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Capítulo 29

Nota autora: Gacias por leer y comentar. Que disfrutes de la lectura.

Capítulo 29

Es como si se tratara de alguna broma del destino en la cual solo nos concedían unos instantes de tranquilidad y luego de repente surge algo que venía a irrumpir.

Al menos ese era mi punto de vista.

Como es los protocolos Luka, Dante, Mark y yo dimos la bienvenida junto a los Reyes a la familia del jefe Vittore y los hijos del jefe Vittore lucían sus mejores galas casi parecían modelos de pasarela. Creo que esta noche más de una chica caerá por el embrujo de Enzo y Pietro , pero creo que preferirán cuidar a Caeli ya que desde mi lugar podía ver como los más jóvenes murmuraban entre ellos al verla.

La última vez que los vimos fue en la boda de Mark apenas hace unas cuantas semanas.

En cuanto vi a Enzo el asintió en mi dirección e imite su gesto ; había cumplido la promesa que hice ese día que nadie interfiera en sus negocios ni en el porcentaje de las ganancias. Así que por el momento no habría problemas.

 

De cierta manera el jefe Vittore estaba aquí para ver si todo estaba en orden y saber si se estaban cumpliendo los acuerdos que mi padre y Bruno acordaron el dia en que Mark llegó a casa por primera vez. Era tan simple que mi padre cuidaba de Mark y a cambio Vittore nos proporciona protección, armas y acceso a las rutas del Sur. Era un trato que hasta el día de hoy sigue vigente.


 

Al fin y al cabo de alguna manera u otra siempre seríamos piezas dentro de este juego donde el poder y el dinero serían más importantes que la propia sangre.

Parecía la velada perfecta, todos lucían sus mejores galas, bebían vinos caros y conversaban unos con otros. Algunos me halagaban mi vestuario ya que gracias al trabajo de Gianna destacaba entre todas las invitadas.


 

— Esta noche luces hermosa – comento mi madre – y todos están pendientes de ti. Deberías sonreír, princesa.

— Lo intentare – bebí un poco de agua.

Los sutiles comentarios de Gianna eran para mantener las apariencias. Nuestra familia era ejemplar pero en esta última hora mi humor había cambiado debido a que no lograba entender la actitud de Dante. Podría pretender que esto no me afectara pero los comentarios que la gente hacían eran poco discretos.

« — No puedo créer como Dante pudo aceptar casarse con ella . »


 

— Princesa, busca a Dante y quédate a su lado – ordenó mi madre – en unos minutos empezará la velada.


 

Antes de marcharme le di una sonrisa a mi madre y fui con la intención de buscar a Dante. En el camino Pietro se acercó a mí y me entregó una copa de champagne.

— Te conozco y sé que estás molesta por algo o con alguien – su tono serio – Pero ahora ese no es el punto ; quería darte las gracias por cumplir tu palabra y además te tengo una sorpresa…

— Déjate de rodeos Pietro – intente que mi tono no fuera molesto – espero que tu sorpresa sea buena.

— Pronto lo descubrirás querida Irina.

— Y yo que tu vigilará a Caeli – él siguió mi mirada,hasta ver a su hermana pequeña – no queremos que tan pronto te digan cuñado ¿cierto?

—Ya te estabas tardando en ser molesta – su tono era de burla.


 

Era divertido molestar a Pietro, al menos me pude reir un rato mientras él iba en busca de Caeli para « salvarla » de las garras de Pavel y Damien. Los pobres no tenían ni idea lo sobreprotector que en ocasiones podían ser Enzo y Pietro con Caeli.


 

Intentaba guardar la compostura pero no encontraba a Dante por ningún lado y nadie quería decirme donde se encontraba. Me estaba cansando que él me evitaba y que se comportara de esa manera tan tonta. Podía amarlo pero también mi paciencia tiene límites.


 

Intercambie unas breves palabras con Vladimir con respecto al misterioso invitado pero nada que nos permitiera saber su identidad. Todo un misterio y eso me molestaba.

— Si vas ahora te meteras en un lío – Vlad me tomó del brazo para detenerme – regresa a la fiesta y olvídate de ello. Ahí viene el jefe Lenkov.

— Gracias Vladimir – respondí con ironía.

— Irina – llamó mi padre – déjà que Vladimir vuelva con su esposa y ya no lo sigas molestando.

Esta última frase a mi padre pareció hacerle gracia. Cuando era pequeña solía molestar a Vladimir con bastante frecuencia y eso lo sabía mi padre.

— No se preocupe jefe Lenkov –hablo él – solo estábamos charlando por los viejos tiempos.

— Es cierto – sonreí – Nos vemos más tarde.

Me despedí y dejé que ellos charlaran con calma. No había conseguido información y espero que Mark o Luka lo hayan descubierto.

Irina Lenkov siempre encontraba la manera de salirse con la mía , eso era lo que me caracterizaba.

No dejaría ni que nada ni nadie arruinara esta noche. Era mi noche para brillar y destacar como siempre lo suelo hacer.


 

En cuanto los Reyes hicieron acto de presencia en la sala el silencio del reino todos se pusieron de pie como signo de respeto. Todo sucedió tan rápido o esa era la impresión que tenía de ello. Entregaron las insignias del clan a cada alumno y luego recitaron uno a uno el juramento que se solía hacer. Algo emotivo para todos. También costumbre a cada pareja de recién casados se les entregaba un ramo de lirios blancos que simbolizaban la pureza del amor.




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