Capítulo 31
La diferencia horaria entre Italia y Rusia eran de escasas horas de igual manera el calor del verano estaba presente. Había visitado Italia cuando era más joven lo único que recordaba eran las tardes en la playa o en la piscina jugando con Mark ya que por medidas de seguridad no podíamos salir al exterior. Ahora todo sería distinto.
Tenía curiosidad por saber un poco más sobre Rocco Lenzi ya que esa información me sería útil en el futuro.
La propiedad a la que nos dirigimos estaba a las afueras de la ciudad, la enorme casona que caracterizaba la arquitectura italiana de hace unos años mezclada con lo moderno. En temas de seguridad habían tres aros de seguridad. El jefe Vittore era muy cuidadoso en temas de protección de su clan.
Al bajar del auto me encontré con una imagen algo familiar. A unos pocos metros se encontraban diez escoltas del clan Vittore que al verme inclinaron su cabeza a modo de saludo. Por otra parte, mi gente o más bien los escoltas que mi padre había enviado esperaban fuera de los autos esperando mis indicaciones.
— Ellos serán nuestros invitados – Aro señalo a mi gente – Espero que se sepan comportar.
Aro era quien nos había escoltado hasta aquí. Un hombre de unos cuarenta años, alto, de piel olivacea, cabello negro con algunas canas, ojos azules, de complexion grande que para su edad se veia bastante bien. A él ya lo conocía ya que solía acompañar al jefe Vittore cuando visitaba nuestro clan.
— Princesa – él me llamó – en el interior nos espera Enzo. Solo pueden acompañarte dos escoltas.— De acuerdo – mi tono era amable.
Miré a Lukyan y Boris así que ellos dieron un paso en mi dirección. Aro lideró el paso hasta la mansión. En el interior también habían unos cuantos escoltas que de igual manera al verme me saludaron. Enzo desde su lugar me saludó con la mano mientras dejaba el periodico en la mesa del centro.
— Può essere ritirato – habló en un perfecto italiano ordenó a los escoltas que debían retirarse – Deberías tomar asiento y descansar un poco.
Me senté a escasos metros de Enzo y siempre bajo la atenta mirada de mi gente.
— Gracias por tu hospitalidad – sonrió en su dirección – Tampoco pensé que te vería por aquí tan pronto...
—Sabes que no existe la palabra vacaciones en este mundo – repuso él, miró a Aro – Lleva a los chicos a sus habitaciones y pide a alguien que suba las maletas de Irina, por favor.
Aro se despidió con un leve movimiento de cabeza seguido de Lukyan y Boris. Un hombre al cual no conocia vestia traje negro caminaba con paso ligero situandose cerca de Enzo. Desde mi lugar observe con detenimiento rondaba entre 25 y 30 años, alto, cabello negro como la noche, ojos marrones pero no tan inocente, piel algo palida,labios carnosos... Cualquiera que lo viera pensaría que él era modelo pero en realidad pertenece al clan del Sur.
— Buenas tardes – saludó él mirándonos a ambos.
Parecía que tenía algo que decir pero se detuvo en cuanto Enzo negó con la mirada.
— ¿ No vas a presentarnos? – pregunte para llamar su atención.
Enzo solo rodó los ojos a modo de respuesta.
— Te quedarás en esta casa, mi gente asegurara tu protección y Marcus Fabrizi – señaló a ese chico – Estará a tu servicio durante tu estadía, mi mano derecha. Ves que si se compartir.
Esto último lo dijo en tono de broma para relajar el ambiente. Eso me hizo recordar la vez cuando éramos pequeños Enzo no quiso compartir sus palomitas conmigo ...
— Es un honor conocerla y ayudarla en su estadía– saludo Marcus.
No hubo necesidad de presentaciones, al parecer él conocía mi nombre. ¿ Quién no podría conocer mi nombre?
— Asi que bienvenida a nuestro territorio – Enzo sonrió con arrogancia.
— Gracias por su calurosa bienvenida – les sonreí a ambos – Me gustaría visitar la ruta y saber un poco más sobre nuestros clientes.
— De ello hablaremos más tarde – él se levantó – Primero deberás descansar ya que esta noche iremos a un intercambio.
Enzo se quedaría en la casa, por orden suya nadie podía subir a la planta de arriba y él se quedaría en la planta baja. Los escoltas estaban repartidos por toda la propiedad asegurando nuestra seguridad. Entré a mi habitación ya que hacía bastante calor.
Traía mi laptop conmigo podía utilizarla gracias al programa que Jace instaló hace unos meses para poder seguir en contacto con los demás miembros del clan. Había varios mensajes que habían llegado esta mañana, sin embargo un email en especial llamó mi atención.
« Sullivan planea continuar con su intención de pedir la mano de Hannia. El jefe Volkov no está de acuerdo con que ella intente llevarse a su nieto. Está vigilada.
Ely está bajo custodia así que nadie podrá encontrarla.
Lena no debería quedarse en casa de Janov, esto puede suponer un conflicto de intereses...
Princesa cuida de tu salud y no provoques problemas, con cariño J »
Estar lejos no sería un impedimento para estar al tanto de lo que sucedía en casa y para ello estaba Jace quien esta vez no me acompañaba.
Hace seis años Jace empezó a encargarse de mi seguridad, no solo era un escolta más sino un confidente, mi niñero y lo sentía parte de mi familia. En ocasiones el rompe algunas reglas aun cuando su puesto podría estar en juego con tal de acceder a los caprichos de la hija de su jefe.
« Recuerda que debes trabajar en equipo y no provoques problemas. Está en juego tu puesto en la jerarquía. Por cierto Lee te envía saludos. »
Al parecer a Janov lo destinaron a la ruta de Corea. Y este mensaje era como los demás que él escribía siendo mandón pero para nada cariñoso. Esto lo confirmaba alguien del Consejo me tendría vigilada y mi trabajo era saber quien era, no debo bajar la guardia y encontrarlo.
Rápidamente escribi un mensaje para mi padre asegurando que había llegado bien pero creo que no era necesario porque Lukyan o Enzo se lo contaran. Aun así lo hice para que mis padres tuvieran noticias de mi.
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Editado: 01.11.2024