Balance (trilogía Mørke lys I)

Capítulo 3

Alisson Brennan

No entendí nada, fue todo tan tenso como si no quisieran que estuviera ahí, quizás lo entiendo un poco, ellos no saben lo que soy y quieren investigar más, ellos sienten que podría ser una amenaza y eso lo entiendo.

Pero la cosa que me pareció mas desesperante fue este chico, Dániel, no dejo de mirarme toda la noche, aunque lo intente evitar a toda costa, sentía que tenía que tocarlo, la atracción era demasiado fuerte.

Tenía un presentimiento de que era, pero no quería que fuera cierto, con mi condición parecía imposible, mis padres me dijeron que no podría pasar, no sé qué está pasando, y tampoco llamaría a mi padre, eso los preocuparía y los tendría aquí mañana.

Anoche casi no dormí, pensando en ese chico, nada tenía sentido, pero, ¿Lo tenía a vida?

Me paré de la cama a las 6 am, las clases comenzaban a las 8, pero no tenía ánimos de dormir un poco más.

Me hice unas panquecas, y me las comí mientras veía una serie de mala calidad, cuando se hicieron las 7 me fui a preparar, me duché, me puse un jean con una camisa negra que decía "Si, soy rara" ridícula, pero me la regalo mi hermano Collins, en mi cumpleaños número 18 y me rei demasiado, que ironía.

Cuando Salí, me conseguí a Key y a Daniel saliendo de su casa, supongo que también iban a la universidad, intente ignorarlos, pero obviamente Key me vio.

—¡HEY! —dice y viene hasta donde estoy— ¿Preparada para el primer día en Priston? —pregunta y yo me rió.

—Claro, nací lista —dije graciosa, amo estudiar, aunque no lo necesite.

—¡Bueno, nosotros también iremos, te veo por ahí —dice y se ve como si quisiera decir algo mas, pero corre hacia donde esta Dániel, que solo me ha estado mirando desde que salió— Suerte! —grita Key antes de subirse al carro con su hermano e irse.

Como siempre cuando me encuentro con ellos es extraño, igual no me importa, no necesito involucrar a más personas en mi mierda.

Me subo a mi carro y configuro el gps, aunque no sea una gran ciudad no quiero arriesgarme a llegar tarde mi primer día.

A las 12 estoy de nuevo conduciendo a mi casa, no ocurrió nada de gran importancia en la universidad, profesores aburridos, compañeros idiotas y ricachones, solo vi a Key una vez entre clases, me saludo, pero siguió en lo suyo

A las 12 estoy de nuevo conduciendo a mi casa, no ocurrió nada de gran importancia en la universidad, profesores aburridos, compañeros idiotas y ricachones, solo vi a Key una vez entre clases, me saludo, pero siguió en lo suyo.

Hoy empezaría a aprender a cocinar (sea como sea) no viviré de cafeterías o restaurantes. Mi madre había querido enseñarme, pero no había querido, ahora necesito desesperadamente sus clases.

Cuando estacione no vi el carro de Dániel, supongo que saldrían más tarde, me baje y fui directo a la cocina con los comestibles que había comprado.

Me dispuse a cocinar y la verdad no me fue tan mal, incluso le mandé foto a mi madre y me dijo que estaba feliz que por fin hiciera algo.

Cuando estoy terminando de limpiar el desastre de la cocina, como a las 2pm, suena el timbre y voy a ver quién es, aunque ya sabía que solo podía ser una persona.

—Hola, Key —le digo al abrir la puerta.

—¡Hola! Compré donas —dice muy entusiasmada mostrando la pequeña caja que tenía en la mano, vaya, esta chica necesitaba una amiga, riendo la deje pasar.

—Wooh, esto es lindo —señala viendo la sala de estar.

—Gracias, puedes acompañarme en la cocina mientras hago un poco de chocolate para comer con esas donas o esperar aquí en la sala —le digo y me voy rumbo a la cocina y ella me sigue.

—Es tan genial que vivas sola, a los que ¿21? —pregunta.

—20 en realidad —corrijo mientras saco el chocolate en polvo que compre temprano.

—Que genial —dice viéndome con asombro, y yo río— Una casa sola, supongo que harás muchos amigos pronto —dice riendo.

—No no, en realidad no soy muy de tener amigos por doquier, me gusta la tranquilidad de mi casa sola —digo y me arrepiento cuando me ve como triste— Bueno, tu seguro serás buena amiga —dije rápidamente.

—A mí me gustaría ser tu amiga —dice y se calla cuando prendo la licuadora, empieza hablar otra vez cuando acabe de batir el chocolate— En realidad no tengo muchas amigas —dice bajando la cabeza— Mis hermanos y padres no dejan entrar a muchas personas a nuestro círculo de amigos.

—Me imagine, la cena fue solo para comprobar que no era un "peligro" ¿verdad? —pregunto ya sabiendo la respuesta, eso hace que me mire arrepentida.

—Lo siento, sé que no fue una cena muy agradable —dice y cuando me rió ella se une.

—Bueno, aquí tienes tu chocolate —le digo dándole un gran vaso.

—Estas donas no se comerán solas —abre la caja y veo que tiene como una docena de donas con diferentes adornos y la miro sorprendida y ella se ríe— Son las mejores donas de la ciudad, no me resisto a ellas —se explica.

—Oh bien, señorita dona, ¿qué tal si vamos a ver una película o alguna serie en la sala? —la invito, la verdad me gustaba estar a su alrededor, no me hace sentir una chica rara como todas en mi ciudad natal.

—¡Si! Perfecto —volví a reír por su entusiasmo y la guié a la sala.

—¿Qué quieres ver? —pregunte tomando el control y sentándome en el sofá y ella me siguió.

—¿Qué tal una serie? —dice.

—Bien —estuve de acuerdo y la puse.

Así pasamos toda la tarde, viendo capitulo tras capítulos y comiendo las ricas donas, cuando se hicieron las 6 pm la invite a cenar he insistió en ayudarme hacer una pizza y estuve de acuerdo, aunque nunca había hecho una pizza.




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