Belleza bestial.

Lo que cae en tu boca.

Terminó el interrogatorio

es cierto que me faltas.

No mentiré que admito, sobre esa calle húmeda encontré lugar preferido. Casa eterna para fumar cigarrillo.

Encontré cómo ser sin esperar el paraíso.

Has sospechado ya que, ulterior del diálogo, como mariposa de cambios, se aferró mi estela al puente de tus brazos. Recipiente de besos retardados.

Escribí una carta tardía

dejé tu nombre reposando en el costado.

Y lo dejé.

Lo dejé.

Abandoné la mitad de mi esencia en tu olor a clavo, ceniza, restos de polvo y humo.

Retrasé la entrega de ser mujer en otro campo de siluetas.

Terminó el interrogatorio

sí te amo, pero imploro, no le veas romántico encierro

qué me gusta ser de ti como el cuervo a un pañuelo.

Me gusta sentir que mis alas rompen la tela en su vuelo.

 

 



#17047 en Otros
#4942 en Relatos cortos

En el texto hay: poesia, romance, prosapoetica

Editado: 07.11.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.