No podía creer lo que estaba viendo, Susan Ertes estaba delante de mis ojos, sonreía amable y con un aura cálida.
-Me alegro de volver a verte Christopher- Ella estiró la mano y Christopher la agarro.
-Señorita Ertes, es bienvenida a nuestra casa, pero lamento que tengamos que vernos en esta situación. Sería más cómodo si fuera en una fiesta. Ya que las reuniones privadas no me gustan mucho. Y por favor llámeme señor Jhonsson- No sé si fue sin intención pero por lo que dijo se podía interpretar que Christopher no estaba muy contento con esto.
-Chri digo señor Jhonsson, lamento escuchar eso. La propuesta de Arnie me pareció muy agradable…- Christopher la interrumpió.
-Por favor pasemos al salón para desayunar- Christopher sin soltarme caminamos al comedor donde hacia un rato nos esperaba James.
-Si que tardaron, me estoy muriendo de hambre y…- James quedo callado al vernos y luego miro detrás de nosotros.
Cómo de costumbre, Christopher cuando quería demostrar algo no lo hacía sutilmente. Él se sentó en su lugar y sin soltarme me sentó arriba de sus piernas. Las mucamas nos sirvieron a ambos del mismo lado, lo que significaba que desayunaría en esa posición.
Las personas presentes me miraban con extrañeza, un sentimiento de asombro y desconcierto, más que nada de parte de la pareja que se había presentado sin previo aviso. Me removí inconsciente haciendo que Christopher me detuviera abrazándome.
-Tranquila- Me susurré en el oído con voz seductora, me estremecí.
Lo miré y pode ver una sonrisa asomándose. Christopher actuando como él, me dio de comer cada bocado, intercalando los bocados entre los dos. Solo pude beber mi te sin que él me lo diera. Él ambiente estaba bastante pesado, la tensión que se había formado por la acción de Christopher era palpable a tal punto que James hizo un chiste para calmar el momento. Ya no soportaba este ambiente a tal punto que le hable a Christopher.
-Me quiero ir- Le susurré agarrando su camisa con fuerza.
Sin mirarlo siento que su agarre se intensifico. Solo miraba su pecho que aparecía entre los botones desabrochados.
-Tengo asuntos que atender, me retirare, en la noche organizaré una fiesta para celebrar la bienvenida del tío. Con su permiso- Sin soltarme, me levantó entre sus brazos y nos vamos del comedor.
-Ginger- Se escuchó detrás de Christopher.
Él se dió vuelta para encontrarnos con James que nos miraba.
-¿Qué ocurre?- Christopher se adelantó para hablar.
-Me gustaría hacer alguna actividad con Ginger- James se adelantó lentamente.
-Tengo que ir a la Empresa, haré un lugar para la tarde así vamos a un café- Él se gira para irnos.
-¿No podemos ir solo nosotros dos?- Era mejor que James solo aceptará lo que le estaba ofreciendo, sin protestar.
-No, Ginger no sale de la casa sin mí- Sin dejar hablar a James, Christopher se dio la vuelta y nos fuimos.
Me llevo a la empresa, desde el despido de la secretaria, Christopher no volvió a tener un asistente hasta donde sé. Quizás no encontraban a uno que tuviera lo que él buscaba. Y con lo que pasó la última vez, no me dejaba salir de la oficina sin su compañía o guardias. Almorzamos en un restaurante lujoso como siempre, Christopher no despegaba los ojos de los papeles que tenía delante de él, era lo mismo que estar sola. Una de las mozas se nos acercó, esta traía un plato con un postre que se veía muy bien. No me había dado cuenta que Christopher había pedido postre. La joven lo mira esperando respuesta, pero Christopher no le dedico ni un solo vistazo.
-Señor Jhonsson, uno de los clientes pidió que se le entregara a la señorita uno de nuestros postres especiales hecho a pedido- Al no recibir respuesta, dejo el plato y se retira.
Como Christopher no se había opuesto, simplemente comencé a comerlo. Tenía un sabor algo extraño, simplemente lo ignore y seguí comiendo, cuando estoy por el ultimo bocado, comienzo a tener nauseas. Trate de calmarme, pero las náuseas se hicieron mayores, tenía que ir a vomitar.
-Amo- Como pude trate de llamarlo, pero no me miraba.
Sin pensarlo dos veces, me levante de la mesa y me fui corriendo al baño. Lo más rápido que pude, me lance a un inodoro y saque todo lo que tenía. Cuando termine, me senté sintiendo el cuerpo sofocado y con mucho calor. El estómago me dolía mucho a tal punto que me retorcía en el suelo del baño por el dolor. Tenía miedo, mi cuerpo se estaba comportando extraño, el frio repentino me invadió.
-Ginger- Christopher había venido a buscarme.
Lo vi que se tiro al piso a levantarme. Con sus fuertes brazos me sostuvo y salió del baño corriendo sin decir nada. Todo era algo confuso, sentía todo alrededor moverse de manera extraña. Mi panza dolía tanto que me daban nauseas repetidamente. Termine colapsando del dolor y me desmaye.
Me desperté en mi cama, Christopher estaba durmiendo al lado mío sosteniendo mi mano.
-Amo- Le hable tratando de despertarlo.
Christopher me miro algo adormilado.
-Despertaste- Me abrazo fuerte.
Estaba algo confundida, no entendía por qué reaccionaba de esa manera. Mire detrás de él, había uno de esos soportes donde colgaban las bolsas de suero, tenía una conectada a mi brazo.
-En el restaurante fui descuidado, no preste atención y te envenenaron. Es mi culpa que estés así, no puedo apartar los ojos de ti ni por un segundo. A este paso no vas a poder volver a salir de la mansión. Necesitamos salir un tiempo de acá, hare los preparativos y nos vamos a ir un tiempo de viaje- Christopher solo se quedó en silencio y se acostó al lado mío abrazándome.
Escuché que la puerta se abría, vi que Susan se asomaba por la puerta. Ella al vernos se acercó.
-¿Cómo te sientes?- Se sentó en la silla al lado de la cama.
-Mejor- Sentí como Christopher se movía.
-Ginger, ¿despertaste?- Se aferró más a mi.
-Tu prometida está acá sentada- Susan lo miro sería.