Balanza del amor

19 // Te amo

Ya habían terminado las clases, estaba aquí esperando a Prom, y le había mandado muchos mensajes diciéndole que lo estaba esperando y no me respondía; no entendía por qué me hacía venir para acá para dejarme plantado.

Estuve pensando mucho en el hecho de que no éramos una pareja formal y en cierto punto me molestaba; sentía que no quería darle una formalidad a lo que éramos, y ahora dejándome plantado, no sabía qué pensar realmente. No decía que era una persona mala, o que no quería estar con él, solo me incomodaba todo esto, me incomodaba que las cosas fueran confusas porque siento que el amor debe ser algo que fluye.

Estaba a punto de irme cuando se apagaron todas las luces de la cancha. Entendía que era el momento de cerrar, así que me levanté alumbrando con la linterna de mi celular; quería llorar.

Empezó a reproducirse una música; algo se me hacía conocido, pero era un instrumental, aún no sabía qué canción era.

—Si hubiese sabido lo mucho que te extrañaría. —Tristán, con un vestido que solo usaba en ocasiones especiales, apareció con una luz que lo alumbraba desde arriba, estando en una de las gradas. Esto era lo más extraño que me había sucedido; o me drogaron o definitivamente me volví loco.

—Jamás me permitiría cometer esos errores, ahora lo sé. —Lucas, vistiendo un traje formal, apareció del otro lado de las gradas; noté que su vestuario hacía juego.

Y fue cuando me di cuenta de la canción que estaba sonando.

“Truth in the Eyes - Pond, Phuwin”

—¿Qué es aquello que has estado esperando? —Prom, viéndose tan hermoso, no me permitía estar enojado con él, menos entonando esta canción tan hermosa. No podía, simplemente estaba paralizado, no sabía si la mejor opción era correr o llorar.

“Espero que sepas que, si no te hubiese volteado a ver ese día, no habría visto la verdad en tus ojos”.

“No me daría cuenta de quién hace todo por mí”.

—Ambos lo sabemos, y lo sentimos. —Bajando a donde estaba yo, caminando mientras cantaba, sabía que Prom era la persona con la que quería estar. No sabía qué sucedería, no sabía si esto era algo fugaz, pero en este momento, sé que quiero estar con él, sé que quiero estar a su lado. —Y hoy, todo lo que sé, es que mi corazón te anhela.

La canción, siendo una de mis favoritas, me hacía transportar a un lugar de la realeza, ver vestidos a los chicos de traje, Prom cantándome esta canción; simplemente sabía que este era el lugar al que pertenecía.

Seguía cantando, dando vueltas sobre mí, hasta que extendió una de sus manos, dejando el micrófono en el suelo, para seguir tarareando la canción, mientras bailábamos, sin saber, sin entender, pero sintiendo cada paso, como si nos guiara el corazón. Dábamos vueltas por toda la cancha, sintiendo una felicidad inmensa.

—Perdón si te hice pensar que no vendría.

—Me asustaste.

—Zul. —Su tono fue serio, poniéndose de rodillas; jamás esperé que una escena como esta estaría pasándome a mí. Sentía que todo iba rápido, no sabía qué haría, no sabía qué hacer. —¿Quieres ser mi novio? —Colocando un anillo sobre mi dedo anular de la mano izquierda.

—Prom. —Quería llorar. —No debes hacer todo esto.

—Mereces esto y más. —Se levantó, aun tomando mi mano. —Te doy este anillo para prometerte mi amor, para que sepas que siempre te cuidaré con la promesa de mi amor, porque en unos años, nos casaremos, Zul.

—¿Qué dices, Prom? —Pensaba que estaba jugando, sentía que la ilusión le estaba ganando; era algo con lo que también había fantaseado, pero no sabía que sucedería de esta forma.

—Te amo, Zul. —Tomo mis manos, viéndome fijamente, como si con esa acción detuviera el tiempo; al mismo tiempo, mi respiración se volvía agitada. Todo se había pausado, solo éramos él y yo. —Quiero que sepas que siempre pienso en ti, al levantarme, al acostarme, siempre pienso en cómo hacer que estés feliz.

—Soy feliz a tu lado. —Fue lo que pude decir; no podía hablar muy claro.

—Tú eres quien me hace feliz a mí. —Con mucha rapidez, se acercó a mi cuerpo, dando un pequeño beso en mis labios, un beso tierno y al mismo tiempo torpe, separándose rápidamente, con la cara roja, pero supongo que yo debo estar igual.

—Prom. —Lo llamé, viéndolo a los ojos, pero rápidamente mi vista bajó a sus labios. Había sido electrizante besarlo, así que me lancé, dándonos un beso algo más largo, sintiendo que la adrenalina recorría todo mi cuerpo y que tenía la energía suficiente para poder correr un maratón, un beso que era mejor que cualquier pizza que hayamos comido alguna vez, un beso que me hizo entender que estaba enamorado de Prom.

Después de tanto tiempo, después de estar juntos acompañándonos en todo, estamos formalizando lo que indirectamente ya éramos; oficialmente Prom y yo éramos novios.

Tristán empezó a aplaudir, y ahí recordé que había besado a Prom delante de Tristán, pero en vez de burlarse, vino corriendo y me abrazó.

—Estoy feliz por ti, Zul. —Empezamos a llorar, no sabía por qué, pero sentía que era algo que debíamos hacer, así que permití que las lágrimas salieran mientras nos abrazamos.

—Falta que formalices tu relación con Lucas. —Tristán se separó con una sonrisa, posicionándose al lado de Lucas, el cual le dio un abrazo por la parte baja de la espalda, rodeándolo.



#6270 en Novela romántica
#782 en Joven Adulto

En el texto hay: gay, gaylove romance, gaybl

Editado: 15.04.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.