo ayude a alistarse ¿está...está todo en orden? –dijo el sirviente mientras hacia una reverencia con pretendida calma, no queriendo hacer contacto visual con el miembro más consentido de la familia Byun.
No obstante, nuevamente el joven amo no respondió.
Con muchas dudas acerca de qué hacer a continuación, el sirviente buscó con la mirada al noble, pero en cuanto sus ojos se posaron en la delicada figura de Byun Baekhyun una expresión de alarma lo hizo correr a socorrerlo.
–¡Joven amo, despierte!¡Ayuda!¡Alguien!¡Llamen a un médico!
La noticia del mal estado de salud de Baekhyun se dio a conocer en toda la mansión más rápido de lo que este esperaba inicialmente. En consecuencia, el pabellón en el que estaba ubicada su pieza se volvió una locura en cuestión de minutos. Sobre todo, cuando sus padres y hermano hicieron acto de presencia.
Baekhyun se sentía culpable por preocupar a su familia, pero era fiel creyente de que para grandes males uno requería grandes soluciones. Entonces, ahora estaba sufriendo pequeños calambres en el cuerpo y una pesadez que le impedía abrir los ojos, dando la apariencia de que había perdido la conciencia, sin llegar a desmayarse realmente.
- Pequeño Baekhyun aún no despierta, no puedo dejarlo solo –dijo la delicada voz de su padre omega –me quedaré cuidándolo y esperaré al médico...
- No los dejaré solos mientras nos vamos a una fiesta –cortó lord Kyuhyun.
- Mi señor, eres la cabeza del clan, dejar de asistir sería un insulto a la corona. Por favor, no te preocupes por nosotros, puedo manejar esto –lord Kyuhyun no lo interrumpió esta vez – Ahora, no se retrasen más, nunca es bueno llegar tarde al palacio real.
Durante largos segundos nadie dijo nada.
- A veces odio que seas la voz de la razón –dijo finalmente el alfa mientras soltaba un suspiró resignado. Su tono de voz era serio, pero de alguna forma también afectuoso.
- Asegúrate de que Baekbeom interactúe, tal vez así por fin se comprometa con alguien...
- Todavía soy muy joven para eso, papá –respondió el aludido interviniendo por primera vez en la conversación.
- La edad es lo de menos, tienes un deber que cumplir con tu clan.
- Conociendo como es tu hijo, no puedo prometer nada. Cuida del pequeño Baekhyun –fue lo último que dijo lord Kyuhyun antes de salir de la habitación, seguido de cerca por los pasos firmes de su heredero.