Quisiera que fuese feliz a mi lado, pero la mayoría de veces las cosas no salen como queremos.
NARRADOR OMNISCIENTE
El tiempo transcurre. Ya aquella barriguita de pocos meses no está más y ahora, el bebé de Alizée ha crecido. Tiene unas diecinueve semanas y media, está ansiosa de pronto poder saber el sexo de su bebé, ¿niño o niña?, aún es incierto.
Muchas sorpresas la van a deparar de ahora en adelante, las emociones están a flor de piel en estos días, todo desde aquel beso con su jefe, Walter, la relación entre ellos se puso más… intensa.
Pero cuando todo es color de rosa para unos, en otros el mundo está hecho trizas por siempre pensar en el bien de otros, sin embargo, ¿qué se puede hacer cuando el corazón de quien amas no es tuyo?
Ya él, Raphael Brunet, da por perdida la apuesta contra Walter, puede que cuando esta mujer se entere, no se lo tome de la manera más amena que exista.
El llanto inunda la habitación del hijo más pequeño de los Brunet, cosa extraña porque, no suele mezclar sus sentimientos en nada ni nadie, sin embargo… Esta mujer lo doblegó.
—Ay, Rapha, tu bien sabes que eres así, sin corazón de vez en cuando porque te han fallado, el amor duele—se expresa a sí mismo arreglando su chaqueta para salir a la empresa.
Con cara apenada, toma todo lo que necesita y se retira. Sin notarlo, sus ojos se nublan debido a los duros pensamientos sobre esa mujer.
Su familia ya no está en casa, todos se han ido, lo cual hace que el vacío existencial sea más notorio.
Quiere dejar de sentir, de amar, de soñar con aquella mujer. El hecho está en que, aboga su mente y sentidos por ser tan distinta a las demás.
Aquellas que solamente están con él por los billetes que le ofrecería, sonrisas falsas envueltas en tragos amargos que desgarran la garganta, eso sin duda.
No obstante, ella… nunca ha sido así, pero ahora espera un hijo y él, aunque no le guste mucho, se enlazaría con dicha criatura porque no quiere que sufra.
Sabe lo que es el dolor por el rechazo de la familia, lo vive todavía.
Toma algo de desayuno que le ha dejado la señora encargada de hacer los mandados del hogar, la cual se lo dejó listo en una bolsa para llevar y sale de su casa.
Y este, sin pensarlo más, se retira con rumbo a su trabajo pensativo… divagando ideas para poder entender cuál es la decisión que va a tomar.
—Siempre soy muy maduro—acaricia el volante pensando—pero tengo un día que romper eso e irme por otra zona para poder sanar—suspira—Quizá un trato distinto… Me ayude.
Comienza por sacudir su cabeza tratando de olvidar todo lo que tenga que ver con Alizée Lacroix y su mejor amigo que, al parecer, se llevaría todo el crédito del error que cometió.
Bueno, error para él, porque en ella, es un sueño y deseo hecho realidad.
De todos modos, siente que no hubiese tenido oportunidad con ella, ama a su mejor amigo y se lo dijo directamente, es algo que, puede costar cambiarlo en ella.
La música es suave en su auto, en especial que es música electrónica, su favorita porque da ánimo y buenas vibras para empezar la mañana.
Tiene la fe de que puede superar esto que siente por Alizée Lacroix, quizá si hubiese sido honesto con ella, la tendría en sus brazos haciéndola feliz.
Pero, por primera vez, después de mucho tiempo, alguien sacó la parte humana y sincera al cien por ciento, y eso, es muy doloroso cuando falla.
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Empresa de diseños y ropa Méunier.
(Oficina gerencial)
Apuntes por allí, sudor por allá de tanto moverse, al menos no es un impedimento en el embarazo, siempre y cuando no pase algún accidente.
Hay una joven que es gerente de esta empresa que anda vuelta loca haciendo dos proyectos demasiado importantes, la nueva línea de ropa de su jefe y, segundo, la revelación de sexo de su bebé que, pretende que sea pronto, en unos días, realmente.
Quisiera que su mejor amiga estuviera con ella, ya que, es la mejor para este tipo de eventos.
El día de hoy es viernes, por ende, en la empresa se puede ir mucho más cómodos, ella ha elegido una blusa con algo de sensualidad en la espalda, quiso estar cómoda porque ha tenido que cambiar la ropa de su closet, ningún pantalón o blusa, le sirve de la Alizée de antes.
Unos ojos la observan por entre la puerta mientras ella respira profundo para relajarse e inspirarse de ideas para la presentación de la nueva marca y, la revelación de su bebé en camino.
Esa marca… le recuerda a esa noche.
Una mancha un poco al centro en su espina dorsal, algo grande y color café, recuerdos borrosos invaden la mente de quien la observa…
Chica con el pelo rubio oscuro, la marca en la espalda, sin duda era ella con quien estuvo, ¿a caso es aquí dónde se puede empezar a evidenciar quién la tomó como suya esa noche y es el padre de ese bebé que lleva en su vientre?
Sí, tiene que ser ella o, ¿no?, ¿eran tres?, ¿cuatro?, ¿cinco?, ¡no lo sabe!, ahora el recuerdo divaga en su mente y atormenta lo que esté pasando, debe tratar de recordar e indagar.
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Editado: 05.09.2025