Bendito Colágeno

BIENVENIDA VALENTINA

Ya ha pasado bastante tiempo desde que escribí la patética situación en la que termine el 2022, pero debo confesar que ahora me siento mejor, mucho más tranquila y con la mente despejada, lista para dejar atrás todo lo malo. Después de todo ya pasaron dos semanas.

La primera mentira del 2023. 

Vamos bien, Juliana. 

El día de hoy mi hermano vino a verme con la esperanza de que mis ánimos hayan mejorado desde la última vez que nos vimos. Un encuentro al que solo se le puede llamar como lo que realmente fue: la peor navidad de mi vida. 

Y es que esta navidad se coronó como la peor de toda mi existencia, y créanme cuando les digo que la competencia era bastante fuerte. Empecemos porque mi amado novio, al que le entregue los mejores cinco años de mi vida decide dejarme una semana antes de navidad 

Maldito imbecil

Ahora, la manera en que lo hizo es digna de mencionar ya que al no tener el valor de darme la cara, lo hace por medio de un audio en Whatsapp en medio de una conversación en la que solo estoy preguntando porque toda su ropa mágicamente desapareció del departamento que habíamos compartido por tres años.

Tres putos años, Mariano.

Y aún falta la cereza del pastel.

En este audio trata de explicarme que no es culpa mía, que él simplemente necesita tiempo para pensar que quiere hacer en su vida, que se sentía abrumado y tener su propio espacio era lo mejor para él en ese momento. 

Que raro, no parece muy abrumado en la última foto que subió a redes sociales muy acaramelado con una jovencita que podría ser su hija 

— Es que es un descarado — digo viendo la maldita foto por milesima vez — ese es el puto espacio que necesitaba

— Cariño, tienes que calmarte — mi madre toma el celular y se lo entrega a mi padre — todo pasa por algo, es una señal del universo para que entiendas que Mariano no es para ti 

— Gracias universo, fuiste bastante directo — se tapa los ojos — yo solo quiero dormir y no despertar nunca 

— Creo que lo mejor es que nos quedemos con ella — mi madre susurra pero alcanzó a escucharla perfectamente — que tal que…

— No voy a hacer algo estupido, solo quiero estar sola 

 

— Amor, recuerda que vienen cosas mejores 

Si claro. 

— Lo se, lo se

Suspiré.

— Solo necesito tiempo para procesarlo, es todo 

— Sabes que puedes contar con nosotros para cualquier cosa que necesites, y con tu hermano.

Ja! Mi hermano.

— Hablando de él, ¿dónde está? 

— Con su novia - comentó mi madre algo molesta - es la tercera este año

Grandioso. 

No podría ser más patética, tenía en frente a mis padres quienes eran el vivo reflejo de una relación que jamás tendría y por otro lado estaba mi hermano, cuya intención de compromiso es nula, y aun así tiene con quien pasar las fiestas.

Esta vez si te superaste, universo.

Ahora, volviendo al presente.

Estaba ahí, sentada frente a frente con mi hermano en la mesa del comedor, sintiendo su detestable mirada de desaprobación sobre mí. 

Mi hermano se pasaba la vida cerciorándose, a su manera, de que nada me faltara y que estuviera superando las dificultades y toda la mierda que la vida me tiraba directo a la cara, por lo que en esta ocasión pensó que lo mejor para mí era apartar mi atención de lo que había sucedido con Mariano y  centrarme en lo realmente importante: mi vida.

—¿Qué piensas hacer para pagar la renta? Ahora que el imbécil de tu ex novio, quien tampoco era el ser más considerado como para ayudarte con dinero suficiente, por fin se fue, debes empezar a pensar en hacer algo - Esa era una de sus tantas maneras de decir “Voy a hacerte un cheque, porque sé que no puedes manejar tu vida sola” 

No saben cuánto odiaba que hiciera eso, es decir es mi hermano menor, se supone que debería ser yo quien lo presionara para que mantuviera su vida en orden, para que tuviera un trabajo donde ganara bien y se sintiera cómodo, y una relación con alguien que realmente lo amara. Claramente yo no era quién para aconsejar acerca de ninguno de esos tres puntos.

—No sé.

Esa fue mi respuesta, y la verdad es que era muy honesta porque no tenía ni puta idea de cómo hacer para mantenerme a flote. 

-Tal vez debería vender un riñón 

Esa siempre era una frase que utilizaba para tomarme con un poco de humor las tantas veces que no he sabido qué hacer para conseguir dinero, pero esta vez, en serio estaba desesperada y parecía la opción más razonable.

A mi hermano no le pareció nada gracioso así que se levantó de la silla y empezó a dar vueltas por todo el lugar, mientras yo no dejaba de pensar cómo era posible que copiara con tanta exactitud esas manías de nuestro padre, eran como dos gotas de agua. Después de dar unas cuantas vueltas más, sus ojos parecieron brillar y me miraron con una expresión que yo conocía perfectamente y es que si no me equivocaba esa cabecita ya había ingeniado una idea que seguramente no me gustaría, pero iba terminar aceptando porque él no iba a parar hasta convencerme de hacerlo.



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En el texto hay: humor y romance, rupturas, corazones rotos

Editado: 23.03.2023

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