Atardecía el cielo se tornaba en colores ocres, la tristeza invadía el lugar encontrándose rodeada de cadáveres de aquellos que llamaba sus enemigos, asesinos sin piedad.
Era su primera batalla una en la cual debía ejecutar por honor y demostrar que una mujer también es digna de luchar y más por la mayor de las causas justificadas, la mas dolorosa para una humana... la muerte de sus familiares a manos de aquellos bastardos que sin piedad saquearon el poblado dejándola indefensa en su soledad, por suerte no fue descubierta pero a partir de aquel instante solo vivía para su vendetta. Días antes le relataba a su prometido lo qué estaba dispuesta a hacer enfundada en aquel traje nadie sabría que tras esa coraza se escondía una vengativa mujer. El muchacho horrorizado por aquella infame idea intento por todos los medios sacarle esa locura pero conocía su carácter de guerrera nadie podría detenerla ni siquiera esos besos y caricias que con tanto amor este le ofrecía. La noche llegaba en su regazo, solo unas horas les separaba del duro combate quizás seria la ultima vez que pudieran amarse y arropados por las estrellas y esa inmensa luna se amaron como si no existiese un mañana, como si la vida se les fuera en esas horas de descuento , los besos y caricias recorrieron el lecho de los enamorados , relatándose al oído esos susurros en palabras de amor, gemidos, jadeos, voltearon sobre aquel colchón de suave plumaje, cabalgaron juntos agarrado entre sus caderas , con el movimiento que brindan las olas del mar en un día de gran tormenta, exclamando sus deseos mas ilícitos...
Sus cuerpos descansaron por fin después del ciclón de sentimientos que inundaron el dormitorio y antes de que la vela quedara completamente fundida, el muchacho abandonaba la estancia dejándola dormir , su ultima mirada observando las curvaturas de su figura descansar como un ángel caído del cielo y de sus labios exclamo en silencio un te quiero...Llegado el día la guerrera agarro su espada se encerró en aquella coraza escarlata ,preparándose para la batalla, encontró extraño la falta de su prometido al cual espero con desidia con el único deseo de poder despedir esa ultima cita de enamorados, el destino es contradictorio lo mismo moría como quedaba vencedora de su combate pero el tiempo corría demasiado deprisa en su contra y tuvo que abandonar la estancia con esa pena ese dolor de no poder decirle adiós . Se trasladó a la zona de combate, iba bien disfrazada pasando desapercibida de su genero sexual y con la furia de mil tormentas se enfrentó a sus adversarios más temidos, regando su entorno del rojo añejo de la sangre enemiga. Miro al horizonte y en un descuido casi pierde la vida pero sus reflejos la salvaron de aquella muerte, llevándose consigo el corazón en mano del presunto traidor que casi acaba con su vida, este caía de rodillas mientras ella le liberaba de esa máscara de Hierro descubriendo la peor de las verdades, su prometido era en realidad uno de sus peores enemigos, se arrodilló ante el, sus lágrimas se desplomaban pidiendo clemencia, perdón por su acto de violencia sin darse cuenta de que el hubiese actuado con la misma dependencia de hecho así se lo hizo saber cuando tras su espalda la quiso ejecutar, aunque el tampoco podría creer quien estaba detrás de aquel ropaje, de aquella mascara que poco a poco descubría ante sus ojos, estos repletos en lagrimas tanto uno como el otro . La batalla había ganado perdiendo lo que más quería, esta se quedó mirando hacia el horizonte desencajado su rostro suspirando su gran dolor agarrada al corazón de su prometido que lo aguardaba en su mano....el recuero de aquella venganza tatuada en su palma ensangrentada.
ESTHER ROVI