Melissa estaba preocupada por su amiga. A pesar de que tenía una cita con Arturo después de clases y el hecho de que Meredith no la había atacado en esos días, estaba desconcertada…
- Libby va a estar bien. Es normal que se ponga así después de ver que Luis tiene una prometida… ¿no lo crees?
- Lo sé… tal vez quiera estar sola en su habitación… la comprendo, pero siento que algo muy malo va a pasar.
- Las cosas malas ya están pasando… - dijo Arturo, acordándose de sus padres – Debemos tener una actitud positiva, al menos.
- Es el esfuerzo lo que estás haciendo… ¿Sabes? Tu mamá llamó a la mía por teléfono y le dijo que su hijo se está juntando con una chica de poderes mágicos.
- ¿Qué? – Arturo no sabía nada de esto - ¿Cómo es posible? Es decir, jamás le he dicho algo sobre ti.
- Estaba pensando que… Arthur le dijo todo a tu mamá. Es la única explicación.
- Ese idiota…
- No puedo creer que él haya sido el mejor amigo de mi papá… ¿Qué pensará mi papá si se entera de todo esto?
- Es mejor que no pase. No querrás que se decepcione…
Melissa suspiró. Era una situación muy difícil para los dos.
Por otro lado, algunos amigos se reunieron en un café cercano…
- Tania desapareció en cuanto terminaron las clases – decía Catherine – Pensé que ya había terminado su proyecto.
- Quizá fue a revisarlo, ya saben cómo es ella. No admite errores – dijo Karen.
- No entiendo por qué estamos aquí – dijo Héctor, acompañado de Víctor – Esta reunión es de ustedes.
- Querían invitarnos a salir y no encontraron otra manera.
- ¡Cállate, Víctor! – pidió Karen – No se trata de eso.
- Queremos saber si Luis ya les había contado a ustedes lo de su prometida – Carol fue al punto.
- ¿Qué somos? ¿Una revista de chismes? No sabemos nada – dijo Víctor.
- Ella llegó de repente. Luis nunca nos dijo que tuviera novia – agregó Héctor – Esto parece una telenovela, el clásico enredo amoroso que involucra al heredero de una gran fortuna y a su verdadero amor, una chica pobre. La prometida, impuesta por ambas familias, es el obstáculo principal.
- ¿De dónde sacaste toda esa estupidez? – preguntó Catherine.
- Nuestra abuela veía telenovelas. Son series que transmiten en la televisión mexicana. Algunas veces yo la acompañaba a verlas, porque mamá quería que la cuidara – explicó Héctor.
- Oye, Libby no es pobre. Ha viajado a muchos países – aclaró Carol.
- Pero se ve pobre comparada con la prometida de Luis.
- Y esta es la vida real – agregó, tratando de ganarle a Héctor.
- ¿Qué tiene que ver Libby en todo esto? – Víctor estaba confundido.
- ¿Cómo termina esa historia? – preguntó Karen, por curiosidad.
- Pues el rico se casa con su verdadero amor y la mala, la prometida, muere en algún accidente que ella misma planeó.
- ¡Qué historias tan tontas! – exclamó Catherine – Dudo mucho que algo así pase en la vida real.
En la dirección del Colegio Área 22…
- No debería haber ningún problema, la ‘cuota’ está pagada – se quejaba Luis con el director.
- Lo sé, lo sé… pero no nos habíamos dado cuenta de que tu visa es de trabajo.
- Solo estoy aquí temporalmente. No me voy a graduar de esta escuela, todos los temas que enseñan ya los he visto…
- Entonces, ¿Por qué está aquí?
El joven no supo que responder…
- Bien… podemos dejar que siga asistiendo a las clases, pero… – dijo el director – …si no fuera por esa llamada que recibimos…
- ¿Llamada?
- Alguien llamó para hacernos esa observación.
- ¡Maldición!
Luis salió de la oficina, sabía claramente quien había hecho esa llamada.
Editado: 10.08.2019