Balanza del amor

23 // Amor

En este momento el amor era algo que iba más allá de una simple palabra, era un sinfín de sentimientos y muchas formas de demostrarlo, agradecía tener la virtud de poder experimentar el amor de todas las formas, tenía a mis padres, siendo uno de los primeros amores que tuve, tengo a Tristán y a Marcos, quienes representaban el amor de los hermanos, y Prom, aunque estuviéramos peleados, representaba el amor de las parejas.

En este punto creo que ningún amor se puede comparar al otro, se complementaban de igual manera, y entendía que había personas que se sentían bien sin alguno de ellos.

Marcos, quien tenía el amor de sus padres, también tenía el amor de nosotros como hermanos, pero no tenía la necesidad de tener un amor de pareja, no porque se sienta identificado como asexual, sino que es un proceso que todos tenemos de manera diferente, aunque si ese es el caso, no creo que tenga algo que ver. En su vida, le parecía más importante el amor de los amigos antes que un amor de pareja.

Por lo que sabíamos hasta ahora, Leo Albuja no sintió por mucho tiempo el amor de sus padres, así que se refugió en el amor del movimiento y de sus amigos, que también formaban parte del movimiento. No entendía si el amor de los padres era tan importante y por eso fue que decidió irse.

Para mí, creo que todos los amores eran importantes, no me imaginaba si alguno me llegaba a faltar, aunque si pensaba en el hecho de que Prom antes no estaba en mi vida, pero ahora el pensar que se iba a ir al extranjero era algo que me llenaba de mucho miedo, no sabía cómo iba a funcionar las cosas de ahora en adelante, sé que el querer es poder, pero ¿El amor le puede ganar a la distancia?

Las cosas con Marcos ya habían mejorado; creo que las relaciones que más duran son aquellas en las que se pueden hablar de las cosas incómodas, esas donde podemos decir lo que nos molestó y buscar una solución, porque la verdad, yo no quería dejar mi amistad con Marcos ni con Tristán.

Prom me había estado buscando, sé que es tonto decir que lo estoy ignorando cuando sé que la mejor forma es hablar, pero el solo hecho de pensar que, en una relación, muchas de las cosas que decimos pueden influenciar en las decisiones que tomamos, me daba miedo que quiera que lo pienso retener aquí, creo que una pareja jamás debe limitarte a cumplir tus sueños, por más que amaba a Prom, sé que lo mejor para él es poder irse a entrenar al extranjero.

Tomaba veracidad el hecho de que cuando amamos de verdad ponemos los sentimientos de esa persona antes que los nuestros y es que yo no sabía cómo sentirme, nadie te dice cómo hacer para no depender de tu pareja, porque se basa en que formemos vínculos, pero que de la misma forma tengamos nuestra vida, creo que hoy más que nunca es cuando entiendo porque para Marcos era tan importante el vínculo de amistad que tenemos.

Porque me acostumbré tanto a su presencia, me acostumbré a que siempre estaba ahí, que ahora que sé que debe estar lejos por dos años, me parece que es una eternidad. Aunque Aimara dice que el amor es algo que lleva paciencia y que el amor se puede transformar, creo que es algo que también se puede perder.

Había estado pasando mucho tiempo con los chicos, solo porque no quería pensar, porque no sabía cuál era la mejor decisión ahora, no sabía si rogarle porque se quedara a mi lado, buscando otra alternativa o si debía dejarlo ir, porque cuando no lo veo puedo saber qué es lo mejor, pero sé que, si lo tengo frente a mí, con ese brillo que lo caracteriza, con esa sonrisa que me hace sentir tan aliviado, Prom era la persona que amaba.

—Debes hablar con él. —Los chicos sólo querían ayudarme, pero en este momento no sabía si eso era lo mejor. —Podrás perderlo para siempre si no hablas, entonces no valdrá la pena esperar ni siquiera dos años.

—Opino lo mismo que El triste. —Marcos señaló, burlándose de Tristán.

—Triste tus notas. —No había momento en que no dejaran de pelear.

—No sé si sea lo mejor chicos. —Estábamos sentados en la sala de la casa de Tristán.

—Solo serán dos años, Zul. —Me abrazó Tristán. —Debes hacer tu vida también, debes tener un norte que no debe ser solo ser el novio de Prom.

—¿A qué te refieres?

—En este momento solo eres eso. —Explicó Tristán. —No sabes qué hacer con tu vida porque hiciste que solo girara en torno a Prom. Está bien que sea tu novio, pero no es tu vida; tú debes saber qué hacer con tu tiempo mientras él no está aquí. ¿No querías empezar a bailar?

—Es una buena opción empezar a tomar clases de baile. —Marcos empezó a bailar. —Así serás el nuevo “Idol”.

—Yo no sé cantar. —Me reí, agradecí que me ayudaran a estar alegre.

—Claro que, si sabes, los harás llorar. —Tristán reía de forma sarcástica.

—Lloraran esperando que se calle. —Le lancé un cojín del mueble a Marcos, sabía que solo les gustaba molestarme mucho.

—Tal vez tome la materia de Praxis.

—Podemos hacer la praxis juntos. —propuso Tristán.

—No, creo que quiero estar solo en un colegio, quiero poder hacer cosas solo mientras Prom no está, quiero que ese sea el norte de mi vida.

—Entiendo.

—Esperemos que la Praxis no acabe contigo, mi hermano. Haciendo como si rezara, Marcos habló.



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Editado: 15.04.2025

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