Battle of Dynasties

Capitulo 6

Capitulo 6

Scarlett

Lunes 12:14 a m

Ahí te vamos san pedro

Definitivamente

En estos momentos me sentía desechable. Estábamos corriendo en clase de gimnasia, llevábamos dos vueltas por todo el gimnasio que por si fuera poco no era nada pequeño y yo ya sentía que me desmoronaba

¡Sigan corriendo, no paren! - nos gritó nuestro profesor de gimnasia, típico hombre alto y gordo que siempre nos dice que debemos hacer ejercicio, pero nunca lo hemos visto correr - última vuelta chicos-continuó "animándonos"

No me gusta correr, siempre me pesa hasta el alma cuando se trataba de cardio. En gimnasia teníamos dos horas de clase en la primera hacíamos cardio, mi debilidad, y en la segunda el profesor desaparecía misteriosamente pues ese es su método, 30 minutos de trabajo una hora de descanso y sinceramente no me quejo. Al terminar de dar las cuatro vueltas el profesor nos dejó tiempo libre y yo como si caminar me torturara me senté en las gradas con mi botella de agua sintiéndome desgastada.

- Lo único bueno de esta clase es que veremos de nuevo a los chicos de Basquetbol entrenar- me habló Andrea acercándose a las gradas

Amén hermana- respondí, tomando de la botella de agua.

- Se rumorea por ahí que este año algunos chicos de nuestro curso entraron al equipo -habló sentándose a mi lado- esto va a ser muy emocionante

-tengo curiosidad por saber quiénes serán las nuevas víctimas del entrenador

Y como si de llamarlos se tratase la puerta del gimnasio se abrió dejando ver a 5 chicos que parecían Dioses bajados del mismísimo cielo, pero luego, aún tomando mi agua un tanto distraída me fije en un chico en especial.

Uno alto, moreno, castaño y con esos hermosos ojos grisáceos que me hipnotizaban.

Uhhh- habló Andrea- si este es el infierno quiero estar en él.

Aún distraída casi me ahogaba con el agua cuando su mirada y la mía se cruzaron y obviamente la aparté de inmediato.

Durante toda la clase Andrea y yo nos fijamos en una cosa, en los chicos con estructura del Olimpo justo 10 metros frente a nuestro grupo y no sé si era yo o había algo en el que lo hacía resaltar entre los cinco.

Eres tú nenis

OK, no lo negaré

El entrenador los puso a correr lo cual agradezco porque para Andrea y yo que estábamos estirándonos para practicar la coreografía de nuevo (Luisa lo quería todo perfecto) podíamos verlo todo.

no sé tú, pero yo lo veo todo en cámara lenta, mejor dicho, lo veo a él en cámara lenta.

Y se ve increíble.

No sé en qué momento dejamos de estirarnos para ponernos de pie y quedar tan juntas que pareciera que estuviéramos conjurando algo.

-Santo Dios- susurré para mí misma muy sorprendida por la vista de Dioses

-Acaso estar así de bueno es legal? - preguntó Andrea a mi lado igual de sorprendida, no sabía exactamente si estábamos hablando de la misma persona

-lo dudo- respondí escaneando cada parte de ese ser tan perfecto.

Que, claro

Como no

Se dió cuenta que lo estaba mirando como si fuera la cosa más preciosa en este mundo.

a ver nena, tu no ves? Él es lo más precioso de este mundo

Andrea y yo quedamos mirándolo fijamente (bueno al menos yo, porque no tenía ni la menor idea de a quien miraba Andrea) hasta que el volteó bruscamente hacia mí y de la nada me guiñó el ojo por lo que yo desvíe la mirada de inmediato.

- ay Dios, hay algo que me quieras contar? - preguntó Andrea quien se había dado cuenta de esa pequeña acción.

- En realidad, por ahora nada- mentí y descaradamente

-claro, y yo soy la reencarnación de afrodita.

Al terminar la clase de gimnasia y prepararnos para ir a nuestras casas aproveché para acercarme a Nathaniel que se encontraba sentado en un banco y en la mano sostenía un refresco.

- ¿sábado a las 6:00 de la tarde en el cine? - fui directa y clara, si esto tenía que funcionar deberíamos de poner de nuestra parte

- Ah, hola Nathaniel ¿cómo estás?, ¿Bien Scarlett, pasando el tiempo y tú?, Bien. ¿Quisieras ir el sábado al cine conmigo?, Claro, pasaré por ti mándame tu dirección- hablo de manera sarcástica teniendo la conversación con si mismo que se supone que debimos tener antes.

Sisi ya entendí- ¿Rodeé los ojos frente a la actitud que él estaba tomando, aunque no lo culpaba -vamos o no vamos?

Y cuando estaba a punto de llevar el refresco a sus labios y luego responder supongo, alguien se lo quitó y lo reemplazó por una botella de agua.

-Mi niño, no deberías de tomar eso después de hacer ejercicio.

¿Y tú como quién eres para decirle a mi prometido “mi niño"?

Observé como Nathaniel rodaba los ojos y tomaba la botella de agua sin ninguna oposición mientras la chica alta, cabello corto, castaño, azabache, cuerpo delgado y con los ojos cafés se sentaba en su regazo.

¡SU REGAZO!

Debí tener una cara de estupidez genuina porque Nathaniel habló enseguida

-Dahiana, ella es Scarlett, Scarlett ella es Dahiana

te falto la parte en donde dices mi prometida, querido

¿Celosa?

No

Si

-Un gusto conocerte- extendí mi mano para darnos un apretón, pero la de ella nunca llegó.

¿Uy, la súper modelo no sabe estrechar la mano?

Nathaniel movió su pie para que ella reaccionara

- Que? - habló al fin - Ya sé quién es ella- dijo con indiferencia -No me gusta el contacto físico con cazadoras y menos vampiras de sangre impura, me parece algo asqueroso.

¿Cómo dices?

¿Me acabas de declarar la guerra? Eso vas a tener

Alejé mi mano con la poca dignidad que me quedaba -estás sentadas en uno, genio- dije con fastidio y sarcasmo.




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