Capitulo 19

Cap 19

Scarlett Grant

Mis piernas pesaban mucho, su agarre era fuerte y su calor reconfortante. Pero todo eso acabó en el momento exacto en que me dejó en el mueble y el contacto quedó en el aire.

- ¿A ti que te paso? - preguntó

- Iba corriendo sin cuidado, caí, me rompí el labio y algunas otras cosas más - respondí sarcástica

-Susana - advirtió

-Alguien entró a casa - susurre

- ¿Dónde esta Andrea?

-Quedó con Nicolay -Hable con la cabeza baja - ¿Hay alguien más en casa?

-No, todos regresan mañana.

Punto a favor, su madre no te mirara raro.

-Ven, te ayudaré a arreglarte- me ofreció la mano y yo la tomé con mucho gusto sabiendo que me recibiría su calor.

Al entrar en su habitación encontré todo como antes, en complemento orden excepto por un libro que tenía montado encima de su cama.

-Buscaré ropa y una toalla para que te duches- aviso y luego desapareció

Estaba de pie en medio de su habitación con frío así que decidí darle un recorrido.

Cuando digo que TODO estaba en orden, todo lo estaba.

Desde la primera vez que fui a su habitación me dio curiosidad las dos habitaciones internas que tenía, aunque en el principio lo había ignorado y supuse que era un baño y un armario

Con los lobos nunca se sabe.

Abrí la puerta derecha y efectivamente encontré un armario espacioso con la mayoría de cosas colgadas, todo igual de organizado y en la otra un baño limpio y ordenado

-Me su miedo tu orden- susurre sabiendo que él no estaba detrás para escucharlo.

-Ya te dije por qué se debe

Juro que casi pude ver mi corazón salir de mi pecho y correr desesperado y el noto que estaba muy aterrada.

-Quita esa cara- rio- parece que fueses visto algún espanto.

No respondí.

No sentí la fuerza ni ganas suficiente para responderle.

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Entre a la ducha y al abrir la regadera mi cabeza empezó a doler a pulsados, miré hacia el suelo y vi un poco de sangre.

Perfecto, me rompió el labio y me duele la cabeza.

Después de todo ser cazadora nos da un poco de inmunidad ante el dolor.

Al terminar de ducharme salí del baño y encima de la cama de Bestia encontré un pantalón gris y una camisa negra

¿No tiene ropa más alegre? -se quejó mi conciencia

Me la puse y me observé en el espejo que tenía en su habitación.

Su sudadera era gigante y tenía que enrollarla un poco para que no se arrastrar por el piso, con la camisa era igual. Todo me quedaba suelto y agradecía eso

Todo olía a su aroma el cual era muy particular, era suave y delicado

Todo lo contrario, a él

Si ya terminaste de oler su camisa como una psicópata ¿puedes bajar?

Obedecí a mi conciencia y bajé a ver que hacía el

Mi paso era lento y cuidadoso, me dolía la cabeza hasta cuando caminaba muy rápido. Al llegar a la cocina lo encontré de espalda haciendo de comer.

Me iba sentar en la primera silla que vi, pero el hablo

-Siéntate en la encimera- ordeno y yo con dificultad lo hice.

Escuche como el agua salía y el abría y cerraba unas cuantas cosas

Se acercó con un botiquín de primer auxilio y entró en mis piernas.

Estaba casi segura de que estábamos tan cerca que logré notar que entre el verde y gris de sus ojos el que más predominaba era el gris

Sus ojos no se centraron en los míos si no a la herida de mi cabeza (Que apenas notaba) y la de mi labio.

Al momento de curarla fue delicado y cuidadoso, pareciese como si fuese una muñeca de porcelana con miedo a romperla

-No te duele mucho?

-No, ¿por qué?

-Te rompió un poco la cabeza, una persona normal estuviera llorando- dijo muy concentrado a esta.

-Soy una cazadora - recordé

-En ocasiones no parece - burlo

Ja, ja, ja que gracioso

Al terminar de curarme me dio de comer y se sentó a mi lado.

-Parezco un perro abandonado- susurre con una sonrisa y la boca llena

-Es mi primera vez recogiendo a uno - me devolvió la sonrisa y esa sonrisa me cautivo

-Cuando quieres puedes ser muy fácil de llevar Bestia

-Cuando quieres puedes llegar a ser insoportable Susana

- Gracias - susurre y el asintió

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Luego de ver una película juntos llegó la hora de dormir

¿Por qué no estas nerviosa?

Solo dormiré con el

Exacto. Dormirás con Nathaniel Henderson -mencioné lentamente en mi cabeza

Fue una alerta para entrar en pánico

Él había salido de la habitación para dejar todas las cosas extras que habíamos comido.

Y yo aproveche para abrir un poco las cortinas de la ventana de su cuarto, era grande y la vista hermosa, eran luces de edificios y una vista amplia y perfecta de la luna.

-Por algo no la abro en las noches - dijo y casi al instante ahogue un grito.

- ¿Entonces porque la tienes? - pregunté aún con voz aguda

-Porque también abre y puedo salir cuando quiera - respondió indiferente y yo solo Asentí.

-Susana- voltee- me iré a dormir en la habitación de mi hermano, está casi al lado. Si pasa algo gritas

- ¿Cómo gritar? - dije asustada

-Si. gritas -respondió indiferente dándose La vuelta para salir de la habitación

- ¿Por qué no duermes aquí? Pregunte

-Yo? ¿Contigo? - abrió los ojos sorprendido por mi propuesta.

-No, si quieres un animal - respondí sarcástica

-En realidad...

-No, déjalo, no quiero saber.

Y luego sonrió

¿Lo lograste?

- ¿Por qué quieres dormir conmigo Susana? - Preguntó cruzando los brazos y acercándose a mi