Beneficios con amor

CAPÍTULO 1

-¿Ya te vas? –Pregunta Spencer aún recostado sobre la cama.

Deslizo mi pantalón por mis piernas hasta que llegan a su lugar y posteriormente subo la cremallera. Tenía que terminar de alistarme lo antes posible o llegaría tarde al trabajo.

Le doy una mirada rápida a Spencer, dándole a entender que era obvio porque estaba vistiéndome.

-¿Por qué nunca te quedas a dormir conmigo? –Pregunta observando como me muevo de un lado a otro por toda la desordenada habitación.

Busco con la mirada el reloj de su mesa de noche y sonrío divertida al ver la hora. Me detengo un momento para coloco las manos en mi cintura y observarle 

-Spencer, es casi medio día. No son horas de seguir en la cama durmiendo.

Termino de vestirme pasando mi blusa por mi cabeza

-Te amo. –Suelta Spencer de repente.

Me congelo por unos segundos antes de girarme para verlo en el momento en que menciona aquellas palabras.

-No digas estupideces. –Respondo con una leve sonrisa nerviosa.

-No son estupideces. –De inmediato se pone de pie para llegar a mi lado. –Lo digo en serio, te amo...

Spencer extiende su mano para tomar la mía, pero inmediatamente la alejo, impidiendo que lleguen siquiera a rozarse. Ante eso solo niego con la cabeza.

-¿Qué? –Pregunta.

-No digas eso. –Respondo.

-No puedo evitarlo, te amo demasiado...

-No lo digas, lo estás arruinando. –Lo interrumpo antes de que continúe.

-¿Qué se supone que estoy arruinando?

Camino de un lado a otro buscando mi bolso, pero al no encontrarlo, salgo de la habitación y camino hacia la sala principal del departamento de Spencer.

-Responde. –Dice Spencer detrás de mí con la voz un tanto molesta y dolida. –No me ignores.

-Olvídalo, por favor. –Me detengo y lo observo con cuidado. Veía a través de sus ojos decepción.

-¿Qué? –Pregunta confundido.

-Esto, ólvidalo por favor –Le respondo señalandole y después a mi.

-Solo intento hacer esto más formal.

-¿Mas formal? –Pregunto riendo levemente. –Lo dices como si estuviéramos saliendo.

-Se supone que eso hacemos, ¿No? 

Su mirada demostraba frustración, y por un momento me sentí mal por reaccionar de esa manera, pero no me podía permitir ser débil.

-No, esto no es un noviazgo Spencer.

Después de encontrar mi bolso, me acerqué para tomarlo y caminar hacia la salida del departamento de Spencer.

-Para mí lo es.

Su voz se escuchaba algo rota y llena de decepción. Me detuve y volvé a verle una vez más.h

-Para mí no.

Mantuve la mirada en él sin desviarla.

Sentía como mi corazón latía rápidamente, tal vez por los nervios del momento o por algo más profundo que me negaba siquiera a pensar. Me volví para poder abrir la puerta. Antes de cerrar la puerta detrás de mi logré escuchar la triste voz de Spencer.

-Emma, hay que hablarlo bien, por favor.

No podía evitar sentir algo de dolor en el pecho por lo que le había dicho y como lo había hecho sentir. Spencer me caía bastante bien, era una persona agradable y me encantaba estar con él pero, no era justo que lo engañara teniendo una relación de noviazgo cuando sabía que algo no estaba bien en mí. Tenía que sanar heridas del pasado.

Cuando empezamos esta "relación" informal no creía que fuera a escalar a tanto. Habíamos acordado únicamente encuentros casuales, nada de exclusividad ni cosas románticas. Spencer y yo no éramos novios.

Después de salir del departamento, sigo el camino hacia el metro para poder llegar a tiempo al trabajo.

-Quita esa cara, espantarás a los clientes. –Dice Stella cerca de mi oído en voz baja.

Ruego los ojos al disgustada por esa orden.

-Bienvenido, ¿Cuál va ser su orden? –Pregunto sonriendo ligeramente a la persona que se encontraba de pie frente al mostrador.

No podía dejar de darle vueltas a las palabras que Spencer me había dicho. Yo sentía que no había hecho nada espectacular como para que él me amara. Por más que lo pensaba, me parecía imposible,

Después de atender a muchos clientes esa tarde, salí del negocio por la puerta trasera para poder tomar un poco de aire. De verdad me había fastidiado tanto esa conversación con Spencer.

A los pocos minutos también sale Stella para hacerme compañía.

-Gracias por cubrirme en el trabajo temprano.

-Para eso están las amigas. 

Me observa sonriendo. Le doy una rápida mirada y sonrío levemente antes de mirar hacia otro lado.

-¿Todo bien? –Pregunta Stella sentándose en el suelo, recargando su espalda en la pared junto a mi.

-Claro. –Suelto un suspiro. –Es solo que, este trabajo apesta.

-Lo sé. –Asiente con la cabeza. –Pero mira el lado bueno...

-¿Acaso existe un lado bueno? –La observo esperando saber la respuesta.

-No seas tonta. –Empuja mi hombro con el suyo. –En un par de meses juntaremos el dinero necesario y podremos renunciar.

-Espero con ansias ese día. -Recargo mi cabeza en su hombro.

Después de un par de horas más de trabajo el día había terminado, al menos para mí. Stella y yo antes de irnos limpiamos algunas mesas; siempre intentábamos dejar un poco limpio para que los chicos del próximo turno no encontraran un desastre.

Aunque siempre terminaba agotada en el trabajo, el regreso a casa siempre era mi parte favorita. Caminar con mi mejor amiga mientras conversamos de tantas cosas era algo que disfrutaba tanto, aún si el día me había tratado tan mal.

-¿No iras hoy con Spencer? –Pregunta sin dejar de caminar.

-No, ni siquiera lo menciones.

A ambas se nos escuchaba la voz agitada por el cansancio de tanto caminar. No es que fuera tan largo el camino a casa, pero después de estar de un lado a otro atendiendo gente todo el día, los pies ya no soportaban.

Me observa asombrada pasando una mano por su boca mostrando sorpresa.




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