Balanza del amor

29 // La puerta

No creería que después de todo estaríamos viviendo una de estas escenas; estaba junto a Tristán, quien se encontraba llorando, diciendo que Lucas no lo amaba.

—¿Por qué crees eso? —pregunté intentando calmarlo. Cuando nos llamó llorando, llegamos corriendo para poder ayudarlo.

—Vi que estaba llamando a alguien y le dijo que se iban a ver a las siete de la noche. Cuando le pregunté qué con quién hablaba, me dijo que no era nadie.

—¿Y por eso crees que te es infiel? —preguntó Marcos, con algo de duda, porque realmente no era algo de lo que tengamos prueba; no podíamos pensar eso.

—¿Y si lo seguimos? —pregunté, creo que así podríamos salir de dudas si realmente era un infiel.

—Me parece una buena opción. —dijo Tristán dejando de llorar, siendo algo que nos dejó sorprendidos, pero al menos logró calmarse.

Así que nos levantamos, empezamos a vestirnos con ropa negra para que él no se diera cuenta de que lo íbamos a seguir y nos fuimos hasta la casa de Lucas, escondiéndonos detrás de un carro para que no nos viera. En el momento que vimos que salió, fuimos detrás de él, pero dejando una distancia prudente para que no nos viera.

Llevábamos caminando mucho, pasando por muchas calles y haciendo miles de cosas para que Lucas no se diera cuenta de que lo estábamos siguiendo. En un momento le dije a Tristán que lo mejor era que nos devolviéramos, pero en este punto él quería ver a dónde llevaba todo esto. Es normal que él sienta algo de inseguridad, pero, aunque yo propuse la idea de perseguirlo, creo que ahora estamos invadiendo su espacio.

—¿Seguro que quieres seguir? —pregunté, porque estábamos en un callejón oscuro, donde lo vimos entrar en una puerta del final. Tenía un poco de miedo, no sabía qué podríamos encontrar allá.

—Sí, sí me está siendo infiel o si es otra cosa, es bueno que lo sepa.

Así que seguimos, tocando la puerta, pero estaba cerrada. Intentamos forzarla para entrar, pero no pudimos. Decidimos que lo mejor era irnos. Estando en casa de Tristán, lo dejamos un poco más calmado mientras nosotros íbamos a casa. Quería hablar con Prom; esto era muy raro.

—Necesito hablar contigo. —dije cuando contestó la llamada.

—Hola, mi amor, ¿qué sucede? —dijo con un tono amable.

—¿Qué sucede con Lucas? —pregunté.

—No entiendo la pregunta.

—Creemos que le está siendo infiel a Tristán o está en algo peor; hoy lo seguimos hasta un callejón oscuro.

—No te metas en cosas que no entiendes, Zul. —dijo, dejándome extrañado, si estaba pasando algo y él lo sabía.

—¿Qué sucede, Prom?

—Nada, Zul, hablamos luego. Colgó, me sentía más preocupado ahora, sabiendo que Prom sabía lo que sucedía, o tal vez también estaba involucrado; era algo tan extraño.

Toda la noche pasé pensando en qué era lo que podía estar sucediendo, porque según la balanza consideraba que no nos amaban si nos estaban mintiendo, así que debía ser algo nuevo, debía ser algo de lo que no estábamos enterados para que ellos actúen de esa forma de la noche a la mañana.

Llamé a los chicos, vinieron a la casa lo más rápido posible; no sabíamos qué hacer.

—¿Y si están en algo ilegal? —preguntó Marcos con miedo. Es algo que también había pensado, pero que no quería darle tanta importancia porque no creía que ellos fueran capaces de hacer algo ilegal o estar metidos con eso.

—Mi corazón me dice que me está siendo infiel. —Tristán no paraba de llorar.

—¿Y Prom qué? —Estaba sorprendido, porque lo veía tan normal conmigo que no sabía que algo me escondía; es que pensar que me está haciendo algo de este tipo es algo que me cuesta pensar.

—¿Crees que te es infiel? —Tristán me preguntó y no supe responderle, no lo creía capaz de hacerme esto.

—No lo creo, él me lo prometió.

—Es hombre, mi amor; los hombres mienten. —No estábamos de ánimos para los juegos de Marcos, así que le di una mirada algo molesta y notó que no estaba para eso. —Yo solo digo.

—¿Cómo vamos a hacer para descubrir qué sucede?

—Lo mejor es que piensen que no sabemos nada, que no les vamos a reclamar nada, pero debemos averiguar a dónde van, qué hacen y con quién se reúnen. —Les dije que debíamos tener pruebas primero antes de poder hacer una acusación formal. Creemos que incluso no es momento para poder avisarle a nadie, así que es mejor que lo manejemos nosotros por los momentos.

Así que por ahora lo mejor era dormir, para no volvernos locos pensando en todo lo que había sucedido. Había sido un día bastante pesado si nos pusiéramos a analizarlo todo. Yo no creía aún a Prom capaz de hacerme estas cosas; no creía, por una parte, que podría ser infiel, así que realmente solo quedaba el hecho de que esté metido en algo ilegal.

Y es que, si lo pensaba, tal vez por eso es que debe irse al extranjero, tal vez por eso todo ha sucedido así. No sé por qué todos estos pensamientos llegan a mí en estos momentos; me sentía muy abrumado porque quería confiar en él, pero todo lo que había sucedido era muy extraño.

Así que creo que lo mejor es que me vaya a dormir, así dejo de sobre pensar tanto en esta situación y no me di cuenta cuando ya estaba soñando, con la llamada, con el hecho de que perseguimos a Lucas y que había detrás de esa puerta, es algo que necesitábamos saber, en el sueño, seguíamos persiguiéndolo, pero él ahora iba con Prom, cada vez que íbamos a llegar a la puerta, sentía que todo en el sueño se reiniciaba y volvíamos al principio, como un juego, pero de fondo se escuchaba la risa de los dos, como si se burlaran de nosotros porque no los vamos a alcanzar nunca, como si disfrutaran de vernos ansiosos, como si esto fuese parte de un plan macabro que tienen, como si nosotros no valiéramos nada hasta que en una de las veces que el sueño se reinició vi a Prom verme.



#7468 en Novela romántica
#1154 en Joven Adulto

En el texto hay: gay, gaylove romance, gaybl

Editado: 15.04.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.