Batman Family: Legacy

Capitulo 11. Lo que Bruce querría

Batman Family: Legacy

Wingzemon X

Capítulo 11
Lo que Bruce querría

Miércoles, 24 de julio del 2013

La señorita Tracey Buxton había tenido un día agotador... No, más bien había tenido unos días agotadores. Tenía demasiadas presiones encima últimamente, y éstas parecían ir en aumento exponencialmente; estrés era una forma muy escueta de describir su estado. Al llegar a su departamento de lujo sobre Gotham Square esa noche, sus pies y su cabeza le pedían tirarse a la cama y descansar, pero el resto de su cuerpo le pedía a gritos otra cosa. No tardó mucho en decidirse por alguna de las dos opciones.

Puso a llenar la tina con agua caliente, y se despojó de inmediato de cada prenda de vestir que tuviera encima. Se sumergió unos minutos en el agua caliente, y dejó que ésta le ayudara a relajar los músculos. Se sentía en el paraíso, tanto así que dudó un poco en salir, y se sintió tentada en cambiar sus planes. Pero era miércoles de damas en su bar favorito, y cada semana sin falta ahí estaba; ya para ese entonces Johnny, el guapo bartender que atendía ese día, la reconocía de inmediato en cuánto entraba, y ya sabía qué prepararle para iniciar la noche. Además, si había habido una semana en toda su vida en la que realmente necesitaba tomar una maldita copa, o quizás cinco, y olvidarse de sus problemas, era precisamente esa.

Salió de la tina y se rodeó el cuerpo con su bata azul celeste antes de salir. Revisó con detenimiento su guardarropa, dándole un vistazo hasta tres veces a cada prenda, antes de decidirse por un vestido entallado y corto color negro, con la espalda descubierta. Tacones altos, también negros, y, ¿por qué no?, ropa interior de encaje que combinara. No buscaba como prioridad algo más allá de beber esa noche, pero si la oportunidad se daba, no la iba a rechazar, de eso estaba segura. Había fantaseado muchas veces con llevarse al guapo Johnny a su departamento y enseñarle lo que podía hacer una verdadera mujer, pero ese tipo no parecía captar ni una sola de sus indirectas; era posible que bateara del otro equipo, eso no le extrañaría en lo más mínimo con su suerte. Quizás esa noche insistiría un poco más e intentaría ser algo más directa y al grano con él, y ver qué pasaba.

Se pintó los labios de un rojo intenso, un poco de delineador y sombra, pero no demasiado. No se había mojado ni un poco su corto cabello rubio claro, por lo que apenas y se lo acomodó con los dedos. Se tomó un minuto para admirarse a sí misma en su espejo de cuerpo completo, sobre todo como el vestido marcaba a la perfección su esbelta figura y su busto prominente. A sus ya casi cuarenta años, no estaba para nada mal, si era correcto que ella misma lo pensara.

Por último, sólo apenas unas pequeñas dosis de perfume, su bolso, y ya estaba lista para salir.

Tomó un taxi en la calle de enfrente y éste la llevó unas cuatro cuadras más adelante, al Secret Nile Bar. Dependiendo de la situación, el nombre podría indicar una naturaleza diferente a lo que realmente era, pues de hecho era un bar bastante elegante y de buen gusto, frecuentado principalmente por empresarios o ejecutivos de los edificios de oficina cercanos, abogados, corredores de bolsa... Hombres y mujeres de cierto nivel, en busca de un sitio tranquilo para despojarse de la presión de sus respectivos trabajos, cómo ella misma deseaba en esos momentos.

La iluminación del interior era tenue, pero agradable. Había un pianista amenizando la velada con una tonada ligera. En efecto era noche de damas, por lo que había varias mujeres en el lugar. Pero claro, la cantidad de hombres tampoco era escasa, y con sólo echarles el ojo a varios de ellos por unos segundos, pudo detectar las miradas lascivas de depredadores al acecho. ¿Por qué la mayoría de los hombres tenían que ser siempre tan obvios? ¿No habían aprendido luego de tantos años a ser más sutiles? La noche, sin embargo, aún era relativamente joven; apenas y pasaban de las diez. Aun siendo entresemana, esperaba que en los próximos minutos ese sitio se fuera a llenar poco a poco de más personas.

En cuanto cruzó la puerta, y el guapo Jhonny, de piel morena, cabello negro corto y ojos azul claro, la vio entrar, comenzó a prepararle su bebida en una copa de cóctel. Un minuto después de haber tomado su lugar en la barra, Jhonny colocó frente a ella su copa con el líquido transparente y una aceituna.

- Aquí tiene, señorita Buxton. – Saludó el bartender con amabilidad. – Un Martini con Vodka, seco.

- Gracias, Jhonny. – Respondió ella con una elegante sonrisa. Al extender su mano para tomar la copa, se atrevió a pasar sus dedos por la piel del fuerte brazo del hombre, en una caricia aparentemente inofensiva. – No sé qué haría sin ti.



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En el texto hay: dc comics, batman, batgirl

Editado: 28.05.2020

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