¿ Bebé sorpresa?, ¡ni loca!

22: Paz

El regreso de algunas personas trae paz en el alma de otros.

Días después.

El regreso de las Lacroix.

ALIZÉE LACROIX

Las despedidas siempre son demasiado desgarradoras, aun cuando se trata de una persona que te hace feliz cada segundo que pasa por tu vida y tienes que alejarte. Mi mejor amiga, la extraño, ver como ese avión despegó con ella abordo, me llenó el corazón de dolor y mis ojos de lágrimas.

Desde entonces, la casa ha estado demasiado apagada y triste, pero debo tomar fuerzas y ánimo, ya me quedan pocos días para regresar a la empresa y volver al mismo estrés de conquistar con aquellos dos, bueno, aún no los perdono por completo.

Recuerdo sus palabras al despedirse, mi púrpura, te extraño tanto.

Ali, volveré pronto mi princesa, sabes que te amo con todo mi corazón, mi pequeña hermanita. También a ti bebé—se agacha a besar mi vientre.

—Púrpura, no me dejes—al ver que me quiebro me abraza—al menos no por mucho tiempo, vuelve pronto.

Y ahí, sentí ese abrazo eterno. Jamás olvidaré a Violette.

Un toque en el hombro me saca de mis pensamientos a ojos cerrados. Veo que es tía-mami Adelaine.

—¿Te sientes bien, cariño?—me pregunta y asiento.

—Sí, sí, solamente estaba pensando en púrpura, la he llamado hace un rato, pero debe de estar tomando clase.

—Lo más seguro corazón, sin embargo, no quiero que estés triste porque ella se haya ido, regresará muy pronto, lo sabes, ella te lo dijo—se sienta a mi lado.

—Ya lo sé, mami Adelaine, no obstante, no puedo evitar sentirme mal—sonrío de lado.

—Venía a que hagamos algo, eso seguro que te va a subir el ánimo y creo que poco a poco debemos de ir yendo a hacer esto—mi cara es de confusión en estos momentos.

—¿A dónde vamos a ir?, la verdad es que no tengo ganas de salir, me siento mejor en mi habitación, aquel viaje me dejó agotada—hago un gesto esperando que me crea y rueda sus ojos.

—Conmigo no te van las excusas y lo sabes, no me mientas, Alizée Lacroix—río un poco—además, el viaje fue hace unos días, ya debiste haberte repuesto, no has ido a trabajar.

Trato de hacerle un poco de cosquillas.

—Ya, ya, creo que me ganó, no puedo mentir—me pongo de pie—¿a dónde me piensas llevar?—ahora quien ríe es ella.

—Pues, vamos las tres a comprar ropa para tu bebé, es momento de comenzar a hacer esto, no podemos dejar que el tiempo pase—cuando me menciona esto no evito sonrojarme y llenarme de felicidad.

—¿D-de verdad?—me cubro la cara de la emoción que siento dentro de mí.

—Claro, así que toma tu bolso, a nosotras nos toca pagar, ¡vamos!—chillo y tomo mi bolso como si fuese niña pequeña.

Salimos de mi habitación y escuchamos la bocina de Aimée esperándonos en el auto.

Emprendimos el viaje, me siento emocionada, al punto que, mi bebé igual lo está. Mi madre Adelaine se sentó detrás conmigo y le puse la mano en la pancita.

—Vaya, vaya, como que alguien quiere ropa, ¿verdad pequeña?—se mueve más fuerte, al punto de que me molesta un poco.

—Al parecer ya te conoce, mamá—mis ojos se nublan, esto es un momento muy lindo, en serio que tener hijos o, estar a la espera de ellos, sí que es un sentimiento único.

—Sí, ya me conoce, lo que quiero es cargarla—sonrío y seco mi lágrima.

—Pronto, falta menos, cada vez, ansío ese día.

—La tía es la que más desea ver esa princesa, sin duda se va a parecer más a mí que a ti—acaricio mi vientre, al menos ya se ha calmado.

—Ojalá y se parezca a su padre, que no sé quién es, para así discernir—mi bella Adelaine niega con el hombro.

—No te estreses con ese tema, cariño, saldrá una bebé sana y preciosa, eso es lo que ahora mismo importa, además, no vas a saber quien es, o ¿con quién la vas a comparar?, para eso tienes que hacer exámenes.

—Cierto, es un poco tonto lo que dije, cuando tengamos el examen, ahí sabremos quien es el que me tendrá que dar la mitad de su salario para la bebé—todas reímos al mismo compás.

—Me alegra que mi hermana menor ya se tome esto con humor y no con estrés.

—Trato de sobrellevar y hacer lo posible.

Bebé, no te preocupes, vamos a encontrar a tu padre, sé que sí y, ese día, tu madre se sentirá feliz.

Esa persona debió de estar en esa fiesta. Uno de ellos… va a encajar con nosotras.

----------------

En la tienda.

Miramos ropa de tanta diversidad que queremos ir a casa, romper el cerdito de los ahorros y gastarlo todo.

Hay cosas preciosas, pero me he enfocado en comprar algo esencial, como biberones pequeños de diferentes colores y unos más grandes que otros.

También, comencé a seleccionar ropa, sé que es pronto, sin embargo, ya me la imagino con vestidos y cosas preciosas.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.