Dániel Blackmad
Key llevaba 1 mes yendo a la casa de Alisson en las tardes, intente evitarla a toda costa, no me caía mal, lo contrario, era una pequeña cosita caliente.
La veía todo el tiempo en la universidad, del resto no tanto, a excepción de una vez que fui a buscar a mi hermana a su casa, un poco de charla incomoda y me largue de ahí, hoy Key estaría en la playa con ella y Alisson, y aunque no entendía por qué me atraía tanto. Con cada chica que había estado en el último mes, lo único que hacía era compararla con ella, sus labios, cabello, sus hermosas pecas, su cuerpo, todo lo que veía era a ella.
Salí de la casa, y fui directo a la playa, la veía recostaba en la arena con unos lentes de sol, y maldición, un pequeño traje de baño, se veía tan hermosa ahí, pero no tenia una sombrilla, así que regrese a la casa por la nuestra, si seguía mucho tiempo ahí se quemaría su perfecta piel blanca.
Cuando volví con la sombrilla y dos sillas enganchadas del brazo fue que me di cuenta que me estaba volviendo loco, no hago esto por ninguna chica y Key se burlara de mi, pero ya no me importaba.
—Hola —dije cuando llegué a donde estaba, a lo lejos vi a mi hermana en a playa.
—Hey —dice levantándose y quitándose los lentes.
—Traje una sombrilla —dije señalando lo obvio, y me puse a colocarla y las sillas debajo, la invite a sentarse, murmuro unas gracias y nos sentamos viendo a Key en la playa.
—¿Qué haces? —pregunta, claramente confundida, no le he dirigido la palabra en mucho tiempo.
—Disfrutando un rato en la playa ¿y tu? —digo tomándole el pelo, pero solo me miro expectante— solo quería pasar un rato aquí, y como te vi sola quise venir a acompañarte —le mentí, sabia que estaba aquí, la había estado observando.
—Que raro ya que nunca me diriges la palabra —dije con cierto tono de amargura.
—Nunca es tarde para hacer amigos —¿Qué demonios hago? No se por que estoy aquí.
—Amigos, claro —dice riendo, tiene una risa angelical.
—Oh vamos, ¿no crees que seria un amigo genial? —pregunto, ya estaba aquí, no me echaría para atrás.
—No te veo teniendo amiga —eso si me dio risa.
—¿Por qué? —Le pregunte.
—En la universidad siempre te veo con mujeres, pero se que definitivamente no en plan de amigos —dice levantado una ceja.
—Ok, culpable —digo levantando las manos y nos reímos— Pero no quiere decir que tu y yo no podemos serlo.
—Bueno, ok, seamos amigos —dice poco convencida— ¿Qué procede?
—¿Qué tal si te invito al cine? Esta noche —digo y me mira graciosa— venga, los amigos van al cine, no quiero entrar en tus pantalones.
—Esta bien, ¿A que hora? —dice cautelosa.
—¿6? Podríamos pasar a comer pizza primero —digo y acepta, en eso viene Key buscando su toalla.
—Hola, hermanito ¿Qué haces aquí? —me saludo y se sentó en la arena.
—Solo quise pasar a saludar —dije y ella me vio como si me hubiera crecido otra cabeza.
—¿En serio? En los pantalones de Ali no te meterás —dice en broma, pero vi la advertencia de su voz. Era la única amiga que tenia.
—No quiero entrar en sus pantalones —bufe y ellas se rieron —no se lo meto a cualquier cosa —les digo y las hace reír mas.
—Yo creo que si —dice Alisson y siguen riendo.
—Quizás tu eres la que quiere entrar a mis pantalones —le digo desafiante y veo como se ruboriza.
—No ando con alguien que les mete a todas, no se sabe que enfermedad podrías tener —dice, auch.
—Dejen de pelear —se mete Key rodando los ojos.
Estuve como una hora con las dos sentadas en la orilla hablando, hasta que Alisson dijo que ya era hora de irnos, cuando iba entrando a su casa le recordé de esta noche y note que desde que pase Key me está viendo.
—¿Qué?
—¿Qué pasa esta noche? —dice cruzándose los brazos.
—Solo iremos al cine, nada de qué preocuparte —le digo y me voy a una velocidad nada humana.
Sé que si me quedaba un poco más Key me insistiría en no meterme en los pantalones de Alisson, en realidad solo quiero un poco de su compañía, me dispuse a leer un libro mientras se hacia la hora de prepararme e ir por Alisson, no lo tenía claro pero la necesidad de tocarla no era común, para nada ¿Ella lo sentirá? No lo he notado, pero supongo que no, es solo una humana estará ajena a el mundo a su alrededor.
Mi especie no se relacionaba mucho con los humanos, la mayoría de los casos no se termina muy bien, un claro ejemplo: Damian, mi hermano, lo hizo y se enamoró, de una chica común, aunque al principio no se vio el por qué no podrían estar juntos, poco a poco se veían las consecuencias y acabo mal, muy mal.
Cuando eran las 4:30 no me resistí y me empecé a arreglar, supongo que llegaría temprano a recogerla, pero no me importo, me prepare y baje, llegaría una hora antes, pero cuando baje y vi a mi padre supe que algo estaba mal.
—Hey, ¿Qué pasa? —le pregunte cuando venía bajando de mi cuarto.
—¿Vas a salir? Necesito tu ayuda en algo primero —dice y supe que probablemente llegaría tarde, por lo menos eso pensé.