Alisson
Mierda, ¿Qué hacía Adam aquí? Niel no podía verlo, si lo hacía se daría cuenta que el...
Al pasar a la casa los llamo, hasta que sale de la cocina corriendo hasta donde estoy y me abraza.
—¿Dónde demonios has estado, Ali? Estábamos muy preocupados por ti, te juro que si no aparecías hoy le contaría todo a Robert —dice rápidamente.
—Lo siento, ha ocurrido algo —digo con miedo a su reacción.
—¿Qué pasa? ¿es el chico? ¿te ha hecho algo? —pregunta examinándome en busca de heridas y da con la venda de mi brazo izquierdo— ¿QUE DEMONIOS? LO MATARE —Dice y va hacia la puerta.
—¡No! El no me ha hecho nada, Adam, escúchame —digo agarrándole el brazo con fuerza— Fue un demon —aclaro.
—No puede ser, Ali, no están cerca del agua, lo sabes, por eso Robert te dejo venir aquí —dice viéndome con miedo.
—Ven —lo guío al sofá, cuando estamos cómodos continuo— El lunes fui a la biblioteca y cuando iba a mi coche me ataco, no me dio tiempo de nada, además ... —bajo la cabeza, se que viene un regaño— No quise utilizar poder y antes de darme cuenta estaba inconsciente.
—Joder, Ali ¿Cómo has podido salvarte de esa? —dice con los ojos como platos.
—Justo cuando me desmaye llego Dániel, el me sintió mal y fue por mi, me llevo a su casa y su familia se encargó de cuidarnos, el estaba también débil —hago una pausa— Disculpa no haberme comunicado contigo antes, hermanito, he pasado la mayor parte de estos dos días dormida agotada en su casa.
—Mierda —se levanta y empieza a caminar de un lado a otro— Demonios Alisson, pudiste haber muerto —reprocha un poco pálido—fuiste atacada y no utilizaste tu poder para defenderte, ¿Qué carajos, Alisson? He estado tan preocupado, no pensé que hubiera sido algo así, maldición, siempre hablamos todos los días, y no saber de ti por 2 días completos es de verdad motivo de angustia, tengo que avisarles a los chicos —dice finalmente.
—No, por favor, me llevaran lejos de aquí, no hagas eso, por favor —ruego, si mis hermanos o mi papa venia aquí se acabaría todo.
—¿Qué quieres que haga Alisson? ¿Qué te deje acá a tu suerte? Lo siento, no puedo, dios, Ali, pudiste haber muerto el lunes, y ni siquiera sabíamos nada.
—Lo se, y te prometo que será mucho mas cuidadosa, pero quiero convivir un poco con Dániel antes que se sepa todo ¿bien?
—¿Aun no lo sabe? —pregunta, viene otro regaño.
—No, no creo que sea buena idea decírselo, tiene algunas malas experiencias con los Mork, se acabara, y de verdad me gusta —digo casi suplicando, si mis padres venían aquí todo estará descubierto.
—Me pides mucho, Alisson.
—Lo se, pero confía en mí, no dejare que algo así vuelva a ocurrir, además, ya tengo a alguien que siente lo que yo siento y me cuida —Desde que estaba pequeña soñé con que algo así ocurriera y ahora no quiero arruinarlo, para nada, quiero ser feliz y lo soy con Dániel, no dejare que nada lo arruine.
—Si ocurre otra cosa así, hablare ¿ok? Te quiero —se resigna y me abraza— he venido a otra cosa también.
—¿Qué pasa? ¿Esta todo bien?
— Los guardias andan por aquí, pequeña, sabes que tienes que cuidarte de ellos, no te perciben, pero, de todas formas, tienes que cuidarte —Santa mierda en una galleta.
—¿Por qué están aquí? ¿Me están buscando? —pregunto temiendo la respuesta.
—No han querido decir nada al respecto, pero hay que estar al pendiente de ellos, Robert y los gemelos ya saben, pero les he dicho que yo me encargare de ti aquí —Se ríe sin humor, Adam no se la lleva muy bien con mi padre y mis hermanos, se quieren, pero a veces no se soportan, una de las razones por las que se vino a vivir lejos.
—¿No estuvieron muy felices, no?
—Para nada, pero ya se les pasara, tienen que curiosear en el consejo para saber qué es lo que buscan —explica— Hoy dormiré aquí, me iré mañana por la mañana ¿bien? Me gustaría asegurarme que estés a salvo.
—Esta bien, solo me preocupa que alguien venga y te perciba —Acepto temerosa, seria mi fin.
—No te preocupes, me iré temprano —asegura— debes estar cansada.
—Lo estoy, así que me iré a dormir, elige una habitación en la segunda planta —digo saliendo de sus brazos y yendo a las escaleras.
—¿Y donde esta tu habitación? —dice siguiéndome.
—Es toda la parte superior —digo y me rió fuerte de su cara estupefacto.
—¡Eres una perra consentida de papi! —me grita atrás de mi y solo me rió y me voy, si que lo soy.
Después de estos días aun me siento agotada, y ando preocupada por lo que me ha contado mi hermano mayor de los guardias, tengo miedo.
Me cambio a mi pijama y me voy a la cama con mi teléfono, aun no le había respondido los 20 mensajes de Jax.
Alisson: ¡Hey, cariño! Disculpa, he pasado unos días estresantes, pero todo está bien, deja de explotarme mi teléfono, te quiero —Enviar, me responde al segundo.
Jax: Eres una perra sin corazón, me he estado muriendo aquí sin saber de mi amada.
Alisson: Jajajaja no seas imbécil, todo está perfectamente.
Jax: Eso espero, Alimabe, te quiero, cuídate mucho.
Me quedo dormida muy rápido y soñé con esos hermosos ojos azules.
Al día siguiente me encontraba con Adam en la cocina, dice que después de almorzar se va, le está dando larga.
—¿Entonces? La chica de la que me hablaste...—Comienzo, refiriéndome a la llamada que tuve de el para que le diera consejos.
—Se vinculó hace una semana —dice rodando los ojos— Se fue con el tipo —me reí fuerte.
—No jodas, que estúpida —digo riéndome, pobre de mi hermanito.
—Gracias por reírte de mi, idiota —dice volteándose a ver la pasta.
—Lo siento, te veías muy ilusionado —digo y lo abrazo.