Alisson
Me despierto con algo en mi cintura, algo muy cómodo, no recuerdo haberme dormido anoche.
Oh.
Ese algo era el brazo de Niel, estábamos aun en el sofá, y yo estaba acostada encima de él y su brazo estaba en mi cintura, mierda, vi el reloj de la pared y eran las 7am.
Intento pararme sin despertarlo, pero resulto misión fallida, justo cuando me moví su mano en mi cintura se tensó un poco y abrió sus ojos.
—Hey —dice con una voz sexy, mm si.
—Hola —Digo ruborizándome— Creo que nos quedamos dormidos —eso le hace soltar una risita.
—Si creo que eso paso —en vez de dejarme ir me tiro más cerca de el—Así está mejor.
—Oye, Niel —digo cuando veo que empieza a cerrar otra vez los ojos.
—¿Mmm?
—Creo que tengo que levantarme —explique poco convencida.
—¿Por qué? Duerme otro poquito, aún es temprano —pide.
—Pero estoy toda sobre ti.
—Shhh, duerme, esto es cómodo —dice y decido hacerle caso, aún era temprano.
Cuando por fin decidimos levantarnos, Niel se fue a su casa mientras yo hacía algunas tareas para mañana, hoy era domingo y tenía una cena en casa de los Blackmad, estaba un poco asustada, es como si fuésemos novios y me lleven a conocer a la familia, pero nada de esto es convencional, solo iba por que me querían conocer a causa del vínculo con Dániel.
Tenía ya mucha tarea acumulada e intente hacerlas lo más rápido posible, tenía cupcake que preparar, Dániel al final si me vendrá a ayudar solo por "precaución" dijo el, pero la verdad es que soy buena en la repostería, mi madre me enseño desde que estaba bien chiquita, así que se me da perfecto.
Al terminar la tarea suena mi teléfono y voy por él, era mi padre, mierda, aun no le había dicho del vínculo, no pensaba hacerlo hasta que Dániel supiera la verdad.
—Hola, papi —contesto, siempre fui la niña de papá, siendo la única niña de la casa me gané un poco de sobre protección.
—Hola, cariño ¿Cómo has estado? No me has mandado más mensajes y quise comprobarte.
—Lo siento, he estado ocupada con la tarea y eso —me excuso.
—Te entiendo ¿Qué tal las clases? ¿te gustan? —interroga.
—Si, son geniales, creo que, si me servirán perfectamente, estoy ansiosa —señalo.
—Me alegra mucho, nena —hace una pausa— Me han llamado hace unos días —eso me hace ponerme alerta.
—¿Quiénes? —pregunto, aunque ya medio sabia la respuesta.
—El consejo.
—Mierda.
Mi padre me explico todo lo que le habían dicho y me dijo una y otra vez que no me preocupara ¿Cómo no hacerlo? Tenía ya mucho en juego, tenía que hablar con Niel pronto, buscaría la manera que no se lo tome mal, aunque me parece casi imposible.
Me despedí de mi padre y me dijo que me avisaba si sabía algo más, justo cuando colgué, tocaron el timbre y por el ya conocido aleteo de mi corazón supe que era Dániel antes de abrir la puerta y ver su hermoso rostro.
—Otra vez yo —dice pasando directo a la cocina con una bolsa.
—No es que me quejé —dije siguiéndolo— ¿Qué traes ahí?.
—Te traje una hamburguesa —explica e inmediatamente le quito la bolsa, oh dioses, dulce hamburguesa— ¿Hambrienta? —se ríe.
—En realidad sí, me pase la hora del almuerzo por hacer tareas.
—Debiste parar y comer —me frunce el ceño.
—Tranquilo, macho alfa, ya estoy comiendo ¿ves? —digo y le doy un gran mordisco a la hamburguesa.
—Perfecto, come y luego me muestras esas habilidades tuyas repostera.
Cuando termine de comer le fui diciendo en que me ayudaría, y nos pusimos manos a la obra, Niel bromeo todo el tiempo sobre mis pantalones de conos de helado, amo mis pijamas, así que esta mañana cuando se fue me puse una.
Hicimos la mezcla y la colocamos en los moldes y al horno. Se veía ligeramente impresionado con lo bien me salió, pero ahora venía la mejor parte, decorar.
Cuando esperábamos que se enfriara un poco cada cupcake no pude evitar la pregunta que salió de mi boca— ¿Qué pasa si un lys y un Mork se juntan, o sea como pareja?.
—La verdad es que no lo sé, nunca he conocido a nadie que se haya ligado con un Mork —Hizo una pausa— En la galas y bailes que da el consejo siempre hay de ellos, mi padre tiene amigos Mork, pero aun así no es como si se juntaran mucho, él no los culpa por la muerte de Damian —me estremezco con la mención de su hermano.
—¿Pero tú sí? —interrogo.
—Sí, no creo que sean bueno, Thomas, Mike y Hunter, tampoco le cae del todo bien, solo vamos por que es obligatorio.
—¿Y si no son malos como piensas? —pregunto y me arrepiento cuando me fulmina con la mirada, lo estaba presionando.
—Mejor no hablamos de eso —dice— Creo que deberíamos trabajar en nuestro vinculo, podemos intentar comunicarnos con nuestra mente, un modo de bloquearnos del dolor y las emociones, y empezaremos a ver si puedes controlar un poco de poder —mierda.
—Yo... no lo sé, es un tanto loco pensar que tengo poderes o algo así— me excuso, oh dios.
—Lo tienes, Alisson, hay que trabajar en eso, tienes que aprender a controlarlo.
—Lo sé pero…
—Pero nada, hablamos de esto luego ¿sí? Decoremos —interrumpió.
—Bueno, vamos —Luego de esa pequeña charla nos centramos en lo cupcake, era muy gracioso ver a Niel intentado hacer el pequeño tornado de glaseado.
Al final se salvaron 40 de los 50 que habían, se los comió con la excusa que había quedado feo, saqué las galletas oreos que tenia guardada y le puse una galleta a cada cupcake, cuando finalmente terminamos estábamos lleno de harina y glaseado, Niel es un poco desordenado.
—Fue divertido —dice abrazándome por la espalda mientras lavaba las cosas que ensuciamos.
—Hicimos un gran desastre —respondí riendo, estaba dándome pequeños besos por el cuello.
—Mmm —me voltee y me beso, aun llenos de harina.