Balance (trilogía Mørke lys I)

Capítulo 21

Alisson

—En serio, Ali, creo que deberías aprender a nadar, es muy liberador —insiste Key, estábamos en la playa solas y llevaba rato intentando convencerme de entrar al agua.

—Ya te he dicho que no —Le respondo por enésima vez.

—Estoy segura que si fuera Dániel el que te lo dice le harías caso —dice haciendo pucheros y me rió, a pesar de que ya ha pasado más de un mes de vincularnos Key sigue un poco celosa que no pasemos tanto tiempo juntas.

—Tampoco iría, no seas dramática —cuando me doy cuenta estoy llena de arena que Key me lanzo— Eso es de mala educación, Keyla —reprendo levantándome.

Asi pasamos toda la mañana, persiguiéndonos llenándonos de arena, Key tiene razón ya no pasamos tanto tiempo juntas, Dániel consume la mayor parte de mi tiempo, ya hace 3 semanas que casi me desmayo debido al sol y él no le gusta dejarme sola, hoy se fue con su padre a patrullar desde temprano.

Mi relación con el cada vez está mejor, me hace sentir tan amada y protegida, algo que nunca pensé tener, yo ya lo amo, y me parece que es mutuo, casi no discutimos, excepto las veces que me dice que es hora de aprender a utilizar mis poderes, pero me niego, no confió en mi misma para eso aún.

A pesar que pasamos todo el tiempo juntos, no habíamos hecho el amor, algo nos interrumpía siempre, ya que siempre nos quedábamos en su casa, pero hoy nos quedamos en mi casa, solos, estoy ansiosa.

—Me quiero vincular —dice Key unas horas después, estábamos en mi casa y limpias.

—¿Qué pasa con Caleb? —le pegunto por su galán, es un humano y no estoy segura como se tomaría su familia eso, conmigo es diferente porque yo me vincule con Niel, ellos no.

—Le termine hace una semana, no tenía sentido, además, no creo que este enamorado, solo fue una pequeña aventura caliente —dice y me rio, sabía todo eso, cuando hablábamos de Caleb nunca se refirió a él como su novio, solo era su aventura caliente.

—¿Y ahora te quieres vincular? —Pregunto, Key tiene miedo a estar vinculada, aunque yo le he explicado ya muchas veces que no es malo y que no se perderá en si misma.

—Más que vincularme, quiero tener a alguien que me comprenda ¿Sabes? Enamorarme y toda esa cosa color de rosas.

—Te entiendo, quizás pronto suceda —la tranquilizo.

—¿Qué tal van las cosas con mi hermano? —no pude detener la sonrisa.

—Es genial, me encanta estar con el —respondo.

—Es muy feliz a tu lado, y ya abandono su imagen de mujeriego —dice riendo, se me vino a la mente Anna, no la había visto mucho últimamente, ni nos dirigía la palabra y no me quejaba.

—Eso espero —respondo, confió en Niel, pero al ver las mujeres con las que ha estado son súper hermosas y yo, bueno, no tanto.

—Estoy segura que si —en eso suena mi teléfono y era Collins, le hago señas a Key que tengo que contestar.

—Hola, hermanito —respondo

—Hola, Alimabe ¿Cómo estás? —pregunta.

—Genial ¿y tú? ¿Qué tal las cosas con Amanda? —me refiero a su novia.

—Bien, estamos bien, ¿Aun tienes pensado venir el domingo? —pregunta, el semestre había tomado una pausa por 2 semanas así que mi padre me dijo que fuera.

—Si iré, Colibe, los extraño, Adam ira conmigo —digo.

—Más vale que Adam te esté cuidando bien —gruñe y me rio, me encontraba con Adam una vez a la semana y me mandaba mensaje todos los días.

—Sabes que sí, deja de ser tan gruñón —respondo y rio cuando gruñe otra vez.

—Bueno, eso era todo, iré por ti al aeropuerto, me avisas a qué hora sale tu vuelo.

—Si, señor.

—Eso era todo, te amo, adiós —se despide.

—También te amo, nos vemos en 3 dias —digo.

—Esos apodos son tan graciosos —dice Key cuando corto.

—Lo son —digo riéndome, fueron ideas de los gemelos cuando éramos muy pequeños y se quedaron.

—¿Segura que no quieres ir de compras con nosotras? —pregunta key lista para irse, se encontraría con Sara, Rose y Anna, definitivamente no quería estar cerca de Anna, además, hoy estaría sola con Niel.

—Muy segura, gracias por invitarme, pero quizás en otra ocasión —me excuso, luego de despedirme se fue a sus compras y yo fui a la cocina a hacerle un pequeño pastel de chocolate a Niel, es su favorito.

Eran las 3 cuando por fin llego, el pastel ya estaba listo esperando por el.

—Hola, preciosa —dice besándome.

—Hola, bombon —bromeo— te he hecho un pastel.

—Eres la mejor, Alisson Marie —dice yendo por el pastel— ¿Quieres un poco? —pregunta, no era muy grande, pero si lo suficiente para los dos.

—Claro —comemos en silencio hasta que me atrevo a preguntar— ¿Qué tal el patrullaje?.

—No encontramos nada —dice— Creo que los guardias hacen su trabajo ahora —dice y no puedo evitar tensarme un poco, siempre cada vez que hablamos de los guardias y el consejo intento cambiar de tema, odio mentirle.

—Me alegro por eso —digo y lo beso, enseguida sus manos estaban en mi trasero cargándome— vamos a mi habitación —digo sin aliento, habíamos estado varias veces ahí pero nunca nos quedábamos a dormir.

En menos de 1 minuto ya estábamos en mi cama, en estas ocasiones me encantaba su velocidad. 

Sus manos estaban en todo mi cuerpo y las mías igual, siempre tonteábamos, pero hoy quería más, estaba lista.

Me quito mi camisas y short, quede en ropa interior y el en solo su bóxer, nunca íbamos más que esto, pero antes que dijera algo me quite mi sujetador y bragas, quedando completamente desnuda.

—¿Estas seguras? —pregunta.

—Completamente, Dániel, te amo —le digo por primera vez.

—Te amo, Alisson —responde y no podría estar más feliz.

Estuvimos juntos, todo fue perfecto, lleno de pasión y amor, no paro de decirme y demostrarme cuanto me amaba al igual que yo.

Estábamos construyendo algo hermoso y tenía miedo que como todo llegara a su fin, no podría soportarlo, haré lo que sea para tenerlo siempre conmigo, así tenga que ocultar que soy...




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.