El sol de la mañana apenas calentaba el camino de entrada al LIKE, el internado más exclusivo y reservado del país, donde las promesas del futuro se tejían entre muros de cristal y secretos bien guardados.
Una fila interminable de autos negros se deslizó lentamente por la avenida privada, uno tras otro, dejando caer a sus ocupantes con mochilas de diseñador y rostros ensayados para la perfección.
Desde el techo del edificio, las banderas ondeaban con orgullo, junto al escudo que brillaba bajo el sol: Life Institute of Knowledge and Evolution.
Lana Nicole Moretti bajó del auto con pasos firmes, ajustando el moño de su uniforme mientras sus ojos escaneaban el patio. Todo estaba impecable: los jardines, los estudiantes en grupos, las risas contenidas, la música que salía de bocinas invisibles.
Frente a ella, un grupo de chicas susurraba sobre la influencer que acababa de llegar, admirando en secreto su presencia imponente. Pero Nicole no tenía tiempo para suspiros ni miradas; su mente estaba en otra parte, tratando de ignorar la sombra que sentía en el aire.
Entonces, el ruido de motores rompió la calma. Un auto deportivo negro rugió y frenó en seco cerca de la entrada principal. De él bajó Alexander Rubio Acosta, con la chaqueta del uniforme a medio poner, una corbata floja y esa sonrisa que podía destrozar cualquier día perfecto.
Los estudiantes giraron para verlo, susurrando rumores y deslizando miradas entre expectación y recelo. Alec caminó directo hacia el patio, esquivando a unos y otros, con esa seguridad que dejaba claro que él era dueño de ese lugar, aunque oficialmente estuviera “de vuelta” por una pelea que muchos preferían no mencionar.
Sus ojos encontraron a Lana Nicole. Por un instante, el mundo pareció detenerse. Nada se dijo, pero ambos sintieron que ese reencuentro a punto de empezar cambiaría todo.
Un nuevo ciclo comenzaba en el LIKE, y nadie estaría preparado para lo que venía.
Al ser el primer día de clases, es normal un discurso de bienvenida. El personal de LIKE reunió a cada uno de los alumnos en el auditorio principal del Colegio para escuchar el discurso que la Directora Renata Fuentes tenía preparado para el inicio de clases.
— ¡Alumnos y maestros, sean bienvenidos a este nuevo ciclo escolar! Hoy no solo abrimos un nuevo año de estudios, sino que abrimos un nuevo capítulo en nuestro libro personal. Cada uno de ustedes tiene el potencial de agregar, borrar e incluso arrancar páginas de su propio libro porque al final, ustedes son el autor.
Piensen en crear grandes historias y momentos que le den ese plot twist que tanto desean. Piensen en las hazañas de esos personajes que quieren que estén presentes y sobre todo decidan qué personaje quieren ser dentro de las historias de los demás, porque recordemos que todos somos protagonistas de nuestra propia historia.
Este ciclo escolar es una nueva oportunidad para superar grandes obstáculos, perseverar y alcanzar la grandeza. Es un nuevo viaje que les permitirá enfrentar nuevos desafíos y oportunidades. Habrá momentos difíciles pero recuerden que siempre tendrán a su lado a sus compañeros, a sus maestros y sobre todo a sus familias, quienes los guiarán y apoyarán en cada paso del camino. Hoy los invito a trabajar con pasión, a aprender con curiosidad y dejar una huella permanente en este mundo. Que este nuevo ciclo escolar esté lleno de aventuras, aprendizajes y éxitos que merezcan ser parte de esa gran historia que escriben el día de hoy.
¡Adelante, queridos alumnos.! — Finalizó la Directora
Un aplauso espontáneo llenó el auditorio. Tras la presentación de cada profesor, los alumnos comenzaron a dirigirse a sus habitaciones.
Nicky atravesaba el largo pasillo, observando las puertas con placas que indicaban sus nombres. Al llegar a la suya, leyó: Lana Nicole Moretti, Alexandra Beaumont y el nombre de otra chica desconocida.
— ¡No puedo creer que estés aquí!. — Exclamó Alexandra emocionada
— También te extrañé. Me alegra que seamos roomies. ¿Conoces a la otra chica? — preguntó Nicky
— No, creo que es nueva porque no había escuchado su nombre nunca — respondió Alexandra
— Tal vez, ya tendremos tiempo de conocerla — agregó Nicky
— Claro. Pero volvamos a lo importante. Ya está todo organizado para la Reu de ésta noche — exclamó Alexandra emocionada — Será en la piscina y claro que tú eres nuestra DJ oficial — Nicky rió
— ¿Y a quién debo dar las gracias por mi nuevo trabajo? — preguntó Nicky
— Todos sabemos que eres la mejor — agregó Alexandra. Nicole rodó los ojos — Está bien. Fue idea de Jay, pero tiene razón, eres la mejor. —
— ¡Naiki! — Exclamó un chico al entrar a la habitación
— Hablando del rey de roma — agregó Alexandra
El chico rubio corrió a Nicky para alzarla en un abrazo.
— ¡Yo también te extrañé, Jay! — chilló emocionada Nicky
— No sabes cuanto he esperado el día en el que ingresaras a LIKE — comentó Jay mientras dejaba a Nicky en el suelo
— ¡Yo también lo esperaba con ansias. Cada vez más cerca de ser un adulto! — mencionó Nicky