Todos ya habían subido al auto, y estábamos yendo a dejar a Elisa en su casa.
Pasaron unos 20 minutos y llegamos. Era una casa enorme, y con un jardín bastante grande, tenía dos pisos, y se notaba que era una familia adinerada.
-Cena con nosotros- le dijo Elisa a Miguel sonriendo.
-Lo siento pero no puedo, será mejor que entres tu sola, y descanses- dijo Miguel, y acto seguido me miró.
-Pero es tu cumpleaños, y los que dicen ser tus amigos no han hecho nada- dijo Elisa con tono de voz lastimero.
-¡Eso es mentira!- exclamamos David y yo al unísono.
-Todo lo que sale de su boca es veneno- dijo Adelia en voz baja para que solo David y yo pudiéramos escuchar.
-¿A quién le vas a creer?, ¿a unas personas sin importancia o a mi?- dijo Elisa, estando segura de que la respuesta de Miguel iba a ser que le creía a ella.
-A las que tu llamas personas sin importancia, son mis amigos, y les creo más a ellos que a ti- dijo Miguel en un tono cortante.
Elisa se quedó congelada, no había esperado que Miguel le respondiera así.
-Ahora tengo que llevar a mis amigos a casa- dijo, y subió al auto, y nosotros nos subimos también.
Miguel llevó primero a Adelia a su casa, y después a la de David, por último me llevó a la mía. Pasaron unos minutos, y llegamos a mi casa, y me bajé del auto. Estaba abriendo la puerta de mi casa, dispuesta a no hablarle a Miguel, pero antes de que pudiera entrar, el me cogió por la muñeca.
-Vria- dijo con un tono de voz bastante bajo.- Por favor solo escúchame-
Lo miré a los ojos sin ninguna expresión en mi rostro.
-Yo te quiero a ti, eres la única, sabes que Elisa exagera las cosas, tu eres muy importante para mi, y no quiero que lo que tenemos cambie-
-Tus acciones dicen todo lo contrario- dije fríamente
-Entonces déjame demostrarte con acciones que te quiero- dijo eso, y se acercó para besarme, pero yo lo detuve.
-No creas que con unas palabras, y un beso todo se va a arreglar, puedes decir lo que quieras, que estoy exagerando, que hago las cosas más difíciles de lo que son, o lo que quieras. Yo quería pasar contigo este fin de semana, pero lo pasaste con Elisa- dije.- Adiós- me despedí, y entré a mi casa.
Perdón por escribir con retraso, pero ahí está el capítulo.