Bella Como La Luna

CAPÍTULO 9

Verla descansar así desnuda sin ninguna manta que la cubra era exuberante, era hermosa. La criatura más hermosa que había visto en toda su vida y no quería dejarla ir a ningún lado, la quería para solo para él, la protegería con todo lo que tiene. Se volvió sentándose en el filo de la cama para levantarse en eso sintió la cálida mano de Luna.

–¿A dónde vas? –le pregunto con su suave voz.

–A preparar algo de comer –contesto.

–Te puedo ayudar. ¿Por qué no me llevas? –dijo levantándose y Darío desvió la mirada. –¿Qué sucedes?

–Estas descubierta. Cúbrete –hablo Darío.

Luna lo miro con puchero –después de todo lo que hiciste con ellos –señalo sus pechos –te muestras avergonzado –se levantó de la cama –pues no me cambiare. Bajare así a preparar algo de comer. –fue hasta la puerta.

–Luna no –dijo Darío levantándose en el mismo estado que Luna.

–Ven tú también así –dijo con una sonrisa. Darío se dio cuenta y se cubrió su sexo con las manos –¿Por qué lo ocultas? Ya lo he visto, lo he tocado, incluso como entra en mí…

–Luna ¡Por favor! –dijo Darío completamente rojo –lo que hacemos… –trago saliva –está bien, porque somos pareja y porque tenemos privacidad, pero ahora no la tenemos y…

–Entonces si tenemos privacidad, podemos hacer lo que queramos –dijo ella.

–Sí, pero hoy tenemos un día ajetreado. Necesitamos prepararnos para la noche. Vas a cantar –respondió Darío.

–Esta bien –Luna se acercó –pero un día quiero tener privacidad en el día.

Darío sonreía. Era adorable, pero con un toque pícaro –de acuerdo. Lo tendremos, pero hay que vestirnos y bajar.

Vestidos bajaron comenzando a preparar el desayuno, Darío aprovecho que tenía algunas mesas disponibles por lo que abrió el local y varios de sus clientes ingresaban a comprar su café. La mañana y la tarde paso rápido en lo que Darío anuncio su noche de karaoke y tendría como artista principal a Luna su novia.

Los clientes estaban entusiasmados, preguntándose si además de hermosa podía cantar como los ángeles se hizo mucha propaganda durante todo el día y muchos hablaban acerca del evento.

Subió hasta la habitación donde encontró a Luna cepillándose el cabello, frete al espejo portando un vestido que le quedaba muy bien. Al verlo ella dejo de cepillar dándose una vuelta.

–¿Qué te parece? –pregunto ella.

–Te ves hermosa. Vas a ser la sensación esta noche –comento Darío.

–¿Qué es sensación? –pregunto ella confundida.

Darío sonrió –que les vas a encantar, con tu canto.

Ella seguía algo confundida –estoy algo nerviosa. Nunca eh cantado, para tanta gente.

–Tranquila –Darío le sujeto las manos –solo piensa que estas en el lugar que más te gusta y estarás bien.

–el lugar que más me gusta. Hay varios, pero más me gusta cuando estoy contigo…

–Sí, eso mismo –intervino Darío antes de que diera algo que lo sonrojaría –escucha vas a estar bien. yo voy a estar ahí. Te amo –la sujeto debajo del mentón con delicadeza depositando un suave beso en sus labios –continúa arreglándote, voy a preparar el escenario y el equipo.

Bajo en lo que vio que algunas personas ya empezaban a llegar, tomando asiento en el establecimiento. La cafetería se encontraba con una iluminación baja. Darío empezó a servir café a los que lo ordenaba. Estaba nervioso no había hecho esto desde que abrió el local, solo se dedicaba a vender café, capuchinos, postres. El lugar se llenó y subió al pequeño escenario que hizo durante el día.

–Buenas noches –empezó hablar –esta noche hay un evento especial de canto. Espero que sea de su agrado. Con ustedes Luna –dijo aplaudiendo seguido de los demás.

Luna apareció en las escaleras y todas las miradas se posaron en ella, estaba realmente hermosa, su mirada los cautivaba especialmente a los hombres, que no dejaban de verla embelesados. Llego hasta donde estaba Darío.

–Estoy nerviosa –dijo susurrando cerca de su oído.

–Respira. Recuerda lo que te dije –hablo Darío.

Ella bajo la mirada –estaría más cómoda y segura su te quedas conmigo. Solo hasta que me sienta bien –dijo ella.

Darío asintió tomando su mano –estoy contigo. Ves eso. Solo acerca tus labios y todos te escucharan.

–Eso se parece a…

–Luna –dijo sonrojado Darío.

Luna se acercó hasta el micrófono sujetando la mano de Darío que acomodo el micrófono para ella –buenas noches –dijo y su voz suave se escuchó en todo el lugar, como una cálida melodía haciendo que todos soltaran un suspiro suave.

Darío sintió lo tensa que estaba y le acaricio la mano trasmitiéndole seguridad –tu puedes. Estoy aquí,

Ella le sonrió y volvió a mirar a todos y empezó a cantar, una melodía tan hermosa que tenía hechizados a todos ellos. Todos la miraba atentos era una melodía que nunca antes habían escuchado, incluso Darío la miraba atento la canción era hermosa. Luna le comento que la canción de una asradi va de acuerdo a sus emociones, mientras más puros y sinceros sean sus emociones la canción seria hermosa con efectos medicinales para quienes la escuchen. Al sentirse más segura soltó la mano de Darío, cantando más libremente, hasta terminar su canción y todos se quedaron en silencio, para después escuchar un estruendoso aplauso felicitando a Luna, que extendió una gran sonrisa en su rostro, nunca había sentido tanta aclamación por su canción.




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