Selena
— ¿Que haces, Aria? —pregunto descorcentada al verla colgar distintos adornos multicolores en su habitación.
— Decorando—contesta sumida en la accion— ya es primero de diciembre y eso significa...
— ¡Navidad! —secunda Zeke austentado por todos los adornos y decoraciónes que están en la caja de Aria.
— Tu si me entiendes hermano. — aplica nostalgia y burla hacia mi.
<< Mocosa mal agradecida >>
Blanqueo los ojos harta de estás situaciónes repetidas dónde pareciera que soy ignorante por no prestarle la “debida” atención a estas clases de fiestas. No celebro Navidad, de hecho, no la he celebrado desde los 4 años, pase la mitad de mi vida en un hospital psiquiatrico y la otra haciendo una misión suicida en un internado de mala muerte. También están mis motivos personales como el facto de que te van a abrazar y obsequiar cosas que no quieres y debes fingir que te gustan o los vas a arechar para después traten de atentar contra tu vida si no atentas contra la suya primero.
Navidad es un caos para mí, Marta solía hacer una fiesta para la celebración, llegaba gente que no había visto más de dos veces en mi vida y trataban de abrazarme o darme besos en las mejillas, soy alguien cerrada que cuando dice no es no, y si ordenó que no me muestren esa clase de afecto entonces no deben hacerlo. Este par de dos se vino a quedar en mi casa porque disque allá en Nueva York la ventisca helada está infravalorada y es peor de lo que pensamos.
Mentiras, vivi allá más de cinco años y medio y no recuerdo que el frío haya estado más fuerte que el de Londres, aunque claro, ahora me toca quedarme aquí permanentemente y si le tratas de refutar a Damien sales muerto. Sigo sin saber por qué dejo que Aria y Zeke se quedarán en nuestra casa, dice que valora mucho nuestra privacidad pero deja entrar a los mayores chismosos de la historia.
— ¿Que están haciendo? —pregunta Zyran acercándose tras de mi y pegando su cabeza a la mía despeiandome un poco.
Si fuera algúien más si lo torturaria y le haría una autopsia casera pero, es mi familia y después de todo el ser que me dió mi primera y la más difícil misión de todas, mantenerlo vivo sin dejarlo perder su humanidad, ya que carezco de una no me gustaría perder a mi contraparte que si la posee , el es la libertad y yo la refundación, así.
— ¿Bueno y esque ustedes dos no saben lo que es la navidad? —cuestiona Aria ingenua fijando la vista en nosotros, mi hermano y yo nos damos una mirada de reojo y negamos al mismo tiempo.
— No —decimos al unisono, aveces olvidó que tenemos está clase de conexión fraternal delativa.
— Nunca la celebramos, bueno, nunca que recordemos —dice Zyran enrollando sus brazos por mi cuello de manera posesiva, si Damien lo viera lo manda de una paliza con Lucifer.
— ¿De Veritas nunca la han celebrado? Tu debiste haberlo hecho Selena, la abuela si lo hacía y nosotros también —indica Aria bajandose de la escalera donde estaba.
— No le gustaba — habla Zeke rompiendo la atmósfera tranquila con sus risas burlonas y sus idioteces— ¿Alguna vez la viste bajar de su habitación durante la noche? — mi hermana hace una o con la boca en señal de sorpresa.
— ¿A ti te celebraban navidad, Zyran? —inquiero tratando de disipar el hecho de que me hacen por demasiado aguafiestas cuando puedo celebrar esas festividades si se me diera gana.
— No que recuerde, si he ido a una que otra de esas fiestas pero ya sigo más que nada para negocios.—expresa el haciendo que Aria, quien estaba bastante triste y sorprendida a la vez por todas las revelación, explote de manera insistente.
— ¡Entonces debemos celebrarla! Aún falta para el treinta y uno pero podemos ir haciendo distintas actividades como decorar la casa o hornear, decorar galletas, ir de compras y, y...
— Es una buena idea — elogia una voz grave que retuerze todo mi interior haciendo palpitar hasta lo innombrable dentro de mi, oh vaya, esto se va a calentar — pero antes quiero saber que hacen ustedes dos aquí. —Damien señala a Zeke y a Zyran fulminandolos con la mirada.
A Zyran si se, me tiene pegada como chicle en zapato y eso cabrea a mi niñato, Zeke es caso perdido, a ese si no se por que. Algo habrá hecho para que lo quiera fuera de aquí.
— ¿No es obvio? Vine a ver a MI hermana —hace enfasis en esa posesion— y me quedé a hablar con los amigos de ella, ¿Algún problema, cuñado? —canturrea Zyran haciendo enfurecer a Damien pero este se contiene por qué sabe que yo puedo abogar por mis hermanos, a excepción de Ezequiel, y dejarlo durmiendo afuera.
— Bueno, es tu hermana pero no deberías andar así de caramelozo, parecieras ser muy indecente.
— Y tu deberías dejar los celos, aprende a respetar a tus mayores, niño. —en un abrir y cerrar de ojos, Damien tiene a mi mellizo sujeto del cuello y estallado contra la pared.
Aria no quita la mirada de esta obtusa escena mientras que Zeke sale de la habitación antes de que todo escale a peores y alguien termine muerto sobre las decoraciones de mi hermana.
— Vuelves a llamarme niño y te juro que no la vuelves a ver. —amenaza mi novio con voz baja y sombría haciendo estremezer a mi hermano pero este no se deja íntimidar tan fácilmente.
— Si me matas, la vuelves a perder, ¿No es cierto Vívian? —Kai, me lanza una mirada de complicidad como señal de que está cargado de miedo y no cree poder refutarle más a Damien.
— El tiene razón, lo matas y yo te mato, no te las piques de tan hombrecito por qué esas no funcionan conmigo, Damien. —le refutó a el quien deja caer al suelo a Zyran y este empieza a toser por la falta de aire.
— Selena el empezó, siempre lo defiendes y a mi ni me prestas atención. — replica el con visibles celos al momento de que hable de otros hombres.
— Inmaduro, Aria vámonos. — le ordenó a mi hermana la cual se sobresalta y corre hacia mi.
— ¿A dónde vas, Selena? —exige saber Damien el cual me arruinó la tarde con sus estúpidos celos y posesión.