Be Quiet

Capitulo III

 

Katherine

 

Escucho a lo lejos un sonido molesto, se detiene por unos segundo y vuelve a comenzar, me levanto con dolor de cabeza, agarro mi celular y decido detener la alarma para darme cuenta de que son las 5:40 de la mañana y solo he podido dormir por 3 horas, no pierdo más mi tiempo ya que recuerdo el correo del estúpido de Miller en el me quería 10 minutos antes de que empezara su clase, ¿!Qué querrá ahora¡?, no es suficiente con verme casi todos los días a la hora habitual, que ahora desea estar a solas, empiezo a plantearme que el supuesto enamoramiento de Miller del que Ian y Sarah siempre hablan comience a ser cierto, dejo de pensar en el tema y me levanto de la cama

Comienzo a arreglarme para empezar el día, voy a la ducha, abro la llave del agua y mientras que esta calienta me desvisto, entró a regadera y decido lavar mi cabello, para luego salir, vestirme, sin olvidar ponerme mi chaqueta de cuero, mi celular, mi bolso, las llaves y claramente el maldito trabajo que me quito varias horas de sueño y parto hacia la a clase.

Me pongo mis audífonos y mientras bajo las escaleras del los dormitorios, miro la hora y son las 6:30, diviso una tienda abierta y voy comprarme un café para desayunar, claramente por lo temprano que esta no hay mucha gente, pero eso cambiará en unas horas. Camino despacio, sinceramente no quiero ver a Miller sin embargo con música el camino se hace corto y de un momento a otro ya me encuentro frente a la puerta de la clase.

Me quedo unos minutos afuera del salón terminando mi café, en mi mente estoy alargando el momento de entrar y verle la cara a ese idiota que hace llamarse profesor, cuando termino saco mi celular y miro que ya no puedo alargar más la espera, siento unos pasos en el pasillo, es Miller que viene acompañado de un chico que no conozco, pero tiene aspecto de niño rico, odio a esa clase de tipos, ambos están charlando animadamente, y entran al salón, eso me da muy espina y me hace preguntarme porque cogí clase a las 7 de la mañana de Fundamentos de Derecho Penal con Miller, cuando me habían dicho que seria una mierda, y vaya que no se equivocaron.

Guardo mis audifonos, boto el vaso del café y decido entrar al salón, ese par siguen hablando como si nada, pero en el momento que entro al salón el sonido de mis zapatos llaman la atención y ambos dejan de hablar.

- Señorita Campbell, que gusto verla de nuevo, ¿Le ha gustado el trabajo que le deje? - me dice Miller con una sonrisa petulante.

- La verdad Señor Miller - doy una pausa dando un suspiro - Es que si me ha gustado mucho su trabajo, ha estado interesante aunque no tan mal como estaba diciendo, sinceramente he tenido peores.- Terminó la frase poniendo una sonrisa de suficiencia y extendiendo el mamotreto de 30 páginas.

Miller cambia totalmente su expresión, las palabras que he dicho lo han dejado desarmado y lo único que hace es coger el trabajo.

- Profesor, podría saber porque me encuentro en este salón 10 minutos antes, a menos de que solo me haya citado a esta hora para hablar de mi maravilloso trabajo- Claramente mi sonrisa arrogante no se va de mi rostro.

- Señorita Campbell, no solamente la llame para que me entregara su trabajo, sino que también le tengo una buena noticia, y tiene que ver con el joven Hoffman

-¿Con quién?- Pregunto, ¿qué carajo se tiene entre manos este tipo?

-Señor Hoffman acérquese por favor- el chico que estaba hablando antes con Miller se para de su asiento y se acerca a nosotros- Aunque no me guste aceptarlo, usted Señorita Campbell es de las mejores alumnas que yo tengo en mi clase, y hablando con los directivos de la facultad me he dado cuenta que aún le faltan ciertas horas de servicio por la beca que posee gracias a esta universidad, por lo tanto me he dado a la libertad de que sea usted quien le de clases particulares a el Joven Hoffman ya que no va de la mejor forma en mi materia y así terminaría las horas que debe este año.

- Está bromeando, ¿no? - Escucho que habla el niño rico - No aceptaré que esta sea mi tutora- Termina diciendo dándome una mirada de asco. ¡A este que le pasa!.

- Lo siento Señor Hoffman pero ya esta decidido que la señorita Campbell sea quien lo asesore, si no está de acuerdo puede irse programando por repetir mi materia, porque no creo que haya alguien más calificado para ayudarlo teniendo en cuenta lo corrido que va el año- Dice Miller en una seriedad que asusta.

- Eso es imposible señor Miller, ya tengo la mayoría de mis horas listas y estoy pronta a terminarlas, así que no es necesaria su preocupación por mí, yo ya tengo todo bien calculado- Le dije mostrando mi mejor sonrisa arrogante.

- Yo no estaría tan seguro Señorita, porque si no mal recuerdo, no es más tengo casualmente una copia de sus horas aquí - Dice eso mientras de su carpeta saca una hoja -Usted solo cuenta con 30 horas de las 100 necesarias para no perder su beca, y para recordarle, en esta universidad no solo es necesario un cierto nivel de promedio, sino que además necesita completar unas horas de servicio, yo le estoy dando la oportunidad de terminar esas horas, a menos de que esté pensando en prescindir de continuar con nosotros un año más - Termina de decir con una sonrisa más arrogante que la mía, si eso es acaso posible y entregándome la hoja que sostenía en su mano con mis supuestas 30 horas de servicio. Miro la hoja y efectivamente solo había 30 malditas horas.



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En el texto hay: drogas, romance, carrerasilegales

Editado: 06.07.2018

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