Bella Como La Luna

Capítulo 11

Caminaba por las calles tranquilamente, era impresionante lo rápido que se había acostumbrado al mundo humano, era capaz de mostrarse como era, no tenía esa debilidad que muchas de ella tenían. Además, recientemente se empezaba a sentir extraña sin saber los motivos, comía de más, dormía mucho más incluso en las tardes y sus cantos eran muchos más intensos con melodías más impresionantes.

No entendía lo que pasaba suponía que debía tratarse a sus sentimientos por Darío. Se encontró con una señora que iba frecuentemente a la cafetería en las noches para escucharla cantar, con la cual había establecido una conexión. Y le explico todo eso. La señora le sonrió.

–Niña, eso es normal en una jovencita que está a punto de ser madre –respondió la señora.

–¡¿Qué?! –dijo ella con asombro.

La señora asintió –si ha estado con el joven Darío sin cuidarse, es completamente normal –Luna no entendió a qué se refería y la señora le explicó. Luna comprendió recordando que desde su primera vez con Darío lo habían hecho natural y solo hace poco terminaba dentro de ella –bueno si no me cree tengo algo que puede serle útil. Ven conmigo. –la llevo dentro de su casa y le dio una prueba de embarazo, le explico cómo usarla. Luna regreso y le mostro a la prueba a la señora que sonrió –estas embarazada, tienes dos rayitas.

Luna quedo sorprendida nunca había escuchado sobre esto, que una asradi y un humano pudieran concebir y eso le emociono todavía más acariciando su vientre –muchas gracias señora. Voy a darle la noticia a Darío.

Salió de la residencia de la señora, volviendo con Darío al sentir a unos sujetos que la sujetaron con fuerza haciéndola dormir la metieron dentro de una furgoneta. Sentía su cuerpo relajarse como si la abrazara una suave corriente de agua al abrir los ojos se encontró dentro de un gran estanque con su forma original.

–¿Dónde estoy? –dijo colocando la mano en el cristal.

–estas despierta –reconoció la voz. Era Subaro que apareció frente a ella con una cara de asombro –esto es increíble nunca lo pensé. Eres real.

Luna lo miraba con temor sintió un escalofrió recorrerle la espalda y empezó a cantar para liberarse, pero no funcionaba por lo que se detuvo.

–Lo siento, pero no funcionara –retiro unos tampones de oídos que impedía escuchar su melodía. –vas a ser mía. Nadie te encontrara. Eres solo mía –grito, ya había perdido la cordura golpeando con fuerza el cristal.

Ella se asustó retrocediendo para atrás. Se escuchó un alboroto Subaro se retiró hasta la entrada donde se encontraba Darío discutiendo con Evelyn. Sorprendido no podía creer que lo descubriera tan pronto.

–Subaro –gritaba –¿Dónde está Luna?

–No sé de qué hablas –respondió Evelyn.

Subaro apretó con fuerza sus puños no iba a permitir que se la llevara. Luna era de él, le pertenecía. Calmándose bajo las escaleras –¿Qué haces en mi casa? –pregunto.

Darío al verlo lo sujeto del cuello de la camisa –¿Dónde está Luna? Dime.

–¿Luna? Yo que sé dónde está tu noviecita. Ahora lárgate de mi casa antes de que llame a seguridad –respondió Subaro.

Darío lo soltó empujándolo hacia atrás retirándose de ahí, pero conocía muy bien a su hermano y sabía que estaba mintiendo, creció con él era su gemelo sabía cuando mentía. Luna estaba dentro de su casa.

Se marchó de ahí alejándose por la carretera en su auto identifico el auto de sus adres dirigiéndose hasta su casa. Sintió gran temor algo estaba pasando deteniéndose un momento pensando en cómo sacar a Luna de ahí.

–Hijo para que nos llamaste –hablo su padre.

–Necesito que me ayuden a deshacerme de Darío. No lo soporto más. quiero desaparecerlo para siempre, igual que ustedes –comento Subaro.

Sus padres quedaron pensativos –estas seguro hijo –dijo su madre.

Asintió –quiero vengarme por mi hermano o hermana que nunca pude conocer.

–De acuerdo. Te ayudare –dijo madre. 

–Yo… –dijo su padre al escuchar un gran alboroto afuera de su casa.

Sorprendiendo como el auto de Darío ingreso a la residencia de Subaro destruyendo la entrada y la sala. Subaro se levantó siendo recibido con un fuerte derechazo que lo devolvió al piso inconsciente, su padre también intento golpearlo y también lo derribo y empezó a buscar a Luna llamándola busco por todas partes encontrándose con Evelyn y su madre que lo seguían.

Busco como loco hasta que encontró un pasaje secreto que lo llevo directo al estanque de Luna que al verlo se acercó al cristal –amor –dijo con preocupación su hermano se había dado cuente de toda la verdad, estar ahí ya no era seguro. Como si fuera un demente empezó a embestir el cristal hasta que después de quince embestidas y un sin número de patadas rompió el cristal liberando a Luna. –mi amor –la abrazo.

–¿Dónde estabas? –cuestiono ella.

–Perdóname. Nos iremos de aquí. estaremos siempre juntos –la levanto en brazos.

Al salir las miradas de Evelyn y su madre era de sorpresa al ver a Luna –Ella es… –dijo nerviosa Evelyn.

–Es increíble –hablo su madre.




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