Balas De Amor

♖CAPITULO DIEZ♖

¿SON GEMELOS?


Samanta

Cuando llegue al departamento mi primo no se encontraba lo cual me pareció extraño a lo mejor que se le haya acabado sus gomitas, será que cuando regrese le contare todo lo que sucedió. Comienzo a darme una ducha fría y puedo admitir que mis ganas de no ir son inmensas, pero necesito un poco más de información para ver que puedo ayudar, deseo en serio que el jefe del FBI envié el informe para regresar a Londres y alejarme de Miami y que nada de esto paso.

 Admito que desde antes soñaba como algunas chicas desean algo “especial” al fin y al cabo estuvo bueno, les puedo asegurar que muchos antes tenía planes en hacerlo con Lucas sé que no es el momento para nombrar a los muertos, pero según yo ese iba hacer especial, especialmente traumático porque si me cambio por una aeromoza y llegar a humillarme en la misma.

Sé que la virginidad no existe es algo que naces así y ya, nadie nos puede juzgar solo porque no lo somos y mucho menos llegue una persona a decirnos “Tienes que hacerlo”, “Ahora eres un tabú”, “Nadie se acostara contigo sin tener experiencia”. Les puedo decir que me trataron de violar en la secundaria donde estudiaba, no eran simplemente estudiantes sino los profesores por verme como “débil” y que caería fácilmente en su juego, pasé por muchos traumas, solo tenía clases virtuales, no saben las veces que mis padres me cambiaron de institución para terminar en Rusia es un internado militar para mí fue lo mejor que pudieron hacer.

Si, tuve muchas parejas antes y todos me dejaron porque no tenía un físico “apropiado”, tampoco un tiempo sexual activo y considero que incluir el sexo es algo totalmente fuera de lugar es algo normal, pero si apenas se están conociendo… No es amor, solo es placer.

Vean sus defectos, debilidades lo que le gusta y disgusta se sabe que nunca terminamos de conocer a una persona completamente y algo importante. No dejen que nadie toque su cuerpo sin su consentimiento, tampoco callarse un momento incomodo siempre griten, hablen y nadie las calle.

Tengo un puesto un suéter con varias imágenes en blanco y negro de los comics de Marvel, un pantalón negro me siento en la cama para colocarme las medias blancas «No me gusta vestirme como una “niña bonita” no es mi estilo» así que mami respeta el flow.

 

—¿Dónde estarán mis converse rojos? —Susurre buscando en la habitación hasta conseguirlos.

 

Luego de colocármelos me pongo mi gorro de lana que trae el conjunto de color rojo y tiene unas hermosas letras blancas “Marvel” en el centro, comienzo a buscar en mi bolso la dirección y el celular.

En cuestión de minutos llegue esa residencia de edificios enormes, entro a las mismas para tomar el ascensor cuando se detuvo en el piso diez, al bajarme comienzo a buscar la habitación B239 comienzo fijarme en las puertas hasta conseguirla, solté un suspiro para tocar el timbre y girar sobre mi propio eje haciéndome la loca hasta escuchar la puerta donde hay como quince minutos de silencio justamente cuando él dice hablar.

 

—Hola… —Dijo él y me doy la vuelta para observarlo de arriba abajo con una vestimenta casual de franela gris, bermuda negra y no tenia calzado, pero se notaba recién duchado.

 

—Hola.

 

—Pasa…

 

Al entrar es hipnotizaste lo hermoso que es internamente la sala ordenada con ese enorme ventanal completo que daba una vista a la ciudad, playa y sus alrededores al voltear a mi derecha está un pequeño marco que salen dos lindos niños de ojos verdes y cabello negro.

 

—¿Son sus hijos? —Preguntó.

 

—Sobrinos

 

—Que lindos.

 

—Lo sé, ven siéntate ¿Qué es lo que no entiendes de mi materia? —Tomé asiento cerca de él mientras pasaba la tarde explicándome algo que acostumbradamente ya sabía—. ¿Entendiste? —Vuelve a echarme un vistazo.

 

—Si, si claro pero no pensé que era así y yo solucionándolo con otros símbolos.

 

—Pero no, ¿Tomas? —Pregunto ofreciéndome una cerveza.

 

—No, para nada —Niego con la cabeza.

 

«Si supiera que me tomo hasta el agua del florero»

 

—Vale…

 

—¿Me puedes decir dónde está el baño?

 

—Al fondo en el pasillo a mano derecha.

 

—Gracias…

 

Me levante para alejarme de él junto mi celular, gracias al cielo pude llegar al baño pase el seguro de la puerta para luego abrir el grifo y logro sacar el móvil para llamar a Charlie si llegó o no de todas maneras le había dejado una nota en la mesa antes de venirme.

 

¿Cómo que te fuiste a casa de ese tipo?, dios mío Samanta Josefina Guaicamacuto de los montes.

 

—Me mataste cuatro veces con ese nombre —Respondí—. Solo estaré por unos minutos quiero saber que le puedo sacar no pasara nada, es cierto que lo hicimos en el salón, pero regresare pronto si papá te llama dile que estoy en la tienda lánzate cualquier cosa.

 

Es que tú no haces caso, no te puedo dejar sola porque te me escapas si no andas durmiendo es porque inventas cualquier locura, te apoyo sí, porque ni modo ¿Llevaste condones?

 

—Te dije que dentro de unos minutos llegare, cálmate —Ruedo los ojos—. Nos vemos más tarde —Cuelgo.

Cierre el grifo para guardar el celular y al salir del baño él estaba en el mismo sillón mientras leía unos de mis cuadernos, espera, es mi cuaderno de mis amores platónicos.

 

—¡Oye! —Se lo quito de sus manos y suelta una sonrisa divertida—. ¿A caso no te enseñaron a respetar las cosas ajenas?

 

—¿Quién ese tal Castiel?, ¿Por qué tan obsesiva por un muñeco 2D?

 

—Ese no es tu problema —Guardo mi cuaderno— ¿Nunca te gustó un personaje 2D?




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.