Barquitos de papel

“Jonathan tenía diez años. Vivía con su mamá, la cual trabajaba todo el día de mesera en un café. La mayor parte del tiempo la pasaba solo en su casa. Realmente necesitaba el cariño de su madre y también que le responda las miles de preguntas que se hacía cada día. Pero cada vez que ella estaba en casa, Jonathan hablaba con ella desde afuera del baño mientras se duchaba. Luego la seguía hasta la habitación pero ella le cerraba la puerta para cambiarse. Cuando preparaba la cena hablaba por teléfono con su novio y tampoco le respondía a sus preguntas. Esto lo frustraba.

Un día Jonathan empezó a escribir sus preguntas en hojas de papel. Algunas de las preguntas eran: “¿Dónde está mi papá? ¿Cuándo lo conoceré? ¿Puedo tener un perro? ¿Te gustan mis dibujos?” Entonces dobló todos éstos papeles, incluso algunos de sus dibujos y los convirtió en barquitos de papel. Esa misma tarde fue al puerto y los echó en el mar.

Al día siguiente tuvo una discusión con su madre porque no quería conocer a su novio. Así que salió corriendo ya entrada la noche y se dirigió al puerto. Las estrellas titilaban. De repente empezó a ver luces que procedían del agua y se acercaban a la orilla. Eran sus barquitos de papel que regresaban a él. Los abrió uno por uno y todas sus respuestas estaban contestadas. El que decía ¿Dónde está mi papá? decía abajo: “Ya nos estamos conociendo, hijo mío”. Su padre había muerto ahogado en un barco hundido.”