Estábamos en casa de Prom, celebrando la victoria de Educación y consolándolos a ellos por haber perdido Ingeniería. Dicen que fue trampa y que algo debimos hacer para poder ganar, que era imposible que ellos perdieran, pero solo eran malos perdedores. Como Tristán amaba sacar a los demás de sus casillas, estuvo todo el camino diciéndole que fueron tan malos que incluso la facultad que siempre perdía les ganó, quedando Ingeniería en último lugar, seguido por Ciencias de la Salud y en primer lugar nosotros, la Facultad de Educación.
Llegamos a la casa de Prom, nos hizo pasar a la sala donde estaban unos señores mayores que supuse que eran sus padres. Ellos al vernos sonrieron y se levantaron; también había una chica sentada en uno de los muebles.
Los señores se presentaron como Pet y Amelia. Eran agradables y la señora Amelia era muy hermosa; entendía de dónde sacó la belleza Prom.
—Yo soy Jessica. —Se presentó la chica con un tono algo tajante.
—Yo soy Zul. —Mantuve mi amabilidad, no sabía quién era, pero era mejor presentarme.
—¿Qué haces aquí? —Hablo Prom con algo de fastidio.
—No quiso irse. —Habló Pet, el padre de Prom, con el mismo tono y fastidio que su hijo; era una copia exacta y mezclada de ellos.
—Tenemos que hablar. —Jessica hizo una mueca para simular ser tierna, pero no le salió bien y solo se veía ridícula.
—Vamos a la cocina. —Fue lo único que dijo Prom para caminar sin esperar a Jessica.
—No entiendo qué hace ella aquí si terminaron hace tiempo. —Las palabras de Sorangel me atraparon, así que sabía que Jessica era su ex.
—No solo le fue infiel, sino que ahora no quiere dejarlo. —Lucas dijo, molesto.
—¿Estás bien? —Tristán sonaba algo preocupado por Lucas; Marcos y yo nos dimos una mirada rápida cuando dijo eso, pero no era el momento de jugar con él.
—Que eso no arruine su reunión, chicos. Nosotros ya iremos a dormir, pero pueden estar acá. Espero les hayan avisado a sus padres que se quedarán aquí; si alguno necesita que llame a sus padres para que estén más tranquilos, no habrá problema. —dijo Pat, algo preocupado; todos nos veíamos algo extrañados.
—A Pat se le olvida que están en la universidad y que son adultos; él solo cuida a los amigos de Prom con mucho cuidado, como lo cuidamos a él. —Explicó Amelia. —Pero lo que dice es cierto, por más que crezcan siempre serán unos bebés para sus padres, así que es mejor que le digan que ya llegaron y que todo está bien. Un mensaje para ustedes no es nada, pero para nosotros nos da la tranquilidad de que nuestro hijo está bien.
Me parecía muy tierno como los papás de Prom lo cuidaban, y como buscaban cuidarnos solo por el hecho de ser amigos de su hijo, aunque nosotros no lo conocíamos desde hace mucho.
Tomé su consejo y le avisé a mi madre que ya había llegado y que nos quedaríamos aquí, Prom regresó con Jessica, que se veía muy animada.
—Jessica se quedará con nosotros. —Nos extrañamos al escuchar eso. —Se ha hecho tarde y caminar a estas horas es peligroso, además de que les ha dicho a sus padres que se quedaría, así que no pueden venir a buscarla.
—¿Y la de caminar no se la sabe? —Tristán debería aprender a callarse por un segundo.
—Eres hombre, ¿qué vas a saber de la inseguridad que corre una mujer al salir a la calle sola? —Fue un golpe bajo para Tristán; ahora que le diga lo que quiera, ya no defendería a Jessica.
Pero no le dijo nada, solo se levantó y se fue al baño; sabía que iba a llorar y que en momentos así era mejor dejarlo solo. Marcos y yo habíamos presenciado mucho estas situaciones en su casa y sabíamos que lo mejor era dejarlo respirar, aunque sea una persona imprudente. Cuando está molesto, se aleja un poco para no herir o dejar que su frustración le gane a su sentido común.
—Él solo no se siente cómodo. —Explique para calmar a los demás que estaban extrañados con lo que acaban de ver.
—Está bien. —dijo Prom, intentando alejar lo pesado que estaba el ambiente.
Empezamos a jugar, tomar algunas bebidas y hacer algunos chistes, con algunas canciones de Twice. Estábamos todos bailando y cantando en voz alta “¿Qué es el amor?”, como si fuéramos a debutar como el siguiente grupo del Kpop jamás visto, entre muchas risas.
Armamos dos equipos y, como siempre, estaba con Tristán, que ya se sentía mejor y se unió a nosotros y Marcos, contra Sorangel, Lucas y Prom. Jessica no quería jugar, por más que la habíamos invitado amablemente para que no se sintiera desanimada, pero tampoco la obligaremos. Ella estaba molesta porque no la habíamos podido dejar hablar y estar con Prom, así lo expresó.
El juego consistía en poner una canción para el karaoke, pero para el equipo contrario; lo que ellos no sabían era que amábamos este juego. En casa de Tristán siempre nos habíamos preparado para un duelo de karaoke, como si eso fuese a suceder alguna vez y mira, aquí estamos.
La canción que ellos escogieron para nosotros era “Smart LE SSERAFIM”, así que empezamos. Como dice la letra, aspiramos a ser unos ganadores, cantando con mucha pasión mientras Prom se me quedaba viendo. Bailábamos al ritmo de la canción, haciendo los pasos de la mejor forma posible, y los chicos solo estaban sorprendidos viéndonos. Al final de la canción terminamos con las poses de la coreografía, con aplausos de los chicos; estaban preparados para perder.