Bellas Artes

Recuerdos

NARRA VRIA

Estaba de regreso en la preparatoria, y era viernes. No tenía ganas de ver a Miguel, pero no era mi día de suerte.

-¡Vria!-

Esa era la voz de Miguel, así que no le hice caso.

-¡Vria!- volvió a gritar el.

Yo estaba de espaldas, pero sentí que me tocaba el hombro y me detuve.

-Por favor- pidió agitado,-déjame explicarte-

Respondí en un tono frío y cortante.

-¿Explicarme que?, que dijiste que mi casa es una mierda, pues no gracias, no quiero las explicaciones de nadie- dije eso y entré al salón.

La profesora de música llegó, y nos dijo que formáramos parejas. Y Miguel fue rápidamente hacia donde yo estaba.

-Miguel, no quiero hablar contigo- dije fríamente.

El asintió y trabajamos en la tarea que nos puso la maestra.

                                                                                              ***

Era la hora del receso, y Adelia y David se acercaron junto con Miguel.

-Hola Vria- saludó David.

-Te quería invitar a mi cumpleños-

-¿Vas a hacer una fiesta?- pregunté

-No, voy ha hacer un viaje, y quería invitarte-

-Un viaje, eso es interesante- respondí, pero en el fondo no quería hacerlo, tenía miedo, miedo de que pasara otra vez.

-Si, seríamos Adelia, Miguel, tu y yo, en un viaje en auto a acampar.

-A-a acampar, y e-en auto- tartamudee.

-Si, ¿por que?-

En ese momento me vino a la mente la imagen del choque y de la caída.

-Y-yo lo siento, pero no voy a poder ir-

-¿Por qué?- preguntó Adelia

-No puedo viajar- mentí, aunque en el fondo si quería celebrar con ellos su cumpleaños (aunque seguía enojada con Miguel)

David me miró pensativo y dijo.

-Entonces haré una fiesta en mi casa, solo que ahí va a haber mucha más gente, y va a ser más loco-

Yo solo asentí y sonreí, no quería perder a mis amigos, no otra vez.

                                                                                                       ***

Hoy la cafetería no habría, así que fui directa a mi casa, a pesar de que pidieron que les acompañara a comer.

Llegué a mi casa, y me dirigí hacia donde estaban los recuerdos más dolorosos, ni siquiera sabía por que los guardaba.

Allí estaba, una caja grande, así que la abrí. Estaba tal y como lo había dejado cuando lo guarde, había muchos periódicos encima, y leí los titulares señalados por mi.

Trágico accidente de la familia multimillonaria y sus amigos, solo una niña sobrevive.

Padres de la menor fallecen.

¿Fue un accidente o intencional?

La menor y sus cuatro hermanos al cuidado de su tía.

Mientras leía, unas lágrimas resbalaban por mis mejillas, esos periódicos eran de hace 8 años, pero seguían doliendo tanto como el momento en que sucedió todo.

Seguí sacando cosas, hasta que encontré una foto, estábamos con el uniforme de la escuela, dos semanas antes del accidente, y tenía 9 años.

Yo estaba situada en el medio de la foto, a mi izquierda estaban Lidia y Diego, y a mi derecha Mateo.

Encontré otra foto donde estaban mis padres y mis hermanos, todos tan felices, y empecé a llorar a lágrima viva.

Todos sonreíamos, nadie sospechaba que unas semanas más tarde, nada sería igual.

Guardé todo en la caja y la cerré, pensé en tirarla, pero no lo hice, supongo que quería un recuerdo de lo bueno y lo malo.

Esa noche no dormí muy bien, y mañana sería la fiesta de cumpleaños de David, tenía que estar bien, aunque solo fingiera, tenía que aparentarlo.



#30848 en Novela romántica

En el texto hay: romance, amistad, dolor

Editado: 13.09.2020

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